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Causa y efecto.

¿Recuerdas a esa persona que te causó daño sin razón aparente? ¿A esa persona que no pudo verte brillar porque le carcomió la envidia? ¿A quién te h

Hay un juez llamado tiempo que pone a todos en su lugar
¡Acéptame como soy!
Elige un niño y conecta con la herida que mamá dejó.

¿Recuerdas a esa persona que te causó daño sin razón aparente?
¿A esa persona que no pudo verte brillar porque le carcomió la envidia?
¿A quién te hizo daño y fingió que no había hecho nada?
¿Qué envenenó a los demás para que también te juzgaran?
¿Que inventó cosas que nunca hiciste y dijo cosas que nunca dijiste?

Bueno, mejor tenle compasión. ¿Sabes por qué?
Porque esa persona, aunque se vea normal por fuera, realmente está vacía por dentro.
Está vacía de amor.

Sí, suena fuerte, pero nadie que hace daño está sano en su interior
Parece una locura, pero es verdadero.

Las demás personas sólo pueden hablar de lo que ellas son, no de lo que tú eres.
Por ello, la próxima vez que alguien te haga algo, o te diga algo, piensa que la persona que está mal no eres tú.

Eso sí, tú sí eres responsable de lo que te suceda, de con quien te juntas y de que sigas recibiendo ese trato. Las personas no van a cambiar. El cambio tiene que ser tuyo.

La vida a veces te pone en estas situaciones para que aprendas a QUERERTE, y la forma de demostrártelo a ti mismo, cuanto TE AMAS Y RESPETAS es: ¡alejarte veloz!

Haz que tú belleza espiritual nunca se opaque con las habladurías, ni tu corazón se ponga triste por la envidia de la gente, porque el universo es quien te cuida y te bendice.

Porque tú eres Luz y tienes la capacidad de ser y crear amor. Recuerda que las proyecciones tienen que ver con ellos, no contigo, agradece y sigue tu camino. Porque tú tienes la capacidad de crear valor.

Y no depende de lo que opinen los demás sobre ti.

Que la magia del universo trascienda en ti, derrame una lluvia de bendiciones de energías y vibras positivas.