Los gobernantes salen a espacios controlados, por sus fanáticos

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Los gobernantes salen a espacios controlados, por sus fanáticos

Cuánto gastó el gobierno de Sonora para llevar a sus acarreados al zócalo de la ciudad de México, al evento ridículo que terminó en una fiesta más, en

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Cuánto gastó el gobierno de Sonora para llevar a sus acarreados al zócalo de la ciudad de México, al evento ridículo que terminó en una fiesta más, en una celebración de ellos los ganones, los que se apoderaron de la nación como si aquí nadie más pensara o como si todos los que no pertenecen al partido oficial Morena, tuvieran amnesia. En resumen, su dichosa celebración solo sirvió para sangrar el erario público por los miles de acarreados, de los estados que gobiernan ¿Sucedió algo para resolver todas las urgencias reales del país? Nada, nada y nada.

Quien esto escribe no tiene ninguna interlocución con los dueños del poder en el estado, por tanto, nadie respondió a mi solicitud de que me invitaran al viaje al zócalo, con la firme creencia que el dinero que se gastó para el periplo es dinero público, entonces tengo derecho a ir, independientemente de mi aberración a pertenecer a partido político alguno, pues nada pasó. Tampoco me han enviado -puedo ser paciente por supuesto- mi parte correspondiente del gasto por individuo que significó el traslado desde este extremo del país.

Acá nunca pasa nada, que valga la pena, que signifique ganancias colectivas, beneficios para todos. Para colmo de males sigue esa maldita y fea costumbre de pueblo conservador en donde otros salen a manifestar sus rabias, sus furias acumuladas y aparecen los “santurrones” a sentirse ofendidos porque rompen un cristal, rayan una pared, pero jamás mueven un dedo, para ir en defensa de otro ser humano que la pasa mal, por lo que sea.

Los morenos de fiesta y tan solo este fin de semana se recrudecieron todas las pesadillas que se han vivido en el país durante la última década, donde la delincuencia organizada se abrió a actividades empresariales, igual amplió su oferta delictiva en que hicieron de todo entre ello matar a diestra y siniestra a seres humanos que en mala hora tropezaron con algún bastión de esos cárteles y entonces por ser útil o inútil terminaron en tumbas clandestinas o ahora se sabe también carbonizados en hornos clandestinos, como el que recién se descubrió en el estado de Jalisco.

En la Estanzuela, en Teuchitlán, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco realizó uno de los hallazgos más estremecedores de su lucha, en un rancho apartado, en donde los rumores señalaron siempre como un campo de adiestramiento para el crimen organizado, justo ahí localizaron tres crematorios clandestinos. El hallazgo es de restos óseos calcinados, junto a prendas de vestir y objetos personales, lo que confirmó lo que muchos temían: la impunidad y el dolor siguen siendo moneda corriente en México.

La organización de Guerreros Buscadores De Jalisco, a través de sus redes sociales reclaman al Estado inepto, coludido, cómplice: “Cómo es que no dieron aviso a las autoridades? ¿Cómo es que no encontraron estos crematorios? ¿Porque cuando llegamos nosotros, los sellos ni candados ya no estaban? y ¿dejaron la puerta abierta? Por algo no dijeron nada antes, hasta que nuestro colectivo hace viral el hallazgo de estos crematorios y cientos de calzados y ropa aparte de los indicios tan importantes que había en el lugar”. Además, piden que nadie se cuelgue el hallazgo, fueron ellos y nadie más.

Mientras ese drama se vive en Jalisco, el partido oficial celebraba con total gozo y disfrute de tener el poder y hacer lo que los gobiernos del PRI y PAN hicieron muy bien, genial, ignorar el dolor de la población mexicana. Ahora con este tamaño de crudeza de horror, del exterminio de inocentes habrá que esperar que más sucede y a qué horas se empieza a juzgar a los presidentes de la República, a los gobernantes, a los alcaldes coludidos en el desbordado crecimiento de las organizaciones criminales.

El sábado 8 de marzo, un aniversario más del día internacional de la mujer, donde solo hay que buscar una esquina y localizar cientos de desaparecidas, algunas ya fueron localizadas cadavéricas, putrefactas en un río, una carretera o cualquier sitio, para eso sí hay permisibilidad y excesiva impunidad.

Ayer domingo vi el primer capítulo de la serie de Debanhi Escobar, la chica de 18 años que llegó a Escobedo, Nuevo León en compañía de otras personas, hombres y mujeres. Lo siguiente es que de la nada se le ve alterada, violenta, luego sube a un taxi, del que en medio de su ataque de histeria se baja. El conductor del vehículo le toma fotos, una de ellas se convirtió en un ícono del abandono, del desamparo institucional a las mujeres.

El 9 de abril de 2022, se viralizó esa fotografía de Debanhi tomada la madrugada, donde se le observaba parada a un lado de la autopista Monterrey–Nuevo Laredo. En el citado material se confirma que cuando encontraron el cadáver de la jovencita 12 días después en una cisterna del Motel Nueva Castilla, ya se habían realizado cateos. Es tan obvio que sembraron el cuerpo, pero más aún una periodista que cubrió intensamente la noticia, reveló que obligaron a los reporteros a salir del sitio, so pretexto de una conferencia de prensa y nada que después hicieron todo el show con el exceso de patrullas, funcionarios, llamaron a los padres de la víctima, para informarlos de la localización del cuerpo.

Es imposible no estremecerse hasta la médula con las horribles circunstancias en que la joven desaparece, el desaseo burdo de las “autoridades” para burlarse de la familia, para acusar a la víctima que yace tirada en cualquier sitio, de la fatalidad que le acompañó y que le arrancó la vida. Algo que es imposible ignorar, es cómo un caso tan mediático no ha podido ser resuelto, entonces que queda para la hija de una vecina, que no va a contar con el apoyo que dieron los medios de comunicación a este feminicidio.

Un detalle que los ofendidos por las marchas, vidrios rotos y ladrillos manchados, no ve y menos hace algo, es que el 75 por ciento de los casos de feminicidio en México, la víctima dejó a una hija o hijo en situación de orfandad, por lo que las abuelas asumen su cuidado ¿Cómo crecerán estos niños con el dolor a cuestas por la desaparición física de sus madres y la impunidad que dejó libre a sus asesinos? Es el cultivo de más enfermedad, mayor consumo de drogas. Pero que siga la fiesta cínica y desvergonzada de Morena, la que encabezó el heredero al trono y homónimo del que se fue, a gobernar desde las sombras.