Sí gracias a la mano de obra ¡gratis! De miles de estudiantes de enfermería y medicina que pululan en los hospitales del país ¿Qué sería de los mexica
Sí gracias a la mano de obra ¡gratis! De miles de estudiantes de enfermería y medicina que pululan en los hospitales del país ¿Qué sería de los mexicanos sin esa fuerza joven de recursos humanos que cuestan nada al paciente ni a la institución en que prestan sus servicios? A los que les urge ser enseñados con amor, con ética, con dedicación, porque sus buenas intenciones sin la dirección de los profesionales, no es suficiente y los pone en riesgo a ellos al igual que a sus pacientes.
Otra vez ¿qué sería de los ciudadanos sin esa mano de obra gratis? La que sale de las universidades, quienes tienen muchas ganas de aprender y no siempre tienen la guía experta, para hacerlo de manera extraordinaria y avanzar en sus habilidades profesionales. Recordé la historia de un amigo que fue operado de una rodilla en el hospital Ignacio Chávez, estaba sedado de la cintura para abajo, así que escuchó cuando el médico le dijo al alumno: no ese hueso no lo ¡cortes! Y nada solo se oyó el crujir del pedazo arrancado de tajo.
Al paciente no lo vas a engañar, estaba ahí. Luego lo dieron de alta, pasada la “recuperación” y no dijeron nada de: “mire pasó esto lamentablemente, luego haremos tal o cual cosa”. Nada ni una palabra del incidente y este el clásico hombre, solo quería salir sin más averiguación. Cara le salió la prisa, duró dos años con un intenso dolor muscular, insoportable. Le cambió hasta su modo de hablar, el sufrimiento le hacía imposible la vida. Hasta que volvió al nosocomio y lo volvieron a intervenir.
Le dieron más de 30 puntadas desde el muslo hasta la pierna, ojalá que haya quedado bien, espero que sí. El alumno no tuvo suficiente información de cuál era el problema, por parte del titular de esa área, en que se le tenía que hacer y cómo. Hasta parece acto de maldad, para desgraciar la vida a los involucrados, como aquí en que ocurrió la amputación de ese hueso de la rodilla.
Hablar de lo que sucede en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es perder el tiempo, la mayoría de la población sabe lo que implica ser derechohabiente de ese organismo, pero nunca como ahora la colisión que se vive ahí. Hace cosa de tres semanas, el área de urgencias estaba a tal grado de atiborrado que no había ni siquiera sillas donde poner a los pacientes. Afortunadamente los dejaban quedar, que peor hubiera sido que los echaran, sin esperanza alguna de ver sus dolencias.
Uno de estos pacientes es un familiar, quien testarudo como el solo se negaba a usar bastón, o la andadera indispensable por su discapacidad y nomás no entendía. Para colmo a finales del año pasado sufría unos extraños desmayos, perdía signos vitales y hasta ahora no saben que los provoca. A este hombre de 61 años, lo operaron, que era casi ambulatoria y nada, se le subió la presión y lo tuvieron que dejar dos días internado.
Tres semanas después se descubrió que algo pasaba, la herida de la operación se convirtió en infección, una abundante fuente de fluidos. Así que lo llevaron al IMSS y todo para encontrar una aglomeración inmanejable. Ciertamente que se agradece que lo hayan dejado “quedarse”. De jodidos, no lo echaron, pero como no había donde ponerlo, se quedó dos días y una noche sentado en la andadera. Intentaron ponerle un suero y no había atril, para colgar la bolsa y se la dieron para que la tuviera en las manos. A la espera que algún bendito ser humano desocupara uno.
Así se quedó dos días y una noche, en esas condiciones, pero no era el único que estaba a la espera de una silla o en el mejor de los casos una cama. Con lo avanzado de su infección había peligro, lo bueno es que llegó el médico que lo operó y ahí en la andadera le suministró medicamento. El problema de salud fue tan grave que lo atendieron más de dos semanas, en el inter lo operaron, dejaron abierta la herida y finalmente le cerraron la nueva abertura. Por fin fue dado de alta.
Se trató de un olvido, no poner drenes en la operación o de nuevo, no hubo suficiente información a los médicos aprendices del procedimiento que tendría lugar ¿y? El IMSS no aguanta ese tamaño de carga que se le echó encima en el anterior sexenio y como en todo, ahora sigue la segunda parte de las aberraciones ya probadas y padecidas.
¿Cuántos de ustedes saben qué el gobierno de López Obrador desmanteló el sistema de salud en todos los estados de la República? En lo que se dejaron. Ahora la federación -quiero creer- son dueños de los edificios construidos con dinero de los sonorenses. La gran preocupación es para qué necesitaba el anterior sexenio apoderarse de la infraestructura sanitaria, además de volver al sometimiento absoluto a las decisiones del centro, pero es ¿con algún propósito perverso? ¿Venderlos en un futuro?
El año pasado el director de un hospital, furioso me dijo que le reclamaban los títulos de propiedad del edificio donde él estaba asignado y su respuesta fue: cómo voy a saber de eso si no tengo tanto tiempo en el puesto. López Obrador se apoderó de todos los inmuebles que se construyeron con dinero de los sonorenses y no hay explicación que valga.
El sistema de salud mexicano no está peor, más peligroso porque hay millones de estudiantes de medicina que dan vida y corazón en los hospitales a cambio de nada, gratis, a ello hay que sumar a los alumnos de enfermería que son otro ejército de recursos humanos sin costo. Que sería de los enfermos sin ellos. Mientras, el dinero en la materia se usa para cualquier cosa, como traer médicos de la República de Cuba, mientras los nacionales andan en el desempleo o en el subempleo.
En otro asunto, digo ¿es sorpresa? Que al menos seis camionetas totalmente calcinadas y dos cuerpos sin vida, carbonizados fueron localizados por madres buscadoras entre el ayuntamiento de Sáric y su comisaría, el Sásabe. Toda la zona fronteriza es tierra de nadie, desde hace décadas. A finales de los 80´s por 3 días o más las calles lucían desoladas y luego el silencio era irrumpido por la fiesta: habían regresado de burrear, actividad única para la juventud: cruzar droga a lomo a EU.
Esa actividad criminal que dejó esos vehículos y dos seres humanos calcinados, es solo parte de una metástasis que cubre todos esos municipios mal llamados del tercer mundo desde hace demasiados años y que nadie quiere ver, menos atender. Claro que esa anarquía, esa inseguridad, deja mucha ganancia, millonarios fondos para que la inmunidad e impunidad reine. Hasta que llegue el día en que ni toda esa riqueza les servirá para salvar su honra ni sus vidas ¿Faltará mucho?

