México corrompido, putrefacto y el gobierno federal patea el bote

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México corrompido, putrefacto y el gobierno federal patea el bote

Hay un escándalo increíble por la localización del rancho de adiestramiento de jóvenes, rehenes de un cartel del narcotráfico, en Jalisco, donde ademá

Nomás falta poner estrellita a los asesinos ¡eran tiradores!
Niñez en riesgo
Costos de la inseguridad

Hay un escándalo increíble por la localización del rancho de adiestramiento de jóvenes, rehenes de un cartel del narcotráfico, en Jalisco, donde además se asesinaba, destazaba y quemaba a víctimas ¿cuántas? Doscientas dicen algunos. El testimonio que dio alguien que estuvo ahí tres años, secuestrado, aseguró que vio asesinar a mil 500 personas por lo menos. Y justo en estos momentos se agrega al drama nacional, que en Tamaulipas hay media docena de sitios de extinción. Nadie menciona a Allende y Piedras Negras en Coahuila.

En el libro: “Reconquistando” la laguna. Los Zetas, el Estado y la sociedad organizada. 2007-2014 de Sergio Aguayo y Jacobo Dayán tratan justamente de la devastación dejada en amplias zonas de esa entidad además de Durango, esta organización criminal: “dos informes previos (En el desamparo y El yugo zeta) documentamos la existencia en Coahuila de campos de exterminio cerrados (el penal de Piedras Negras) y a cielo abierto (La Laguna).

En esta última región, ya lo decíamos antes, se han localizado 24 zonas abiertas de exterminio. En ocasiones se escuchaban disparos, pero, debido al miedo y a que se vivía mucha inseguridad, no se atrevían a denunciar. En esos años del 2008, 2009, 2010 y 2011 muchos [vecinos] tuvieron que abandonar sus casas por el temor a recibir algún tipo de amenaza”. Los testimonios logrados por los periodistas y escritores es que había 90 tambos en fila, los que se ocupaban simultáneamente para quemar los cuerpos de las víctimas.

En “Somos”, la serie sobre la masacre de Allende de 2011, de Netflix, basada en investigación de la periodista Ginger Thompson, es sobre las centenas de víctimas de una masacre cometida por los Zetas y desatada por la delación que hizo funcionario de la DEA al gobierno mexicano. A partir de ahí los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, conocidos como Z-40 y Z-42 se enteraron que fueron traicionados por dos mandos de su organización, al entregar las claves de sus teléfonos. Furiosos, ordenaron una venganza que provocó la ejecución de hasta 300 personas en Allende, Piedras Negras, y otros municipios de la región.

Entonces ¿Por qué el escándalo por el rancho de exterminio en el estado de Jalisco? Esa ha sido todo un uso y costumbre desde hace más de una década y para colmo el fiscal general Alejandro Gertz Manero dijo todo timorato que abriría una línea de investigación de Teuchitlán. Es lo mismo de siempre, ganar tiempo, patear el bote, mientras llega la nueva desgracia ¿en dónde? ¿En qué parte? ¿Quiénes serán las nuevas víctimas que el narcotráfico sacrificará y que luego el estado mexicano satanizará? Para que todo siga igual…sí igual de terrorífico, tenebroso y las complicidades sigan siendo el pan nuestro de cada día.

A propósito de esos dos personajes que estaban presos, luego parte de los 29 entregados a Estados Unidos, a los que nadie llamó a cuentas en México por la masacre desatada en Allende y Piedras Negras, Coahuila. Para colmo todavía se atreve a ofenderse el ex gobernador, Humberto Moreira y los jueces le dieron la razón y ordenaron una indemnización millonaria a Sergio Aguayo por el libro arriba citado. Su hijo fue asesinado en venganza, luego que heredó el puesto a su hermano, Rubén. Otro sátrapa que se mantiene ungido en la cámara de diputados, como si le sirvieran mucho al país. Así esta plagada la nación de herederos orgullo de su nepotismo.

Acá en tierra no hay día en que en redes sociales no haya una nueva publicación de un hijo, hermano, esposo que no localizan, pues las cifras actuales no dejan mentir, que todos los días, desaparecen más de 40 personas en promedio. Una cada 36 minutos. Se trata aproximadamente de ocho hombres y cinco mujeres de entre 15 y 25 años de edad. Imposible no sentir escalofríos por el tamaño de delincuencia e impunidad que priva en el país.

Bueno pues a propósito de manzanas que el exfiscal general de Nayarit y protector de organizaciones narcotraficantes, Édgar Veytia, El Diablo, no aparece en registros de prisiones ni como preso ni como liberado y nadie da razón oficial de su paradero en Estados Unidos. El poderoso ex funcionario fue, uno de los testigos estelares en el juicio contra Genaro García Luna.

Pues nadie sabe, nadie supo donde está el angelito, en las perversidades gringas, capaz que lo convirtieron en testigo protegido y ya anda libre, gozoso gastando su riqueza la que acumuló mientras desgraciaba la vida de miles de mexicanos.

Por orden del alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán, el jardín Juárez será ¡seguro! No sé porque sospecho que a este señor lo dejan solo en el boulevard Hidalgo y no sabe cómo llegar al dichoso parque el que ahora por decreto se le frunció que la ciudadanía acepte como cosa buena. Antes de haber gastado en “remodelar” la mentada plaza debió hacer un simple diagnóstico de la situación que priva en los alrededores y se hubiera enterado de porqué no es apto para todo público.

Pero ahora en que ya está el gasto inútil echado a andar, hasta fue y se paseó por el lugar y claro como siempre sucede, antes llegaron los funcionarios a limpiar la zona no vaya a ser que los ojitos castos y puros del señor alcalde se alteren si ve lo que cotidianamente hay por ahí. Para aclarar a mi no me afecta en nada la comercialización de “carne”, es mejor que quien quiere sexo y no lo tiene a la mano, lo compre, antes de cometer una tropelía y violente a un ser humano inocente. Y si en esa amplia área del primer cuadro de la ciudad hay oferta y demanda pues simplemente que ocurra y ya.