La famosísima carretera de cuatro carriles, que duró tres sexenios federales ¿para ser terminada? ¿Y si quedó concluida? Una obra pública que se inici
La famosísima carretera de cuatro carriles, que duró tres sexenios federales ¿para ser terminada? ¿Y si quedó concluida? Una obra pública que se inició hace 40 años, la misma que se mantuvo en reparación por una eternidad. Pero de ¿cuánto dinero invertido hay en estos largos periodos de “trabajos en el cuerpo de esa vialidad? En el año 2019 se habló de una inversión multimillonaria, de casi 20 mil millones de pesos, y que eran varias las empresas contratadas, para la modernización de esa cinta asfáltica.
Fueron negligentes a más no poder las compañías o testaferros que trabajaron durante esos largos años en la carretera federal número 15, tiempos en que el tráfico lo dejaban en un solo cuerpo de la rúa sin señalización de ninguna naturaleza. De la nada, sobrevenía aquel ataque de miedo al ver los grandes camiones circular en lo que parecía “sentido contrario”. Así sobrevivieron los usuarios de esa vialidad. Trabajos que al final, no se supo cuándo “concluyeron”.
Andrés Manuel López Obrador la inauguró unas cuatro veces -maldito vicio de los gobernantes de dar atole con el dedo y cortar listones- junto a su gobernadora favorita, Claudia Sheinbaum. Ya con la plaza entregada, con la aceptación tácita que habría cero recursos provenientes del gobierno federal, todo pactado con el nuevo partido oficial, solo hubo silencio cómplice.
Del proyecto original en que se dijo que: “la cuatro carriles se convertirá en una autopista desde Estación Don a Nogales y de concreto hidráulico”, lo cierto es que no quedó mal la carretera, lo impresionante es como quedó “terminada”, sin acotamientos al centro o a los lados, además son unos voladeros los que hay. Por cualquier circunstancia, un vehículo descompuesto, con una llanta ponchada, se tendrá que dejar ir al desfiladero o quedarse sobre el carril de circulación.
Así que, a estas alturas, cabe la duda de cuántos accidentes automovilísticos con fatales resultados pudo deberse a ese acto negligente de no dejar los acotamientos a los lados de la carretera. Es posible que ante un percance la persona quiso salir de la cinta asfáltica y termino volcado, con toda clase de perdidas, hasta humanas. Una señora contó que volvían de Nogales y el hijo le pidió que tomara el volante que estaba cansado, era de noche y ella bajó del auto, nunca pensó ni por asomo que al abrir la puerta caería en un desnivel. De puro milagro no paso a mayores.
En algún tiempo en conversación con constructores, la pregunta ¿por qué tardan tanto los trabajos en carreteras? La respuesta fue lapidaria, entre más dure, más dinero público succionarán y ganarán todos los involucrados, en lo que debe estar incluido el moche para quien se encuentra a cargo por parte del gobierno. Hay México lindo no te acabes, que la corrupción y la podredumbre están intactas y a cada hora empeora.
La desgracia del empobrecido sector salud, es un drama que cada quien lo vive en modo y momento. Cierto que, aunque se quejen los derechohabientes de los pésimos servicios en las instituciones en que se atienden, no tienen idea de la zozobra que representa sentirse mal y adivinar qué ocurre. Con miedo que sea un problema grave, que requiera de gastos excesivos y de locura.
Lo anterior ahora que la cifra de personas fallecidas por la explosión de la pipa de gas en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, ciudad de México ascendió a 20 muertos, pero todavía hay 32 personas hospitalizadas y entre las dificultades del empobrecido sector salud, ahora trasciende que a medida que fueron llegando los cuerpos de los quemados del accidente, en ese orden sacaron a los pacientes que se encontraban ahí en terapia intensiva. Los desalojaron y si había resistencia por parte de los familiares que sabían que moverlos sería empeorar su condición, que los empleados del hospital solo atinaban a responder que el desalojo era por orden presidencial.
Ah fregado, como si valieran más unos heridos que otros, pues eso ocurrió. Para colmo siempre que se trata de víctimas quemadas, queda esa horrible sensación de que en México no hay conocimientos médicos mínimos para que puedan salvar a esas personas y a las pruebas me remito, trasladaron al Hospital Shriners for Children de Texas a Jazlyn Azuleth, niña de 2 años. No mandaron más, porque esa institución solo atiene menores de edad.
Así que entre la campaña que echó a andar el gobierno de la ciudad para la donación de medicamentos y material básico de curación, ahora resulta que tuvieron que sacar a pacientes graves, para dar cabida a los accidentados ¿cuántos de ellos habrán muerto a consecuencia de enviarlos a otros hospitales igual de pobres o más carenciados? Pero las fiestas por todo lo alto, el dispendio en el zócalo primero y ni se diga el desfile militar, priorizar a los vivos o casi muertos del sistema de salud, nunca.
Mal y de malas. Pésima señal que hayan destituido a Miguel Ángel López Martínez, el ahora excomandante de la 30 Zona militar, quien reveló, en julio de este año, que había una orden de aprehensión contra Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco (SSPC). El General de Brigada Jesús Alejandro Adame Cabrera asumió el mando de la 30 Zona Militar con sede en Villahermosa, Tabasco, en sustitución de quien abrió la boca y destapó la cloaca del escandaloso nivel de corrupción, que prevalece en altas esferas del gobierno incluida la colusión con los cárteles de la droga.
Quieren tapar el sol con un dedo y corren al militar que informó de la orden de aprehensión en contra de Bermúdez Requena, por cierto, que éste maldito y nefasto bribón ya echó a andar la excusa barata de Morena: “soy un perseguido político”. No va a pasar nada, la inmunidad e impunidad es larga, gigante, llega hasta Palenque.