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Cúrate mijita, del anhelo de sentirte amada.

No es que no merezcas amor, lo mereces TODO, amor del bueno, del que no duele, del que no te hace sentir menos ni te deja esperando un mensaje que nun

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No es que no merezcas amor, lo mereces TODO, amor del bueno, del que no duele, del que no te hace sentir menos ni te deja esperando un mensaje que nunca llega.

Pero hay una herida silenciosa que muchas cargamos: ese deseo profundo, casi desesperado, de sentirnos amadas, de que alguien nos escoja, nos vea, nos valore, y a veces, por ese deseo, terminamos aceptando menos de lo que merecemos.

Nos conformamos, nos callamos, nos olvidamos de nosotras.

Curarte no es dejar de amar, es dejar de necesitar que el amor venga de afuera para sentirte completa por dentro, es darte a ti misma la ternura que esperabas, es aprender a ser tu hogar, tu abrazo, tu refugio.

Y cuando sanas eso, mijita, el amor que llegue será elección, no salvación, será compañía, no muleta, será libre, no cargado de vacíos.

Así que sí, cúrate, no para cerrarte, sino para que florezcas, y si llega el amor, que te encuentre entera.
(Vanessa Arrocha)