Con pies grandes y pesados, para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos. Con orejas grandes para aprender a oír y no actuar a ciegas. C
Con pies grandes y pesados, para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos.
Con orejas grandes para aprender a oír y no actuar a ciegas.
Con la boca chica, para no andar parafraseando ni hablando de más.
Con el colmillo largo para saber actuar en momentos difíciles.
Tener la piel áspera y dura para aguantar los embates de los demás.
Tener cola corta para que nadie por más que quiera, pueda hablar mal de ti.
Tener su memoria para que nunca olvides quien realmente eres.
Y como el elefante que cuando sabe que va a morir regresa a su lugar de origen, igualmente tú, cuando sientas que has caído profundo, que no puedes salir y no encuentras ni un rayo de luz dentro del laberinto en que estás inmerso, que lo has perdido todo y no te queda nada, regresa a tu lugar de origen, regresa a tu naturaleza, regresa a ser tú nuevamente, porque tal vez, ¡por falta de memoria olvidaste quién realmente eres!