Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) se pronunció este domingo sobre el ataque a las bases nucleares iraníes por parte de Estados Unidos (EU), a través de re
Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) se pronunció este domingo sobre el ataque a las bases nucleares iraníes por parte de Estados Unidos (EU), a través de redes sociales, hizo un llamado a la paz. Esto es ¿descaro, cinismo, hipocresía? Todo México se ha convertido en el último año en un verdadero peligro, lo mismo transitar por carreteras de día, de noche, es un riesgo mortal. El secuestro está a todo lo que da igual que la desaparición forzada. Este fin de semana murieron ¿docenas de ciudadanos?
Y la responsable de atender la tragedia mexicana, porque cobra como si supiera, se puso en modo naciones unidas. Quiere la paz, pero en medio oriente, aquí en territorio nacional, le importa un pepino la tragedia de cientos de familias enlutadas por las muertes de los suyos y son todos territorios que “gobierna” -que lo hagan o no es, ese es otro conflicto- el partido oficial.
Ya entrada en su propósito de apelar al buen juicio en el mundo, Sheinbaum reflexionó que: “La guerra es el mayor fracaso de la humanidad. No hay futuro en la destrucción sino en la fraternidad… (bla, bla, bla)”. Los únicos mexicanos que les importan a estos “nuevos dueños” del país (son ajonjolí de todos los moles, un licuado de todos los partidos) son aquellos que no se encuentran en territorio nacional. Cada desgracia allá y más allá, rápido salen los patéticos de la secretaría de Relaciones Exteriores a avisar que no hay víctimas nacionales. Los políticos llevan en la sangre la traición a la patria.
Es que las masacres en territorio nacional, esas se ignoran, por así convenir a los intereses de la burocracia de oro. Es tarde ya de lunes y no hay resumen de homicidios dolosos de este fin de semana que acaba de concluir, pero si hay registro de la escalada de violencia en Guerrero donde fueron sacrificadas 17 personas, 5 calcinadas en un transporte público, más 8 víctimas en Baja California Sur. En Sinaloa otra docena, nada más que oficialmente reconocen tres, más casas incendiadas.
Lo que, si es que, en México los asesinatos, superan las muertes ocurridas en los 5 días de guerra entre Israel-Irán. Ese enfrentamiento que tanto preocupa y ocupa a Sheinbaum, reconoce un total de 254 fallecidos, mientras que en la nación azteca en el mismo periodo dejó como saldo 294 asesinatos.
En Sonora también hace agua, así que reportaron enfrentamiento entre elementos de la Guardia Nacional y un grupo armado que dejó cinco agentes y civiles heridos, en el municipio de Cumpas. Los hechos, alrededor de las 21:00 horas de este domingo 22 mientras se realizaba patrullaje.
Ayer preguntaba quiénes fueron en Sonora, qué han hecho por esta pequeña patria los flamantes esposos y ambos diputados federales, la parejita vividora que se cree intocable y que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) les dio “la razón”, me refiero a Diana Karina Barreras, del PT, esposa del morenista Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados, ah pues claro, que sí al señor se le perdieron 83 millones de pesos en el sexenio más corrupto -que es demasiado decir- del panista, Guillermo Padrés Elías.
Que ese millonario presupuesto se le dio para iniciar los trabajos del nuevo sistema de justicia penal ¿Qué hizo? Nada, hubo cero avances y la cuenta bancaria quedó igual sin un solo peso. Y tan suertudos que la mierda Fiscalía estatal anticorrupción sirvió para una pura y dos con sal. Así que ese mayate también, se fue con todo y hebra. Ah, pero ahora el dúo diabólico se cree hecho a mano, más aún que nadie puede quejarse de su aberrante proceder en que ambos son diputados federales, como si todos en Sonora o más bien dicho los militantes de Morena fueran idiotas, entonces solo ellos dos, solitos solos, pueden tener acceso al poder legislativo. A eso se le llama nepotismo e influyentismo.
Se acuerdan como les repetía una y otra vez que todo aquel que cobra en el gobierno, así sea la Sheinbaum, Alfonso Durazo, la realeza del poder judicial y el legislativo son empleados de los ciudadanos, pero en serio, esa es una verdad de a peso y como tal, puede y debe la sociedad exigirles, reclamarles y obligarlos a justificar su presencia en esos cargos públicos. Y no andar de arrastrados, de limosneros, haciéndose fotos con ellos, pidiéndoles autógrafos ¡Dios de mi vida!
Pero la realidad es cruda y grosera ¡miren donde estoy yo! Forzada al retiro de los medios de comunicación electrónicos y la sociedad, encandilada, engatusada por quienes les dan cristales rotos en lugar de piedras preciosas. Quien cree que aún es libre es porque no conoce el tamaño de su jaula.