Con el caso de Ismael el Mayo Zambada todavía “caliente” en la opinión pública y la preocupación latente de si hablará y a quien podría delatar y nada
Con el caso de Ismael el Mayo Zambada todavía “caliente” en la opinión pública y la preocupación latente de si hablará y a quien podría delatar y nada que este jueves hubo extradición masiva de 29 narcotraficantes. Ante este maremágnum de personajes claves en la actividad criminal, ojalá que se entretenga bastante el gobierno de Estados Unidos (EU) y baje un poco el tono de sus amenazas y gritos de los castigos que impondrá a México con altos aranceles.
Apenas ayer se mencionaban los amparos que jueces habían otorgado a Rafael Caro Quintero y los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales para no ser sujetos de extradición y hoy la sorpresiva operación. Al parecer los últimos aspavientos de Trump y los reclamos porque no bajan los niveles de narcóticos que ingresan a su país y con sus frasecitas de “no han hecho lo suficiente” al referirse a México y Canadá, pues nada que ya le mandaron 29 personajes.
Aparentemente México no dijo quienes eran los extraditados, pero temprano la oficina del Sheriff del condado Webb, en el estado de Texas, informó que, entre los enviados, estaba el Z40 y el Z42 hermanos y ex cabecillas del cártel de los Zetas. Al que clamaban desde hace 4 décadas es a Rafael Caro Quintero, por la afrenta que ha representado desde el año 1985, en que el agente estadounidense de la DEA Enrique «Kiki» Camarena fue secuestrado, torturado y asesinado.
Son 29 individuos que se encontraban privados de la libertad en distintos centros penitenciarios de México. Ahora habrá que esperar las siguientes horas para saber si habrá consecuencias en las calles, en las ciudades, en los estados donde estos hombres a pesar de su encarcelamiento gozan de cabal salud y mucho poder destructivo.
Todos los males se juntan, se reagrupan, que ahora son 14 mujeres asesinadas a diario en el país, los niños son demasiados los que perecen a manos de la delincuencia organizada, son también los miles de huérfanos que nadie sabe cómo sobreviven ante la pérdida de uno o los dos padres, nada de eso importa, esas son preocupaciones del ciudadano promedio, mientras los dueños del país siguen apostando a lo suyo, al nepotismo, que no solo se da en los cargos de elección popular sino en toda las administraciones públicas. ¡Sí ellos los diferentes!
Es cierto el nepotismo no solo tiene que ver con los ejercicios descarados que se hace por parte de los gobernantes de dejar su puesto a la esposa, a los hijos, a los hermanos, mientras ellos se van a ocupar otro hueso carnoso, como senadores, diputados, etcétera. No hay que olvidar la dupla descarada que ejemplificó impúdicamente Rafael Moreno Valle en Puebla, él gobernador se va de senador y deja a su esposa a ocupar la silla. Pero algo conspiró ante tanta porquería y ambos se mataron en un extraño accidente aéreo.
Quien dio la noticia aquel 24 de diciembre de 2018, nada más y nada menos que Andrés Manuel López Obrador y la naturaleza de ser malpensado, el sospechosismo natural de todo mexicano, de inmediato se le endilgó alguna responsabilidad, porque aún ardían los infames personajes en la aeronave y aquel identificando los cadáveres de la dupla diabólica.
En ese sentido las alianzas también se dan entre gobernadores con otros poderes con el intercambio de parientes, Alfonso Durazo le dio trabajo al hijo de la presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE); Guadalupe Taddei con sueldo de 100 mil pesos y ella, – en el pasado le había rentado un edificio- designó al cuñado de Durazo, José Alberto Pérez de Acha como encargado de la Unidad Técnica de Servicios de Informática (UTSI). Eso es el nepotismo, medrar al máximo de sus privilegios de poder.
Y no hablemos de la empresa fabulosa del hijo, Alfonso Durazo Chávez, que mereció 360 millones de pesos, de recursos públicos para adquirirle unas hectáreas en Agua Prieta, a fin de impulsarlo a las ligas mayores de exportación de gorras chinas, esas que tanto quiere la administración de Donald Trump. El tráfico de influenzas a todo lo que da ¿Conflicto de intereses? Nada.
Los senadores el pasado 25 de febrero se autorizaron tres años más de nepotismo oficial, así que con toda la desvergüenza los políticos aún pueden entregar el cargo a sus cónyuges, hermanos, padres o hijos. Además, esa es una cruda realidad en la burocracia. El oficialismo está infestado de dicha práctica.
la dirigente formal de Morena, Luisa María Alcalde, prometió que no habrá nepotismo en este 2025, en los procesos electorales que se avecinan, aunque dicen que ella no es precisamente quien para hablar del asunto cuando pertenece a una familia que tiene a varios de sus integrantes en puestos políticos y administrativos. Los senadores pues prolongaron en el tiempo una práctica que debería ser incluso penada de inmediato para aquellos políticos sin escrúpulos que no solo ellos viven del presupuesto público, sino que quieren también a toda la parentela dentro.
Obvio que queda una enorme pregunta ¿Qué hará Claudia Sheinbaum cuando el más aberrante de los ejemplos de nepotismo sea inminente, en que se sepa qué cuál es el cargo de elección popular que codicia Andrés Manuel López Beltrán? ¿en el 2027 o será en el 2030?