Dos noticias una mala y la otra “x” y es que anuncian con bombo y platillo que una vez más la realeza gobernante, viajó, comió, bebió, se fue de compr
Dos noticias una mala y la otra “x” y es que anuncian con bombo y platillo que una vez más la realeza gobernante, viajó, comió, bebió, se fue de compras en el marco de la presunta celebración por 66 años de existencia de la Comisión Sonora-Arizona ajá ¿y luego? Nada, no hay nada palpable, fehaciente, que no sea la fayuca con que volvieron los funcionarios y es todo ¿Algún beneficio para los que siempre son espectadores de tan magno evento? Absolutamente nada.
De las grandes tragedias del Nogales pobre, por supuesto al de México, donde ocurría cada desgracia, una en particular caló hondo y profundo luego que un incendio arrasó con una casucha que dejó gravemente heridos a dos menores de edad y la clásica decisión, en medio de tantas carencias en salud, en que no hay como atender a víctimas de quemaduras, los quisieron trasladar a Estados Unidos, una operación extremadamente tortuosa. Los niños no tenían documentos, los consumió el fuego.
Era una ambulancia de Cruz Roja, que se entiende que cuenta con reconocimiento mundial en la atención de víctimas y aquí niños, en el que primero trasladaron al más grave y el paso por la garita fue pasmoso, parsimonioso, como si se tratara de un trámite migratorio cualquiera, de rutina. Es entonces cuando descubres a la mala, a la muy mala que las relaciones con los vecinos son bisutería barata. Litros de babas, que resultan en cero ganancias.
Dos horas o más se quedó la ambulancia detenida en el cruce a Nogales, Arizona, aquello fue una infamia brutal de los funcionarios, del personal de la aduana, para colmo otro día tuvieron que repetir la operación, el traslado de la otra criaturita. Es cierto, porque hay que pedirles ayuda con asuntos que este país ya debería tener resuelto: la salud de sus habitantes. Pero no, ni ayer, ni ahora.
Si aquí no se robaran con tanto descaro y cinismo los bienes públicos, claro que ya habría servicios de salud de calidad y a estas alturas sanatorios para personas quemadas, pero no que va. Así que en cada accidente con fuego que sufren no solo los sonorenses, los mexicanos, hay que rogar para que las victimas puedan llegar a los centros de ayuda de los hospitales Shriners, cuando son menores, si son adultos, ni tienen opciones, más que quedar destinados a morir.
Dije que eran dos noticias, la otra es que dejaron entrar a Alfonso Durazo a Estados Unidos y lo mejor, -para él, obvio- es que lo dejaron salir de allá. Así que quién sabe como es que se filtró aquella información de que lo acusaban de terrorismo y que habría una orden de aprehensión en su contra y obvio que se le retiraría la visa americana. Pues ahí tienen, nada pasó, las sospechas sobre su persona es posible que queden en el ambiente o se escabullan en medio de este mundanal ruido.
Cuánto dinero público desperdiciado con las reuniones de la inútil comisión Sonora Arizona, no hay que olvidar que justo en esa entidad, los gobernadores son anti migración justo ahí, se anida toda una corriente política en contra de los mexicanos, en un ambiente hostil donde se aplaudían los abusos del sheriff, Joe Arpaio, quien como ningún otro funcionario atropellaba con su poder y vestía a los presos con trajes de color rosa.
“Joseph Michael Arpaio es un antiguo agente de policía estadounidense. Fue elegido Sheriff del Condado de Maricopa, Arizona desde 1992 hasta 2016. Arpaio solía identificarse como «el sheriff más implacable de Estados Unidos», adoptando a partir de 2005 una postura muy pública en contra de la inmigración irregular” (Wikipedia).
En otro asunto sumamente delicado, en que los especialistas en el clima no se cansan de advertir que llega la canícula, que es un periodo de altas temperaturas durante el verano. Digo, por si los sonorenses la estuvieran pasando súper, mega genial con los 48, 49 grados del mes de junio, que será del 3 de julio al 11 de agosto, aproximadamente 40 días, en que algunas zonas del país, especialmente el sureste, la costa del Golfo y el Pacífico, experimentarán temperaturas superiores a los 45°C.
Qué significará para Sonora, que sin el inicio de la canícula, el estado se encuentra en un solo fogón, que solo varia por la constante de humedad que hay en algunas ciudades, lo que hace más insoportables las altísimas temperaturas. Pero aquí, ni ahora, ni ayer, ni nunca jamás nadie se ha molestado por establecer una mesa de diálogo, un programa especial para analizar los gravísimos costos que representa el calor, con las terribles tarifas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que pone a temblar a las empresas que requieren refrigeración para todo.
La sobrevivencia del ciudadano promedio, incrementa infamemente tan solo por el costo de la electricidad, en que la citada tarifa de verano, parece, pero mentada de madre o lo que es lo mismo un mejoralito para un infarto ¿Cómo se vive con temperaturas dentro de las casas por arriba de los 45 grados? Los abanicos de techo que antes se podían utilizar de perdida por las mañanas, ahora no son suficientes.
El calor destruye todo, despega zapatos “guardados” -para mejor ocasión, úsalos antes que queden inútiles-, igual son pérdidas no previstas de insumos personales. Las temperaturas son muy superiores cada año, pero los temas vitales sobre las causales del calentamiento global, la falta de espacios verdes, de zonas arboladas no son temas que importen mucho a los reyezuelos que se ostentan como gobernadores.
Otra, que vivimos en el desierto y sin agua. Hoy me reportó un fino amigo que, a su casa, que se localiza en el extremo sur de la ciudad, les llegó chocolate en lugar del vital recurso que debe ser incoloro, inodoro e insaboro ¿qué no? Tantas carencias esenciales y fundamentales que resueltas o atendidas harían menos miserables la vida de los seres humanos, pero aquí estamos, ignorados como siempre y los mismos rufianes imponiendo nuevos castigos, nuevas formas de violentar los derechos de los mexicanos ¿cómo para qué? Porque pueden someter y con ello perpetuarse en el poder. Y ya es un hecho.
El calor mata y la desesperanza de este México que cada vez luce más podrido, también.