La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) es la ley suprema. Establece derechos y obligaciones de los ciudadanos, así como la f
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) es la ley suprema. Establece derechos y obligaciones de los ciudadanos, así como la forma en que se organiza el Estado. Fue promulgada el 5 de febrero de 1917 por Venustiano Carranza en Querétaro. El documento es el resultado de la lucha revolucionaria de 1910 y reformó la carta magna de 1857. Debería ser el documento mas conocido en el país, por sus habitantes, pero no nada de eso.
Posiblemente cada 5 de febrero, repetía incansablemente a través de los micrófonos a los que tuve acceso, que lamentablemente los ciudadanos no conocen la carta magna, no saben quizá de su existencia y por ende desconocen sus derechos y obligaciones. Insistí en que un día gastaran en comprarse una. En aquellos entonces, hace 18, 19 años, creía que era esencial para la sobrevivencia de un mexicano en su tierra.
Lo cierto es que ahora, no se para qué podrá servir, con el monopolio de la verdad y la justicia en manos de la pandilla rapaz de Morena y sus secuaces que estarán a cargo del poder judicial, mamá mía. Por favor y no es que ayer hubiera sido miel sobre hojuelas, pero la caída ha sido tan baja, tan deplorable. Absurdamente un peligro para cualquier civil.
Igual repetiré que antes era importante conocer la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos, porque en ella se consagran derechos humanos y las garantías, lo que es vital conocer para su propia protección; la existencia de órganos de autoridad, sus facultades y limitaciones; la división de poderes y la organización del Estado mexicano y sus instituciones. Al amanecer de este 2025 cuesta trabajo entender qué hay, que se tragaron los flamantes integrantes del poder legislativo por órdenes del ejecutivo. Es una chulada de maíz prieto.
Por supuesto que ahora es por sobrevivencia del ciudadano promedio revisar que había de Estado mexicano antes de 2018, que se fue a la mierda por órdenes del que dicen se fue, pero que está más presente que nunca a través de su secta política de terror, por lo menos para que tengan idea de lo que “había” -sí, en teoría por lo menos- en materia de derechos civiles ¿qué quedará en pie después de este sexenio? Gulp.
¿Volvieron las invasiones? Al parecer con fuerza singular. El pasado sábado brotó otra en el sur de Hermosillo a donde llegaron 100 o 150 personas a posesionarse de un predio de 5 hectáreas. Para colmo de las sospechas que esos prontos “necesitados” de un lote, llevan a cabo su fechoría de noche, en fin, de semana. Quien los dirige conoce el asunto, a la perfección, ya que al igual que la primera irrupción fue un domingo, ahora en sábado.
Saben perfectamente bien que, en fin de semana, no hay nadie a cargo del municipio ni del estado ni de nada, cada quien anda con su cada cual, en lo suyo pues. Son tiempos en que la clase gobernante, otra vez tiene hambre ¿o quién impulsa las invasiones? Por lo pronto que detuvieron al que apareció como dueño del terreno en el cerro de la cementera ¿cuál es el delito que se le imputa? ¿Alguien podrá decir algo? ¿o es fuego amigo?
En otro asunto, nada causa más impacto que eventos que involucre a niños. Como entender los accidentes de bebés que para empezar son inexplicables que estén en la calle a expensas de todos los peligros lo mismo de perros o de vehículos. Insisto cómo es posible que una criatura de dos años vaya por la banqueta, baje a la calle y lo arrastre un vehículo. De puro milagro sobrevivió.
Ahora es un bebé de sólo un año y 11 meses del municipio de Nogales, el que se encuentra en peligro de muerte después de ser atacada por un perro en la colonia Lomas de Anza. Los hechos ocurrieron el 2 de febrero, cuando la madre de 26 años, salió de su domicilio, de acuerdo al reporte de la policía, la niña se le soltó y el animal de un vecino la mordió en el rostro. Las heridas son tan graves que ponen en riesgo su vida.
Ojalá que las autoridades ya hayan agarrado de allá dónde la espalda pierde su casto nombre, al dueño del canino, para que le finquen cargos por lo que pasó. Es un uso y costumbre que los animalitos anden en la calle, hagan lo que sea ladrar, morder, comer basura hasta que hacen una avería y luego es el que termina asesinado por el gobierno ¿y qué al responsable lo dejan impune? Tiene responsabilidad y la gente lo va a tener que aprender por las malas.
Espero no levantar falsos a la madre de la pequeña, pero de pura casualidad ¿iba absorta, embebecida, babeando en su teléfono celular? ¿Que no vio al perro que se les acercaba? Se le soltó la bebé y no reaccionó su instinto protector.
Igual el insólito caso, en todos sentidos del menor de dos años atropellado por un camión del transporte público en Hermosillo, accidentes que no te explicas como suceden, para fortuna de todos los involucrados salió barato el percance. Por fin sirvieron de algo las cámaras en el centro de la ciudad, donde claramente se vio que el bebé bajo de la banqueta y se dirigió al arroyo vehicular, donde lo alcanzó la pesada unidad la misma que luego se siguió de largo. El chofer no se dio cuenta de lo que acababa de pasar.
Para fortuna del trabajador del volante no le fincaron cargos, eso sí lo dejaron incomunicado, casi dos días hasta que se les hinchó mirar los videos y lo pusieron en libertad. Lamentablemente ya juzgado culpable le dieron trato de delincuente y sin importarles cómo estaba, no se dieron cuenta que el azúcar se le subió por las nubes sufre de diabetes e hipertensión arterial, de puro milagro no se les murió en las celdas. Tan finas las “autoridades”, digo todos saben que naces criminal hasta que demuestras lo contrario.
A propósito, una amiga vivió un amargo episodio un 23 de diciembre, -hace algunos años- se preparaba para iniciar la cena navideña, con tiempo dijo para que no le ganaran las prisas, se sirvió su copita de vino y justo un poco después le llama su hermano, que por favor fuera a recoger s su hija a la guardería, que nadie más podía hacerlo. Salió de su casa y a la vuelta, un menor de 4 años salió de la nada, lo aventó y eso que iba despacio, le rompió un brazo y causó daños en la clavícula.
¿Se acuerdan? Había bebido una copa de vino. Los padres del muchacho se le tiraron encima como la única culpable del evento. Las autoridades chulas, la acusaron de manejar bajo el influjo del alcohol. Poquito faltó para que quedara tras las rejas. Su auto no traía seguro así que aquello se puso feo. Al final resultó que la familia de la víctima eran docentes, igual que la “delincuente atropelladora” de menores y le dispensaron los cargos, siempre y cuando comprara una varilla que había que poner al menor. ella con tan escasos recursos, tuvo que desembolsar una cifra cuantiosa, de la nada.
¡El niño salió de la nada! ¿Dónde estaban sus padres para pedirle que no corriera sin ton ni son y menos se metiera al arroyo vehicular? Hay responsabilidades compartidas, por eso digo le fue bien al chofer del camión, recobró su libertad, quien sabe cómo haya quedado emocionalmente. Falta que ya no pueda manejar por el susto.

