En Sonora, quieren hacer creer que nada pasa, que es como si se tratara de días cualquiera pero no es así. Alfonso Durazo Montaño, es responsable polí
En Sonora, quieren hacer creer que nada pasa, que es como si se tratara de días cualquiera pero no es así. Alfonso Durazo Montaño, es responsable política y legalmente de los 72 alcaldes del estado, y es hora en que no dice ni pío, sobre las sanciones, la detención -así sea por horas-, hasta ahora de 3 presidentes municipales en su intento de ingresar a Estados Unidos, a los que luego les quitaron sus visas. Creerá que, si no se aborda el tema, si no se habla del mismo es como si éste grave asunto no existiera. Es la creencia más absurda, pero eso parece.
Primero se supo del alcalde de Puerto Peñasco, Oscar Eduardo Castro quien fue detenido en el cruce fronterizo, lo mantuvieron en un largo interrogatorio, luego nada pasó, nadie dijo nada, le siguió el de Nogales, Juan Francisco Gim Nogales y ahora sucede con el de San Luis Río Colorado, César Iván Sandoval Gámez. Que a esto se suma el ex munícipe de ese puerto fronterizo, Santos González y su hijo y también un diputado local de ese distrito ¿y que dicen los cínicos descarados? ¿Qué dice el partido político en el que militan? ¿Qué todo bien? ¿Chilo papalote?
El descaro, el cinismo, la desvergüenza a sentado sus reales en todo el país, el partido propiedad de Andrés Manuel López Obrador el que presuntamente traería buenas nuevas a la nación, el que erradicaría la corrupción y todas las perversiones sufridas, como el abusivo y saqueo de las arcas públicas, nada que todos esos delitos patrimoniales escalaron a otro nivel. La trapacería se especializó e involucró a otros personajes armados y peligrosos.
Y nada que la impunidad e inmunidad galopante, por más propiedades que se les exhiban, por más evidencias de que están coludidos con la delincuencia organizada, ellos siguen en sus cargos públicos, en los puestos de elección popular, ahora sí que las pruebas forenses de sus crímenes, les hace lo que el viento a Juárez. Quién lo hubiera creído.
Pero en el caso de los alcaldes de Sonora, subyacen asuntos muy delicados, desde el momento en que los detiene el gobierno de Estados Unidos (EU) los esposa, los entrevista por horas, les requisa los documentos consulares, le prohíbe el ingreso a aquel país, luego los suelta, los deporta con una patada en el trasero y los señores regresan a México, a sus ciudades que están bajo su encargo ¡caramba! a ¿hacer qué? Retornan con una marca indeleble en la frente, porque son ciudadanos señalados de algo, investigados por alguna poderosa razón y luego vuelven a sus ayuntamientos ¿cómo si nada?
¿Dónde está el fiscal estatal? ¿qué dice la contraloría? ¿La fiscalía general de la República? ¿Dónde se esconde la ridícula fiscalía estatal anticorrupción? Alfonso Durazo qué dice de esto que son hechos consumados, ya ni mencionar todas las murmuraciones sobre otros personajes a los que también les ha sido revocada su visa. Todos se esconden para no mirar lo obvio, lo malditamente evidente, qué aquí pasa algo muy grave. Entonces debo preguntar ¿enfrentan riesgos graves los ciudadanos de esas alcaldías? Y ¿Faltarán más munícipes por sancionar?
Y doña Claudia Sheinbaum, de viaje por Tabasco, en sus ridículas giras electorales, sus baños de pueblo por las entidades del país ¿a qué? A nada, solo sigue la escuelita de su tótem, de su mecenas político de ir de turista por los pueblos depauperados cada fin de semana y cada tanto en que prefiere huir de sus verdaderas obligaciones de atender a todos los mexicanos, militen o no en organizaciones partidistas, sean de cualquier religión, pero más aún a aquellos que han sido vulnerados por la falta de acción del Estado o por exceso de esta.
Este sábado hizo aire en el país, ocurrió la marcha a la que tanto temió Sheinbaum, que es una verdadera ironía de la vida, de ahí procede la señora y ahora le horroriza el derecho legítimo de los otros de protestar, de exigir, de reclamar al Estado mexicano. Hay tanta gente vulnerada hasta lo más profundo de su ser y todos ellos acudieron a esa jornada a presentar sus duelos, sus miedos, fueron a exhibir la cara del error más grande de México: López Obrador y su familita.
En esa enorme valla metálica que mandó poner la ex activista, ahora inquilina de palacio, ahí escribieron: Narcoestado, gruesa palabra de 9 letras, que resume una cadena de hechos donde el Estado debió actuar, proteger y se quedó impávido. No actúo. Palacio levantó muros de tres metros “para proteger la vida” ¿de quién? En un país con decenas de gobernadores y alcaldes señalados y evidenciados que tienen vínculos criminales y aun así con todo eso, son protegidos políticamente.
México tinto en sangre, pero le quieren aumentar impuestos e incrementar otros tan absurdos como el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), gasolina, trámites. Sheinbaum quiere instalar en todo el país, la tenencia vehicular, esa que causó tanto dolor y sufrimiento desaparecer. En el caso de Sonora, los ciudadanos sufrieron una grave represión del panista, Guillermo Padrés quien fue superado por la enardecida población y ahora ella, que gasta a manos llenas en su turismo electoral, ocupa dinero ¿de dónde lo saca? De dónde más.
La marcha de este sábado es una naciente, pero muy clara y fuerte inconformidad la que ya no cabe en redes, ya no cabe en las casas, en las aulas, ya no cabe en el silencio. Es el reflejo de un México donde ya no se confía en promesas. Y que entiendan que cuando un gobierno levanta muros, el pueblo levanta la voz. Morena descalifica la manifestación multitudinaria, porque ellos envilecidos en el poder, son una odiosa réplica de Carlos Salinas de Gortari quien soltó aquella famosa frase: ni los veo, ni los oigo, dijo al referirse a los del PRD, que en aquellos tiempos hambrientos se agitaban ante el abuso gubernamental. Ahora se solazan de lo mismo, porque son ellos quienes lo ordenan y sí, sí eran y son un peligro para el país y su gente.
Vaya historia de un policía estatal -sí de uno nada más- que en 2024 mató a un familiar, dejó heridos a otros y luego no lo detuvieron por un amparo, bueno lo aprehendieron recientemente por un delito de tránsito, en el que no dan más detalles, las mañosas “autoridades”. Quedó preso y entonces se acordaron de los otros delitos que tenía pendientes y sí uno de ellos es por enriquecimiento “explicable”, le detectaron 32 millones de pesos que son una discrepancia entre su salario y lo que “obtuvo” como servidor público, de 2016 a 2024. Corrió la especie, entre sus propios familiares que en su casa había dinero casi como alfombra, que era escandalosa la acumulación de efectivo que poseía.
El angelito tuvo un accidente de tránsito en la colonia La Manga, por el que fue detenido y vinculado a proceso por delito culposo agravado. No especifica más la fiscalía, pero tuvo que causar la muerte o lesiones graves a otra persona de forma imprudente, negligente o temeraria, como resultado de la conducción de un vehículo. Los agravantes incluyen conducir en estado de ebriedad, bajo el influjo de drogas o darse a la fuga. Es la historia de un solo oficial, entonces ¿esto se multiplica por el resto de la tropa y se centuplica a más jerarquía? Nomás pregunto, curiosa que es uno. Basta.