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Entretelones Samuel Valenzuela Adelantado dos meses, el fin del sexenio de Andrés Manuel López Obrador está a la vuelta de la esquina y dentro

Ciclovía desolada
Peñascazo
Testerazo de MORENA

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Samuel Valenzuela

Samuel Valenzuela

Adelantado dos meses, el fin del sexenio de Andrés Manuel López Obrador está a la vuelta de la esquina y dentro de pocas horas ahuecará el ala para entregar a Claudia Sheinbaum la presidencia de México, para a la vez de cerrar un desastroso ciclo, abrir otro pleno de incertidumbre.

Significativo el que al igual que luego del sorprendente e inexplicable abultado triunfo de la elección del 2 de junio pasado, no haya las fiestas populares en comparación de las jubilosas expresiones del 2000 con Vicente Fox Quezada y el 2018 con López Obrador, mientras ahora se percibe a una sociedad mexicana como pasmada.

Así cuidan al más popular.

Dios guarde la hora dos meses más de gestión del iracundo y autoritario que ya se va y cuyos odios y venganzas distan mucho de ser saciadas, pero que su sucesora ha asumido como suyas, aunque con relativos equilibrios al asumir también como suyos proyectos inconclusos que al menos en Sonora esperemos que cumpla.

Muy lejano este cierre sexenal a las perspectivas iniciales dadas al traste durante los primeros meses del 2019 cuando a López Obrador se le desvaneció la máscara de demócrata, liberal, progresista, republicano e incluyente, para dar paso de forma acelerada a su personalidad real del mitómano, torvo, violento, vengativo, dogmático, autoritario, simulador y mentiroso.

Inédita transición presidencial al culminar el sexenio del odio, de la fractura social promovida desde Palacio Nacional, del inclemente e incesante ataque a los medios de comunicación, de los berrinches mañaneros, de las ocurrencias, del populismo fascista, con la mala noticia que la sucesora está condicionada para seguir por la misma ruta, sea por decisión propia o por instrucciones de su amo.

Como imaginar en diciembre del 2018 que López Obrador entregaría la presidencia casi seis años después, amurallado, azorrillado, detrás de vallas de acero que rodean su palacete, las cámaras de diputados y de senadores y demás escenarios del relevo, aislado en una burbuja blindada de la realidad, que lo hace proferir estupideces que son aplaudidas a rabiar por asistencias idiotizadas.

El Rocha y El Mayo.

Dicha realidad no corresponde a un sujeto que se dice es el más popular e idolatrado de la historia o a lo mejor sí, pero de una popularidad con base a encuestas muy cuchareadas e idolatrado por no tantos enajenados.

De locos el rencoroso reclamo al Gobierno de los Estados Unidos, que fue incorrecta la detención de “El Mayo” Zambada. “Yo confío de que pronto las cosas vuelvan a la calma porque durante todo el gobierno no tuvimos ningún problema; fue en estos últimos días, en estos últimos meses, por una decisión que tomaron que no fue correcta y que se fraguó en el extranjero», dijo en un evento en el extremo sur de Sinaloa, donde se libra feroz guerra entre narcos, con Culiacán como su epicentro.

Cómo se le ocurre decir que durante todo su gobierno no tuvieron ningún problema en ese convulsionado estado y otros, la mayoría de los estados del país, o sea, se le olvidó el culiacanazo y un altero así de episodios de extrema violencia, masacres y demás, haciendo saber que la paz solo se logra dejando hacer y trabajar a los narcos para que no causen problemas, porque de no haber sido detenido y llevado a Estados Unidos “El Mayo”, en Sinaloa todo fuera santa paz narca.

Casi 200 mil homicidios dolosos, más de 100 mil desaparecidos, miles al alza de feminicidios no son datos que respalden eso de que “durante todo el gobierno no tuvimos ningún problema”, afirmación falaz que más bien luce como una explicación presidencial para el agraviado cartel de la mayiza, para deslindarse de la traición de la chapiza en el que es involucrado el gobernador Rubén Rocha Moya.

Alfonso y Claudia.

Para celebrar y provocar suspiros de alivio la conclusión del histórico fiasco del sexenio del obradorato, dejando el beneficio de la duda respecto a si la señora Sheinbaum decidirá reconstruir y podrá reconstruir las ruines en el sector salud, educación, las finanzas que están en una tablita, bajarle rayitas a la militarización y restaurar el tejido social tan dañado por la criminal estrategia de confrontación promovida desde el mismo púlpito mañanero.

Confesamos y aceptamos nuestra admiración en el pasado, no por el tabasqueño en sí, si no por su lucha y proyecto de nación que perfilaba a principios de este siglo y desde entonces nos llamaba la atención la idolatría irracional de segmentos de sus seguidores por posicionamientos tan básicos, por ejemplo aquellos contingentes que ocuparon Reforma y El Zócalo en el verano del 2006, pero como digno ciudadano sonorense nunca caeríamos y nunca caímos en actitudes lacayunas, indignas, ni en ridículas adoraciones en las que ahora incurren sin ningún decoro sobre alguien que ni por falsa modestia procura inhibir.

Este viernes pasado López Obrador realizó la visita 30 o 31 al estado en los últimos casi 6 años y lo hizo de nueva cuenta acompañado por la señora Sheinbaum, con el pretexto de dar el último empujón al Plan de Justicia Yaqui, evento celebrado en Vicam y al cual fuimos invitados, pero sin poder asistir porque nuestro cachorro El Samy cumplió años y trae planes grandiosos, o sea, tuvimos un fin de semana largo de fiesta familiar y ajenos a sollozos del adiós.

