Este momento sí que es histórico -la palabreja tan de moda en los boletines oficiales-, y no por cosa buena, sino por el nivel de colapso que enfrenta
Este momento sí que es histórico -la palabreja tan de moda en los boletines oficiales-, y no por cosa buena, sino por el nivel de colapso que enfrenta el país: las instituciones ya dieron prueba fehaciente que están podridas desde lo más hondo, que no sirven para lo que fueron creadas y que hay un espíritu desleal, traidor en todas las esferas del poder gubernamental. Ahora el problema mayúsculo es que Claudia Sheinbaum no entiende el tamaño de la coyuntura en que o reinventa el sistema o se dedica como hasta ahora a querer tapar el sol con un dedo y no, no le alcanza.
Esta es la oportunidad de lujo para limpiar la casa, barrer las escaleras de arriba abajo o de lo contrario, nadie sabe cuan peor podría tornarse la vida en esta nación. Donde queda más que claro, luego de las últimas semanas, que el amasiato, el contubernio y asociación con el crimen organizado ha llegado a tales extremos que pone en riesgo la vida, la paz, la armonía de los habitantes del país.
Son en resumen tres escándalos en los que gravita la desestabilidad en la ya deteriorada vida del país. En tanto y con las cajas de pandora abiertas, la señora con la banda presidencial cruzada al pecho va y viene los fines de semana por los territorios mexicanos, primero para decir tontería y media y ahora en las últimas semanas para volver a torturar con sus mentiras, como parte de su primer informe de gobierno. Así que en resumen ni hace ni deja hacer, porque se mueve y las estructuras militares tienen que seguirla y gastar sumas cuantiosas de dinero para sus viajecitos. Un carísimo turismo e inútil.
Luego en las entidades, de por sí que los gobernadores, no son así como lo mejorcito que hay en el país, que, para el caso de Sonora, Alfonso Durazo se dice con mucha insistencia que está enfermo, que ha adelgazado muchísimo. Como evidencia de sus males siempre trae una faja en su mano. Así que, no se sabe mucho de cuanto realmente desarrolla actividades propias de su cargo y yo que me dedico a dudar de todo, pues no creo absolutamente nada de las fotos que montan en los medios de comunicación en los que hasta abraza a veces a personas comunes y corrientes.
Sin salir del tema del huachicol gate, que arrasa con lo quedaba de credibilidad en la milicia y en altas esferas de poder, resulta muy sospechoso que se haya mencionado en los medios nacionales la aprehensión del delegado de la fiscalía general de la República (FGR)en Sonora, Francisco Sergio Méndez y 5 agentes del ministerio público, porque presuntamente tuvieron en su poder más de 80 expedientes en el que se denunciaba el huachicol gate y que estos habían hecho caso omiso de dichas pesquisas y las guardaron o desaparecieron. Pero luego aparece el susodicho a aclarar que no está procesado y que sigue en el cargo.
Hay nanita dicen que cuando el río suena es que agua llega, pues quien también tuvo que aclarar que nada tiene que ver con la industria clandestina del huachicol fiscal, es el titular de la fiscalía estatal, Gustavo Rómulo Salas Chávez quien desmintió tener alguna relación con quienes son señalados de encabezar esa mega estafa nacional. Lo cierto es que aquí tienen que tener alguien, algunos o muchos, vela en ese mega tranza, porque claramente se señala al puerto de Guaymas y toda la actividad aduanal, como parte de las operaciones de contrabando. Ahora resulta que van a decir que nadie de los funcionarios estatales y/o federales sabía lo que ocurría en ese punto marítimo.
Ha y por cierto que hay fotos, si esos benditos testimonios que los prepotentes y descarados funcionarios o parientes de funcionarios se hacen, para que quede claro que son amigos íntimos de los sobrinos preferidos, del ex titular de la Marina, Rafael Ojeda. Dime con quien te juntas y te diré en que mega tranzas, en que clase de leperadas andan, que se creen vicegobernadores, pero que efectivamente se codean con todo aquel que huela a dinero, a negocios turbos. Las imágenes dicen más que mil palabras y ahí andan, no dejan mentir. Por aquello de no fui yo: es inteligencia artificial.
Mientras la fiesta sigue por estos días en que el informe de Alfonso Durazo pinta de colores del arcoíris, nuestras polvorientas calles -que gracias a la enorme cantidad de lluvias- lucen peor que nunca de destruidas. Intentaré entrar en el dulce mundo de lo que dicen que hicieron en Sonora, en el informe, capaz que también entro en fase de soñé que soñaba y me transporto a Durazolandia. Yupi, sí.
El único consuelo es que ya es el cuarto informe, eso quiere decir que queda poco, de tanta fea indiferencia contra el pueblo al que presuntamente representa, pero nada, el señor no tiene ninguna empatía por esta sociedad tinta en sangre, hundida en el desempleo, en trabajos mal pagados con un costo de vida muy elevado y con todo y ello tienen que pagar para que Durazo Montaño y su familia -que goza de una riqueza exuberante-, viva gratis, sin gastar un peso en su sostenimiento. Descaro infame, pero bueno.
El anuncio de todos los días del ayuntamiento de Hermosillo varía, pero es el mismo maldito mensaje: la zona fulana, las tales docenas de colonias se quedarán sin agua este día, mañana, pasado y lo más trágico es que no hay reducción en los recibos, el costo del aire que llega por las tuberías, semana tras semana tiene el mismo valor que el vital líquido. Que es lo único que envía el sistema de agua potable. Pero que emoción, también ya viene el informe y ahí viviremos un mundito perfectito: el que ve Antonio Astiazarán y los suyos.
Poquito que se asome uno con un ojo menos lloroso por la desgracia de la pipa de gas que explotó en la alcaldía Iztapalapa y que a medida que avancen las horas crecerá -lamentablemente- el número de fallecidos, eso sí toda la hedionda clase política salió a dolerse de la infortunio que a estas horas de domingo lleva 13 personas muertas, pero la realidad es perra, cabrona y evidencia la odiosa hipocresía de los gobernantes. Vayamos a los impunes gastos ominosos que hizo el poder legislativo para rehacer su reino de prosperidad y ellos tener sillones de cola de colibrí para que no les hieda la rabadilla, pero nadie ha llevado nada a los hospitales.
Para colmo los nosocomios en medio de la horripilante desgracia de atender a 90 personas quemadas en un inicio, empezaron a solicitar donaciones de material quirúrgico y dinero. Pusieron un número telefónico para especificar que urgía más y Sheinbaum Pardo viajando por el país, que bonita ella, no tú. Les importa pito la desventura ciudadana. Eso hace con lo que ocurre en sus narices, se imaginan lo que sucede ¿en Sonora?