No cabe duda que con dinero baila el perro, eso de comprar encuestas para que declaren que Claudia Sheinbaum trae consigo una calificación aprobatoria
No cabe duda que con dinero baila el perro, eso de comprar encuestas para que declaren que Claudia Sheinbaum trae consigo una calificación aprobatoria de 74 % y dos poderosos medios de comunicación se prestan “gustosos” a dar por buenas esos números, es el negocio. Así no haya forma de probar que eso sea real. En una mínima prueba de 20 personas, resulta que nadie de ellas ha sido entrevistado para opinar sobre la señora. La única conexión entre esas dos decenas de mexicanas, es que concurren a un sito dos veces a la semana. Es todo.
Es decir, no son militantes de partido alguno, todo lo contrario, pero es demasiada casualidad que ninguna de ellas haya sido consultada para que evaluaran a Sheinbaum en su ejercicio de gobierno, ya no entremos en detalles de si estas damas hubieran dado una opinión a favor o en contra. Salvo que las casas encuestadoras presuntas, aclararan en qué parte del país aplican sus evaluaciones y quizá salga a relucir que la gente de Sonora no participa.
De donde le va a salir una calificación aprobatoria de 74 % a la señora ¿de su eficiencia para pacificar al país? ¿Por su capacidad para detener a los ladrones de gasolina de Pemex? ¿Por qué tiene como hacer frente a la pavorosa deuda externa del país? ¿Por qué ya redujo el costo de las gasolinas? ¿Mejoraron las condiciones de vida para el ciudadano? ¿La riqueza y la prosperidad en la nación es equitativa? Por supuesto que no, ahora hay que coronar a la nueva realeza guinda, que con aquel desprecio por la transparencia solo exhiben sus gozos por tener presupuestos públicos a su alcance, para pagar sus viajes inútiles y demás lujos de que gozan.
Pero ciertamente nada de las problemáticas arriba enunciadas -por mencionar algunas- se ha logrado abatir, avanzar en algo. Cotidianamente lo único que saben hacer todos los gobiernos es jugar con los números y dependiendo de cómo les den “mejores” resultados así los presentan, pero eso es todo manipulación de las cifras, resultados reales fehacientes no hay nada.
Por ejemplo, lo que más duele y lastima: la inseguridad, pues ya entrados en septiembre, mes en el que se cumplirá un año de la guerra sin cuartel que se vive en Sinaloa, en donde por capricho del dueño del partido en el poder, de mantener a Rubén Rocha Moya como gobernador, este fin de semana los criminales entraron a hospitales y mataron en su interior a dos personas que habían sido heridas de bala y les daban atención médica, fueron rematados. Pero, ya el viernes habían disparado en las afueras de otro nosocomio en donde asesinaron a tres personas que se encontraban ahí a la espera de información de sus familiares enfermos. Esa fatal coincidencia les costó la vida.
Entonces mandó la señora a su Batman, Omar García Harfuch, pues muy carita el bato, pero los gatilleros que masacran gente todos los benditos días en esa entidad y en el resto del territorio mexicano, no les dice nada la guapura del secretario de seguridad y siguen los catorrazos sin piedad. Hacen sus ridículas mesas de seguridad, que son horas nalgas entre los altos funcionarios de procuración de justicia y los militares, si preguntaran por la validez de esas estratagemas, habría que pedirles que las eliminen, a más de 7 años han probado su maldita inutilidad.
De que diablos sirve que se sienten de madrugada a revisar la información a nivel nacional, en los estados, para luego esconderla y hacer nada por evitar las horrorosas masacres de familias enteras en Guanajuato, en Jalisco, hasta Sonora ya tuvo su crimen donde tres niñas junto a su madre fueron acribilladas, delito que luego fue limitado a “violencia doméstica”, pero ya habían informado que el responsable del multihomicidio era miembro de la delincuencia organizada. Independientemente del título que le quieran montar a los sicarios, las víctimas son niños que no tienen ninguna protección del Estado, de quien nadie se entera si son huérfanos con padres vivos.
La última estratagema ridícula a más no poder, es hacer creer que actrices de Hollywood, admiran a Sheinbaum. Siempre hay que sospechar de las adulaciones de celebridades gringas quienes de la nada ¿sacan el tema de que admiran a la señora? De tan obvios se ven excesivamente ridículos. El asunto es muy simple, esas artistas vienen a México, en sus ruedas de prensa para promover sus películas, discos o las series en las que participan, hablan de todo, lo que se les pregunta en esas reuniones y ahí es donde ocurre el chanchullo.
Si vienen a México, periodistas a sueldo, metidos a las conferencias de prensa les preguntan sobre la gobernante, que además es mujer, obvio que las celebridades van a mascarse la lengua antes de cometer un agravio contra las autoridades. Es como ir a Rusia y que les indaguen cuanto estiman al mandatario espeluznante que padecen allá, Vladimir Putin. Qué dirían ¿la verdad de lo que piensas o harás una adulación, para no ser descortés ante los anfitriones?
Es una clara campaña instrumentada que hasta parece real. Así que sí sorprende cuando en los medios aparece la nota de que fulana actriz de Hollywood admira a Sheinbaum, pero no hay una argumentación de parte de la artista, de porqué, qué hizo para merecer su “reconocimiento” y ahí es donde las palabras quedan huecas. Vanas. Vacías.
Empieza el ciclo escolar y los problemas del transporte público se vuelven más odiosos e insoportables. Ya es demasiada ineptitud, es el colmo que gobierno estatal que llega quiere volverse empresario en la materia y recurren a cada machicuepa, pero ni siquiera así sacan adelante esa recurrente dificultad con la que tiene que lidiar la gente. Es un círculo vicioso, digo sin ir demasiado profundo: calles inservibles, que causan severos estragos mecánicos en las unidades. De acuerdo a ex concesionarios, faltan mínimo 100 camiones para alcanzar un rango mediano de eficiencia.
Tengo décadas diciendo que, para desfogar el excesivo tráfico, que en Hermosillo es de 600 mil vehículos sería una belleza que sirviera el transporte público. Mucha gente dejaría sus unidades en casa, si tuvieran un servicio que proporcionara cercanía y puntualidad. A la vista otro sexenio perdido, en que no quisieron o no pudieron. Eso sí ¿nuevos concesionarios?
La detención del secretario de educación y cultura, Víctor Guerrero es un intento desesperado en el actual sexenio de Alfonso Durazo, para mandar decir, que no todas las tropelías que presuntamente ocurrieron en el sexenio de Claudia Pavlovich, se perdonaron en automático, por entregar el estado de Sonora a Andrés Manuel López Obrador. O de plano ¿fueron muy graves los ganes que dio al presupuesto público este sujeto que tuvieron que hacer algo, como fincarle cargos? ¿Es una cortina de humo?