La maldad, la vileza ha existido siempre, todavía me asusta recordar que en la década de finales de los setentas en que llegué a la secundaria, Juan E
La maldad, la vileza ha existido siempre, todavía me asusta recordar que en la década de finales de los setentas en que llegué a la secundaria, Juan Escutia, en la colonia, Villa de Seris (1978-1981) en que las drogas llegaron con fuerza y atraparon a algunos compañeros, de algunos jamás lo hubiera imaginado, pero uno quedó adicto hasta estos días. Pues él con otros dos alumnos, rompieron las 4 llantas de la trabajadora social de la escuela. Porque le levantó reportó por alguna falta.
Para colmo todos los participantes de ese ataque a Lorenia, la trabajadora social, tenían ambos padres, el más salvaje y seguro que quien fue el caponero, era hijo de un profesor, su mamá ama de casa, quien -por sentido común- siempre estaba ahí para cuidarlo, guiarlo, atenderlo, quererlo ¿y luego? Lo que se hereda no se hurta, salió difícil el muchacho y nunca se quiso componer. A sus casi 60 años sigue en la adicción.
El padre tuvo que pagar las 4 llantas del vehículo de la dama y el muchacho quedó expulsado del plantel. El tema es que, si hace 45 años, no faltaba el chamaco que hiciera cosas totalmente fuera de lugar, ataques contra funcionarios académicos que representaban a la institución escolar y que estaban ahí para exigir buen comportamiento en los alumnos, respeto a las reglas sociales, de convivencia y que querían que se tuviera una actitud apropiada, acorde a una escuela.
Por supuesto que, yo no me aferro a que todo pasado fue bueno, por supuesto que no, solo que la población era mucho menor que ahora. Por eso en lugar de un alumno sublevado en las secundarias, ahora hay una docena, se multiplican las cifras a la par del crecimiento poblacional, ahora para colmo con las benditas redes sociales, los menores no solo tienen un comportamiento errático, estúpido, arriesgado, peligroso, sino que además filman y publican sus delitos.
Que fortuna para las autoridades, que los aprendices de bandidos se exhiban a través de las redes sociales con sus “divertidas acciones” y, por ende -quiero creer que ya los identificaron. Que ya lograron detener a uno de ellos, el mismo que ya fue puesto a disposición del Juez para las investigaciones correspondientes y tres más faltan por ejecutarles la orden de aprehensión.
El jueguito con el que se quisieron entretener estos rufiancetes fue incendiando vehículos, Gustavo Rómulo Salas Chávez, fiscal general de Sonora, aseguró que esa es una práctica, popular entre jóvenes, que consiste en usar una botella con gasolina que colocan en el vehículo, para quemarlo, luego toman distancia para lograr una buena toma, una buena imagen de su fechoría y publicarlo en redes sociales.
Que no son actos de delincuencia organizada, explicó Salas Chávez, todo lo demás sí es responsabilidad de las bandas de narcotraficantes, pero esto, de este momento, la quema de vehículos, son chiquillos que se inician en la actividad bandida en Hermosillo. Actualmente cuentan con tres denuncias por vehículos dañados, y buscan la posibilidad de fincarles cargos civiles a los padres de los jóvenes involucrados.
En otro asunto curioso que no queda muy claro en qué diablos consiste, pero que hay graves problemas en la cantina más grande de la ciudad, la Expo ganadera. Por lo pronto hay 14 personas detenidas, tres mujeres y 11 hombres, por fraude. Aparentemente estos sujetos cuentan con un stand donde ofrecen juegos de azar con dados y cuando el cliente gana ya sea electrodomésticos o sumas importantes de dinero, se niegan los dueños del lugar a entregar los premios prometidos.
Ojalá que a la gente no se le olvide que cuando viene gente que trabaja en ferias, con más razón en la ganadera, que son muchísimos los comerciantes, ofertantes de servicios o mercancías, por ahí se cuelan algunos con muy malas costumbres y feos modos de vivir. Van por las calles quesque vendiendo joyas de oro y nada que son miserables tuercas de fierro, bien puliditas, bonitas que efectivamente brillan, pero no tienen valor alguno.
Y el chisme candente de la mudanza de los Guzmán, que tiene a todo mundo boca abierta para empezar ¿dónde estaban refugiados? ¿Cómo en medio de esa refriega mortal que encendieron desde septiembre pasado en su estado, Sinaloa pudieron llegar a la frontera? ¿el gobierno mexicano, los escoltó hasta allá, en forma clandestina? Pero particularmente hay una gran incógnita ¿cómo han logrado sobrevivir 8 meses de fuego cruzado? Que llegaron en vuelos privados a la frontera.
Mientas tanto esta semana asesinaron a un menor de 15 años en Culiacán, Sinaloa, con el que sumaron 40 niños que no lograron sobrevivir a esa andanada de balas que ha mantenido en vilo la vida de los habitantes de todo el estado.
Son de esas ironías de la vida, que la violencia narca la propiciaron los Guzmán y ahora 17 de ellos -más los tres presos Ovidio, Joaquín padre y el hijo homónimo- lograron ponerse a salvo gracias a la ayuda del gobierno de Estados Unidos. Los responsables del exterminio por asesinato, desaparición forzada, descuartizamiento; quienes colgaron en la vía pública a sus víctimas, que las torturaron salvajemente a cientos o miles de inocentes en todo el país, pues arece que le temen a la muerte propia o a la de los suyos y clamaron por protección gringa. Y la recibieron.
Si no fuera dramático, peligroso, incomprensible decir que las milicias de Estados Unidos ya llegaron a Sinaloa, que además ellos informan que destruyeron narcolaboratorios, mientras en palacio nacional, la pobrecita señora ya no haya más que hacer ante la embestida que padece lo mismo en territorio nacional por parte de los gorilas de su propio partido, que por los vecinos del norte.