Cuatro casos paradigmáticos de como la violencia contra los niños, se perpetuó pese a denuncias presentadas ante una ONG y el DIF, que jamás prosperar
Cuatro casos paradigmáticos de como la violencia contra los niños, se perpetuó pese a denuncias presentadas ante una ONG y el DIF, que jamás prosperaron. Fueron de un extremo a otro de omisión y negligencia ah, pero los menores siguieron en manos de sus torturadores. Que sorpresa que ahora sea toda una estratagema capturar a quienes dañan a animalitos. Que no haya confusión, digo que bueno que haya capacidad de controlar la desgracia de alguien, ojalá que pronto sea para proteger a los individuos.
Recuerdo como si fuera ayer, en que mi espíritu vengador florecía por todo lo alto, así que me cansé de oír llorar a unos niños chiquitos que se orinaban en la cama y al otro día la señora que los cuidaba los obligaba a lavar las cobijas. Era un drama de principio a fin, hasta que me animé y fui y presenté la denuncia en lo que era una incipiente organización de defensa y allá llegué. Presente la denuncia y si fueron a investigar y lo primero que hicieron fue preguntar por mí a la agresora.
Hasta gracia me hace la forma tan torpe e infame en que llegaron las empleadas de esa ONG, que era propiedad de Jorge Pesqueira -era la década de los 80’s- y así ocurrió. Dieron mi nombre y le preguntaron a la mujer que violentaba a los menores si me conocía, olvídense aquello fue un pandemónium, la señora no hallaba a quien más contarle de mi atrevimiento. Con todo y el linchamiento verbal de la señalada, la verdad es que lo volvería a hacer.
Esta es la tragedia de niños huérfanos con padres vivos y ricos, esos pequeños eran ciudadanos americanos, la madre vivía en Estados Unidos y se los dejó a esta mujer a que se los cuidara y ella desaparecía por meses, venía los veía unas horas y se volvía a largar. Ah y traía a un nuevo crío, que se agregaba a los dos que abusaba la “cuidadora”. Por supuesto que en el momento en que me delatan como la denunciante me dio un ataque de miedo, lo último que uno espera es ser descubierta, pero en el fondo sé que algo pasó, algo cambió en aquella abusiva. Luego fui yo la que me fui de esa vecindad, sabe si lejos yo, ella volvió a cometer sus infamias.
Luego, de alguna forma supe que los niños aquellos crecieron, se hicieron adultos y venían los inocentes a visitar a la vieja pelada que los maltrataba, seguro que ella era lo más cercano que conocían como “afecto”, así haya sido ese estilo retorcido y malvado.
El otro caso fue una denuncia que interpuse en la línea protege y en este era una violencia dramática, literal, era para que metieran presa a la madre que mataba a golpes a su pequeña hija de año y medio. Insistí y nunca jamás atendieron el caso. Ya es una adulta esa criatura violentada, espero que nunca le salga el demonio, después de tanto abuso filial más el desprecio del Estado mexicano a su derecho a una infancia no digamos feliz, pero menos destructiva.
Tercer caso, en una ocasión un profesor me avisó que un alumno suyo era masacrado por una tía, que era con quien vivía. Se dio a la tarea de investigar y resultó que eran dos las víctimas. Las criaturas eran hermanos. Rápido llamó a la gente de DIF ¿cuál imaginan que fue la atención que dieron al caso? Fueron y le preguntaron a la malvada si era cierto que golpeaba a los pequeños.
En grado extremo de ofendido me habló el docente y me dio detalles de la fina atención que dio DIF al asunto. Se enteró de los pormenores porque la violenta pariente se fue a quejar con él, que la habían denunciado. Que llegaron los funcionarios y la entrevistaron de si era cierto que era una abusadora, respondió que no y se fueron muy contentos los investigadores. Debieron sentirse henchidos de orgullo, con su trabajo eficiente con el que salvaron a una depredadora de ir a la cárcel por abusiva y dos niños inocentes siguieron a expensas de la zángana.
Este último caso si me obligó a hacer tratos con el diablo -en sentido figurado- Una señora me contó que había una vecina suya que a diario sacaba a dos niños pequeños de 4, 5 años de edad y que en el patio como loca los azotaba al tiempo que les prodigaba toda clase de maldiciones y ofensas. Que estaba a punto de brincar el cerco advirtió la denunciante para ir a darle con un palo a tan mala madre. Con tan malas experiencias con el DIF pedí ayuda “especial” a la policía. Dentro de lo que me enteré es que, el marido vendía drogas.
Al final eso era minucia comparado con la urgencia de salvar a esas dos criaturas de las palizas que le daba la madre, que parecía no estar en sus cabales. Di todos los detalles a la corporación, ya perdida la esperanza con el DIF fui por otra clase de estrategia: vayan y adviértanle que la siguiente vez irán a detenerla porque su casa es un tiradero. Ahora cuento estos detalles, la vecina que denunció los hechos, solo miró asombrada el cambio de actitud de la maldita mujer y las palizas se detuvieron. Ni siquiera se oía que hablara la malvada madre.
Así que tengo sobradas razones para sorprenderme que detengan a María José ‘N’, de 35 años de edad, en la colonia el Apache por presuntamente torturar dos perritos, uno de ellos murió por la violencia de la mujer. No serán cortinas de humo para entretener a la gente, mientras los delitos de alto impacto se minimizan como el de secuestro, la inmensa cantidad de armas que circulan en la ciudad al igual que cantidades industriales de droga. Bueno pues que siga la detención de agresores de animales capaz que un día se animan a cuidar