Que hasta el pasado mes de mayo, más de 14 mil personas que viven en Estados Unidos (EU)se unieron al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), baj
Que hasta el pasado mes de mayo, más de 14 mil personas que viven en Estados Unidos (EU)se unieron al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), bajo el esquema de Personas Trabajadoras Independientes (PTI), así con esa emoción, gozo y placer lo anunció, Luisa Obrador Garrido Cuesta, titular de la Dirección de Incorporación y Recaudación (DIR). El organismo que ya daba patadas de ahogado desde finales de la década de los 80’s, luego todo fue cuesta abajo. Pero ¿qué necesidad?
La funcionaria del IMSS con singular orgullo aseguró que los beneficiarios pagan alrededor de 88 dólares mensuales para formar parte de esta modalidad que incluye los cinco seguros del Instituto.
“Al estar en México les permite recibir a los asegurados y a sus familias: atención médica, hospitalaria y farmacéutica. Seguro de riesgos de trabajo, apoyo económico en caso de invalidez o fallecimiento; pensión por retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, así como acceso al seguro de guarderías y prestaciones sociales”.
La señora Obrador vende a los mexicanos “ricos” (ganan en dólares y viven en EU) un seguro social que solo existe en la cabeza de los funcionarios de ese organismo, además si ya hace décadas estaban sobrecargados de derechohabientes que eran legítimamente quienes participaban como trabajadores en forma tripartita, junto al patrón y aquello era una agonía para recibir atención médica, ahora es un maremágnum, difícil hasta para el propio personal enfrentar las necesidades de atención, en medio de tantas carencias.
Y lo sufren los derechohabientes, el año pasado en mayo un sobrino se puso grave, no podía respirar, lo trasladaron a Nogales y allá lo mantuvieron con oxígeno, luego lo estabilizaron y descubren que no solo tiene piedras en la vesícula, sino que además hay una infección. Con todas las vicisitudes lo llevan a quirófano, lo operan y al tocar el órgano afectado se revienta. Aquello fue de terror, por poco y no la libraba, así se lo dijo el cirujano.
Casi 9 horas duró la intervención que en resumen fue limpiar aquel desparramadero de líquidos que se hizo con la vesícula infectada, así que ese fue el motivo de la tardanza en dicha operación. Fue tan delicado lo que ocurrió en el quirófano, que después de que pasó aquel episodio de muerte, no podían creer la rápida recuperación que tuvo en las horas siguientes. Le pusieron tres drenes. Al fin fue dado de alta y que lo atendieran en su clínica en Benjamín Hill y que ahí le tramitarían la cita en Hermosillo u Obregón para volver a revisar que todo estuviera bien: el hígado, el páncreas y estomago para concluir el tratamiento.
Nunca pudo conseguir la cita, en ninguna de las dos sedes: Hermosillo u Obregón y pasaba el tiempo hasta que los drenes se empezaron a infectar, lo que causó problemas de salud al paciente y tuvo que regresar a Nogales. Le cambiaron las mangueras y lo mandaron a su casa a esperar la mentada operación (revisión en realidad). Un día su cuerpo sabio las tiró, las echó del cuerpo y eso significó que sanó solo, sin que jamás pudieran darle esa ultima atención que a decir del cirujano se requería.
Historias como estas sobran en cualquier esquina de cualquier ciudad y así este gobierno tiene el descaro de aglutinar más derechohabiencia, que ahora pagará cuotas en dólares, es solo falta de sentido común, escaso criterio tiene el gobierno federal. Lo único que queda claro es que en este sexenio se acabará lo que queda del organismo o lo dejarán en ruinas con costos muy altos por la pérdida de vidas humanas.
Ahora los derechohabientes tienen que esperar por meses a recibir una bendita llamada del personal para hacerte saber que serás programado para tal fecha para que ingreses al quirófano. Entre el miedo y la incertidumbre natural de una operación, los riesgos, más la agonía de no saber cuándo ocurrirá. Creíamos que en abril operarían a un familiar, hello, ya llegó junio y la dichosa voz angelical que llame al paciente no ha llegado. Tampoco hay el detalle fino de comunicarse con él para darle una excusa barata, pero al fin informarle porque no y cómo para en que año sí sucederá.
Pero la señora Obrador vende la atención del IMSS como cosa perfecta, divina, servicios de primera, bien por ella.
Con el verano hermosillense, llegan los calores arriba de 40 grados, se sienten de más de 50 pero lo que también llegó son los apagones. En San Pedro el Saucito es uno o dos diarios, de rigor ¿cuándo serán? A cualquier hora. Hoy me tocó estar en la colonia Palo Verde y se fue el servicio de electricidad. Para bien o para mal, regresa rápido, pero hay que esperar a que todo se reestablezca, que todo funcione de nuevo, que nada se descomponga.
Que hasta el 80 por ciento de los usuarios sufren apagones en estos días y la gravedad es que no falta el equipo electrodoméstico que se vaya con el apagón, que deje de servir.
Ya llegó el drama de Sinaloa a Sonora o nomás se mueve el monstruo de siete cabezas de aquí para allá y de allá para acá. Tres ataques con armas de fuego ocurrieron en Hermosillo en hechos separados en distintas zonas de la ciudad, que dejó dos personas lesionadas y en un tercer incidente solo hallaron casquillos percutidos, todo en un lapso de 24 horas.