Las casas de fraccionamiento, lindas, pero hechas de desperdicios.

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Las casas de fraccionamiento, lindas, pero hechas de desperdicios.

Demasiado glamour, mucha estética, pero sería cuestión de que protección civil, también que algunas secretarías se molestaran en mirar de cerca qué, c

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Demasiado glamour, mucha estética, pero sería cuestión de que protección civil, también que algunas secretarías se molestaran en mirar de cerca qué, cómo y con qué se construyen las casas de fraccionamiento, donde la codicia, la tranza y la trampa son los que gobiernan y después, que se friegue el cliente que compró con la ilusión de tener un techo para sí y para la familia. Y oh sorpresa en la primera reparación que se ocupa, ver por dentro de las paredes que se edificó con los materiales de peor calidad.

La tragedia es que esa forma traidora, infame y ruda de burlar los mínimos estándares de calidad para construir vivienda social, es una enfermedad que ya es modo y costumbre en todo el país. Un querido y adorado familiar en San Luis Potosí, recibió la visita del vecino, quién con toda educación le contó que su casa se humedecía y que eso era por el baño de la planta alta de él.

Si bien no era un escurrimiento sí se veía como la pared resentía el uso del baño de la casa de a lado y como decente ser humano, mi querido familiar tuvo que tirar la tubería de su baño para ver qué ocurría, porque a la vista no había fuga alguno. No sé si fue sorpresa para él encontrar la clase de instalaciones que pusieron en su sagrado hogar. Solos se rompen los materiales.

Empezó a hacer reparaciones desde el año pasado y no puede parar, porque cosa que mueven hay que repararla, cambiarla, poner ahora sí todo de calidad, porque ese es tu patrimonio el que quieres que le dure suficiente.

Curioso que protección civil estatal que se ha convertido en un verdadero mosco en la parte donde la espalda pierde su casto nombre para guarderías, escuelas privadas, contra los dueños de esas empresas. Hasta parece consigna, pero no voltean a ver las atrocidades que se cometen en los hospitales, que no cuentan con salidas dignas, ya no digas de emergencia, puertas suficientemente grandes para salir en tropel en caso de emergencia ¿y verificar la construcción de fraccionamientos? Menos, pero porqué harían eso.

A los propietarios de guarderías y escuelas privadas les han hecho la vida una miseria, al grado que una de ellas nomás no, no pudo seguir, a pesar de los cientos de miles de pesos que había invertido, primero en rediseñar la casa, que era de renta, acorde a las exigencias de la Ley 5 de Junio, que seguiré diciendo que el incendio de la estancia infantil fue un ataque político, que alcanzó niveles de destrucción costosísimas en todo sentido, pero el reglamento ese que crearon es una venganza contra lo visible e invisible por parte de las familias de las víctimas de esa desgracia.

Todo lo anterior, para contar que el domingo, sucedió una tragedia anunciada por los residentes del fraccionamiento Villas de San Lorenzo, al norte de Hermosillo. Todo empezó con una construcción que se inició en enero, sin tomar en cuenta que por ahí pasaba un arroyo natural. No, porque van a respetar los caminos que el agua elige y las consecuencias de tanta soberbia, negligencia humana y la indiferencia ante el llamado de auxilio oficial, provocó pérdidas cuantiosas.

Que hubo lluvias nada considerables, pero la crecida de ese arroyo natural venía desde otra área, lo que causó que cayera la barda que hicieron en enero, esa que bloqueaba su libre circulación y el agua arrasó tres casas del fraccionamiento Villas de San Lorenzo. Las mermas son cuantiosas en tres viviendas, 3 vehículos de modelos recientes fueron declarados pérdida total, mobiliario y demás pertenencias quedaron en ruinas.

De acuerdo con los vecinos, la tragedia pudo haberse evitado, ya que desde el viernes 15 de agosto reportaron filtraciones de agua en la barda sin que la constructora ni las autoridades municipales acudieran a prestar ayuda. Es que, de tan simple, resulta tan estúpido: bloquearon el cauce natural. En 17 años nunca había entrado el agua a las casas.

En los tiempos en que el panista, Francisco Búrquez fue presidente municipal de esta capital ¿porqué no? Su hermano aprovechó para hacer fraccionamientos, uno de ellos lo construyó en una laguna. En la primera lluvia las viviendas quedaron anegadas en el lodo. Furiosos los afectados llegaron hasta mi para denunciar su dolorosa pérdida no solo de la vivienda sino de todas sus cosas: recuerdos, fotos, muebles, etcétera. Nunca olvidaré que lo siguiente que supe fue que a los afectados los hicieron callar, con amenazas serias y todo quedó cubierto con el silencio cómplice de todas las autoridades.

Ojalá que a estos ciudadanos los más afectados no los dejen solos sus vecinos, porque apenas unidos habrá fortaleza y la posibilidad de que se hagan visibles ante la testarudes e indiferencia gubernamental. Solo en colectivo es posible que se hagan escuchar o caminar hacia la vía legal y que las culpas emerjan, pero con suficiente dinero para reparar los perjuicios causados.

A propósito de esa presunción de que Andrés Manuel López Obrador abatió la pobreza, no creo mucho las cifras fantasiosas que se aplauden desde palacio nacional, en su presidencia emérita, pero si es clarísimo que a sus hijos los arrancó de tajo de la indigencia, pese a no tener oficio, ni beneficio concreto, mucho menos trabajo pagado. Cómo es que entonces su vástago, su homónimo se gastó en su viaje a Japón, 47 mil pesos en una cena.

El hijo del promotor de la pobreza franciscana se atragantó con platillos que en una sola sentada le costaron 47 mil pesos, que, para un mexicano promedio, significaría su sobrevivencia de dos meses o hasta más. Me rebano los sesos, pensando que puede costar eso ¿alas de colibrí con mondó? Es un invento mío.

Ya que andamos con estas ternuritas, hay algo que por alguna razón no he olvidado: la suntuosa y apoteósica fiesta de 15 años que el primer holgazán, José Ramón López, le hizo a su hijastra en Culiacán, Sinaloa. Que la abundancia y prosperidad en la dichosa fiesta era indescriptible. Como tres vestidos de diseñador, usó la cumpleañera. Para empezar, ellos no son oriundos de esa entidad ¿cuál fue el motivo de llevar la celebración a ese santuario? Es una gran duda ¿alguien sabe por qué fue ahí? Nomás, para quitarme del pendiente tú.