La policía preventiva, auspicia el desorden y el caos.

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La policía preventiva, auspicia el desorden y el caos.

La policía municipal comete grave, gravísimo error al solapar la pereza de los padres de familia que se estacionan muy orondos en carriles de circulac

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En el exilio …

La policía municipal comete grave, gravísimo error al solapar la pereza de los padres de familia que se estacionan muy orondos en carriles de circulación a las afueras de las escuelas, en detrimento del resto de los ciudadanos. El asunto de la escuela Heriberto Aja es tan viejo como el coludo, ahí literal como en otros tantos graves problemas legales y la violación al bando de policía y buen gobierno, es la propia autoridad la que auspicia el desorden, la falta de cumplimiento a un deber civil que es dejar el vehículo en un sitio determinado para ello, no en un carril de circulación.

 

El otro día al transitar por la calle Heriberto Aja, por supuesto que estaba la bendita aglomeración tan cotidiana, tan de siempre y me pensé, porqué no aparecen los oficiales a multar a todos los individuos que se estacionaron sobre el carril de circulación, cuál sería la sorpresa al descubrir que ahí estaba una policía, auspiciando el desorden, indicando a los otros automovilistas que se cargaran hacia la izquierda para poder avanzar, porque ahí la costumbre se hizo ley.

 

Entonces si quedaste en el carril hacia la derecha, será tremenda sorpresa cuando veas a los conductores que se bajan de la unidad y es cuando viene el golpe de realidad, aquí está la primaria, aquí el alcalde y todo su séquito legal, solo permiten que se siga ejerciendo los usos y costumbres. Además, con el espíritu que implica desde hace 7 años, ser gobernante y candidato -para lo que se ofrezca- no pueden exigir el cumplimiento del bando de policía y buen gobierno, a secas. Quieren ser lindos y para ello pecan de permisivos

 

Este día al cruzar por la única vía pavimentada en San Pedro el Saucito, carretera Hermosillo- Ures, después de medio día y ahí está el maremágnum de niños de primaria y secundaria, la misma historia retorcida: el semáforo en verde para los autos y las criaturas en total y pleno gobierno de la calle, a cuan ancha. Luego piensas ¿Porqué no hay un policía que ponga orden? Madre del Verbo, resulta que, sí ahí estaba en el lugar el oficial, quien, con su desdén, propicia que los menores hagan caso omiso de la señalización.

 

Así como a los padres deben obligarlos a ir a estacionar en un lugar apto para ello y volver a pie por sus hijos, -el gobierno los incita a que aprendan a respetar los reglamentos de tránsito- igual en el caso de los menores, se les explica en qué momento del semáforo es el derecho para avanzar del automovilista y cuando es tiempo para los peatones. De esta manera se forma a los futuros ciudadanos en el cumplimiento de las normas, en el caso de los niños, hay que sembrar esperanzas. Con los adultos, inducirlos al cumplimiento irrestricto de las leyes.

 

No, nada, para qué. En las mañanas es peor la actuación del oficial aquí en San Pedro, quien detiene el paso de los conductores para permitir que las criaturas crucen la calle, caramba, qué desperdicio de la autoridad: Es lo mismo, muestras al menor como usar el semáforo para su sobrevivencia a la par que se le enseña a cruzar y a respetar la señalización.

 

¿Será más fácil para el ayuntamiento de Hermosillo dejar hacer a cada escuela lo que se les venga en gana? Porque la Heriberto Aja, es pública, pues ocurre igual o peor con las instituciones privadas, hacen unas enormes filas, para ello no importa que bloquen las arterias que convergen alrededor de dichos planteles y todo sigue igual, desde hace décadas. Nadie se debería de sorprender con las formas y modos en que actúan las personas, que no respetan la ley, si el propio Estado es lo que enseña: que depende el sapo es la pedrada. Que depende de quién violente los cánones, habrá cero castigos y un exceso de tolerancia para los hijos, amigos, hermanos y compadres.

 

Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo, que dicen que dijo el fiscal de justicia de Sonora, Gustavo Rómulo Salas Chávez que será la Fiscalía General de la República (FGR) quien determine si existe alguna responsabilidad civil o penal relacionada con el fallecimiento de la niña de 4 años en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) luego de ser picada por un alacrán en su plantel educativo, pero que no pudieron auxiliar en el hospital de gineco obstetricia por falta del medicamento.

 

Que todas las medidas serán tomadas para esclarecer las circunstancias que llevaron a la menor a sufrir la picadura fatal dentro del plantel educativo. Las dichosas investigaciones no son ni tantito serias, ni siquiera dignas de tan lamentable resultado: la muerte de una niña, cuando buscan sancionar al alacrán, pero nadie va a las profundidades del problema, que es la incapacidad, el desdén de la empresa proveedora, que tácitamente hace lo que se le hincha con las órdenes de insumos, que le reclama la institución de salud.

 

Habrá que averiguar de quién es la empresa Laboratorios Silanes SA de CV, que privilegiadamente es proveedora del IMSS, pero que en los últimos 4 meses incumplió con la entrega de ese insumo, el que muy probablemente significaba la vida para la criatura. Pero antes como antes, ahora como ahora. Otra vez: depende del sapo es la pedrada.

 

Como hay gentuza, arrabalera y alguna es feliz exhibiendo su ruindad como la funcionaria del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, Jalisco, Natalia Montaño Ruelas, de 30 años quien presente en un show de comedia le preguntaron a qué se dedicaba, entre risas dijo: «Me la paso bien… tomo mucho, me la paso comiendo, cenando, desayunando». El citado municipio que tiene en su nómina a la aviadora, no sabe cómo explicar lo que la dama confesó. Ese es el país que se tiene: costosísimo por la espeluznante burocracia dorada que sabe hacer nada y por ende la ciudadanía recibe a cambio malos tratos y pésimos servicios.