Sí por supuesto que fue muy extraño ver a un tipo sonriendo, de oreja a oreja, quien presuntamente se había “alzado” con la victoria para ser parte de
Sí por supuesto que fue muy extraño ver a un tipo sonriendo, de oreja a oreja, quien presuntamente se había “alzado” con la victoria para ser parte del Tribunal de Disciplina Judicial en Sonora, como parte del mega fraude en la elección del poder judicial. Y luego el sujeto renunció, así sin más, con la clásica excusa de: por asuntos personales. Pues sí, se tardaron más de 10 días en que trascendiera la razón de esa torcida historia. El punto es simple: la mapachería panista se excedió con el apoyo a los del “corral” de Célida López.
Esta buena la chunga, resulta que los panistas, disfrazados de Morena, se enfrentaron a los priistas también ataviados del color guinda, -el chiste se cuenta solo- mapaches electorales enfrascados en la trapacería, ahora todos son miembros del partido único nada más que para la fraudulenta y corrupta elección del poder judicial, hubo diferencias y cada quien quería poner a los suyos en este entramado de intereses mezquinos, políticos. A Célida López, titular de la Sagarpa se le olvidó pedir su consentimiento a su jefe, Alfonso Durazo para trepanar a los suyos.
Así es como vimos sin entender, por qué de la inesperada renuncia de Daniel Humberto Acedo Fimbres, quien obtuvo la mayor votación entre los hombres en la elección del 1 de junio. Con un total de 78.492 votos, equivalentes al 22,64% de la votación masculina, Acedo había asegurado su lugar como magistrado del nuevo órgano judicial. Luego presentó su dimisión al cargo, la cual fue ratificada y aceptada por el Consejo General del IEE el 3 de junio.
Tal cual, la mapachería de los panistas, quienes, en tiempos del corrupto ex gobernador, de siete suelas, Guillermo Padrés, sus habilidades, conocimientos para atentar contra la legalidad de los procesos electorales fueron de tan alta “escuela”, que los leperazos monumentales, se fueron a todas las entidades del país a apoyar a los blanquiazules, en cada elección. Por allá agarraban a un monigote, luego a otro, pero nada que llevara a castigos ejemplares a aquellos abusos de poder.
Hay una tragedia en Hermosillo, que quedó sepultada como tantas otras cosas, -por así convenir a los intereses del poder económico y financiero- cuando un regidor del PAN, contrató jóvenes para que se robaran urnas en las casillas -no ahondaré mucho en el asunto-, por allá en el norponiente justo eso hicieron los esbirros quienes hasta dispararon con armas de fuego a la hora del atraco, al huir con las cajas, uno de los muchachos cayó del pick up en movimiento y quedó mal herido. El mismo que falleció a los días en el hospital.
Una tía de la víctima me contactó cuando el muchacho ya había muerto, quería saber cómo y quién debía responder por los hechos y la tragedia del joven fallecido. Su falta fue ser de extrema pobreza, vivía con su madre en Nogales, llegó a Hermosillo a buscar una oportunidad laboral, la misma que le causó su fallecimiento. No hubo nada de apoyo para la familia del difunto, en aquellos tiempos de Padrés Elías en que había un abuso excesivo de los recursos públicos para fines partidistas.
Pues lo mas granado de ese corrupto panismo, lo acogió Alfonso Durazo en sus tiempos de dirigente estatal de Morena. Hizo sus amarres con esa clase política corrupta, mafiosa y especialista en mapachería electoral. Así que para nadie debería ser sorpresa que Célida López aprovechara la elección judicial para colocar ahí a los suyos, ops, solo que se fue por la libre.
Daniel Humberto Acedo, es esposo de la tesorera del Estado, María Lizbeth Gardner Ortega, quien ocupó ese mismo cargo cuando López Cárdenas, fue alcalde de Hermosillo en 2018-2021. Acedo había asegurado su lugar como magistrado del nuevo órgano judicial, pero lo hicieron renunciar.
Que hay una mujer que no conoce la “o” por lo redondo, en materia de procuración, administración e impartición de justicia, lo que se evidencia por los videos que circulan de ella en las redes sociales, cuando la entrevistaron para incluirla como candidata al bodrio, que pomposamente llamaron elección judicial. Que con ella se fueron de bruces con la mapachería y sí “ganó” un lugar en el Supremo Tribunal de Justicia en Sonora.
Más de 150 mil votos “consiguió” la analfabeta orgánica, que capaz que ni abogada es y se compró el titulo allá en Tepito en la ciudad de México, la que no rebuzna porque Dios es grande. Ella es parte de los “protegidos” de López Cárdenas y hasta ahora no se sabe si también le “pedirán” de forma voluntaria, por “asuntos personales”, que renuncie al huesote que acaba de ganar. Jajajajaja.
No sé, esto además de porquería inmunda es nefasto, desvergonzado, pero aplico el dicho de si te acuestas con niños no te sorprendas si amaneces orinado, Alfonso Durazo Montaño ¿se llamó robado? ¿Está sorprendido de su socia? Si haces alianzas con lo más granado de la mapachería panista, aquí está el resultado. Ni modo que se les quite las malas costumbres. Como el perro que come huevo, aunque le rompan el hocico.
En otros delicados asuntos, otra vez Sonora en temas nacionales, de corrupción, de tráfico de influencias y de ingreso ilegal al país de millones de litros de diésel. La empresa Servicios Especializados de Investigación y Custodia, contratada por la Marina para vigilar el puerto de Guaymas es responsable de la llegada a México de más de dos millones de litros de diésel, el 20 de marzo. Con un contrato vigente de 65.6 millones de pesos, dicha firma, propiedad del cónsul honorario de Nicaragua, Elías Gerardo Valdés Cabrera, quien acumuló transacciones por casi cuatro mil millones de pesos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En investigación del periodista, Jesús Ibarra, publicada en la revista Proceso, refiere que esto que ocurre y encabeza, el nicaragüense, Valdés Cabrera, es delincuencia organizada. “Además, abrió otras dos empresas en la Ciudad de México, en las que uno de sus accionistas es Roberto Carlos Avendaño Vázquez, socio en otra empresa creada por David Ashdruval Martínez Hernández, hijo del general en retiro Audomaro Martínez, quien fue el titular del Centro Nacional de Inteligencia en el sexenio lopezobradorista.
Que bonito lo bonito ¿No? Y dicen los bendecidos por el guinda ¿Y antes no robaban? Por supuesto que ocurrían toda clase de bajezas e inmundicias, pero a eso llegaron los impolutos de Morena, pero salió jodidamente peor el remedio que la enfermedad. A las pruebas me remito.