Última visita presidencial.

Por supuesto que en el evento de Vicam prevaleció la nostalgia ramplona y cursilerías discursivas, combinadas con la esperanza viva respecto a la continuidad de ese esfuerzo de rescate a la tribu yaqui, porque a pesar de lo que se propagandice, lo realizado es mínimo para saldar la deuda histórica del Estado mexicano con esa emblemática y rezagada etnia sonorense.

Solo con las comisiones cobradas por los corruptos hijos del presidente y sus amigos en la construcción del Tren Maya, de una mínima parte que se robó Rocío Nahle en la construcción de la refinaría 2 Bocas, con una mínima parte de lo que robó la cofradía militar en la construcción del nuevo aeropuerto, con poco de lo desviado para comprar el voto este 2 de junio y para cooptar instancias electorales, los yaquis y otras etnias sonorenses entonces sí estarían en un mejor lugar.

Herencia

Más que los discursos lacrimógenos y post en redes sociales de quienes solo por cubrir un evento como ese alardean estar del lado correcto de la historia y otras lambisconerías, y la numeralia ya publicitada hasta la saciedad sobre el avance de ese plan, nos llama la atención que se insista en maniobras distractoras frente a la dura realidad que vuelven a vivir los habitantes de Acapulco afectados por las inundaciones y a la dramática situación en Sinaloa, sacando de la chistera el tema del perdón exigido a España por la conquista y la colonia.

Miren, los sonorenses podemos decirnos privilegiados, porque más allá de la cortesía discursiva y retórica cuatrotera para halagar al que se va y dar la bienvenida a la que llega, acá en Sonora se mantienen políticas públicas tradicionales de gobiernos anteriores, pero obviamente más efectivas en materia de resultados por la capacidad de gestión presupuestal con el gobierno federal del gobernador Alfonso Durazo Montaño, siempre atento a la concertación y el diálogo con los distintos sectores políticos, sociales y económicos de la entidad y distante de rupturas y ataques.

Eso honra la capacidad política y visión de estado del mandatario estatal, quien, si bien muestra irreductible lealtad y es el troncón de en medio de la 4T en esta región del país, no incurre en excesos ni radicalismos en sus prácticas de gobierno y mantiene la mesura y la templanza en su ejercicio, sin importar las mayorías legislativas calificadas a nivel local y federal y sin caer en la tentación del autoritarismo tan usual en estos tiempos de intolerancia.

Desde luego, contrastantes realidades plantean fanáticos del oficialismo y sus pares desde la oposición; lo cierto es que con ilimitados recursos financieros y las reconocidas habilidades gloebbelsianas; fantasmales resultados de encuestas y el fervor discursivo de corifeos, con propaganda pretenden convertir en éxito el desastre que hereda López Obrador a la señora Sheinbaum.

No al mimetismo.

El combate a la corrupción es igual que el sistema de salud de México es mejor que el de Dinamarca y el saldo en ambos rubros es patético, con el robo de mayor cuantía de recursos públicos de la historia en el primero de los casos, con un SEGALMEX complementado con las millonarias raterías de la familia presidencial, amigos, compadres y socios, los mismos que construyen en Palenque un gigantesco espacio idílico para un retiro pleno de bienestar para el residente de La Chingada.

De los momentos estelares del obradorato destaca el “nos cayó como anillo al dedo”, cuando el COVID-19 transitaba hacia los 800 mil fallecimientos por la criminal y desatinada gestión gubernamental frente a la pandemia, la inútil megafarmaciatota, más de 25 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud y un IMSS-Bienestar cuyos alcances se sustentan en la mentira y una baja de 75 a 71 años como promedio de vida de los mexicanos en menos de 6 años.

Pero el hecho de que ya se vaya López Obrador ya es por si mismo una esperanza de que las cosas cambien para bien ahora el gobierno en manos de una mujer, que como bien se sabe son más honestas, más organizadas, más sensibles, más equilibradas y serenas que los varones, aunque valga subrayar que, en dichos rubros, cualquiera sea hombre o mujer, sería superior que el aspirante a anacoreta.

Por lo pronto este martes se cierra un ciclo y se abre otro y no puede faltar la enfermiza pretensión de la continuidad del que se va para que las cosas sigan tal cual es su autoritaria voluntad, lo cual está por verse porque evidentemente la presidenta hereda catastrófica situación financiera, alza histórica en la deuda pública; la inflación alimentaria en niveles insostenibles para la economía popular; se avanza muy poco en el combate a la pobreza; crece la incertidumbre en el entorno internacional por recientes reformas constitucionales viscerales que consolidan a un Estado militarizado y con la pretensión de instalar un sistema judicial afín al poder ejecutivo.

Karla y Toño.

La Sheinbaum arranca su gestión sobre un terreno minado por las torpezas de su antecesor y en esa explosiva herencia nada tienen qué ver los supuestos 36 millones de votos que la pusieron donde estará en los próximos seis años y Dios quiera que tenga las habilidades y sobre todo la intención de desactivarlas con una gestión incluyente, con la reanudación del diálogo con quienes piensan distinto y sobre todo, menos palabrería vacua y menos mentiras, en resumen, que tenga los ánimos para promover la reconciliación nacional y no pretenda mimetizarse en López Obrador, y mucho menos convalidar el remoquete que ya se le cuelga: La Presirvienta

Y mientras miles de familias de Acapulco enfrentan las consecuencias de la furia de la naturaleza, las carreteras de México se llenan de autobuses con acarreados rumbo a la fiesta de la sucesión, en el marco de un dispendio enorme la mayor parte con cargo al erario, que en los casos de Sonora y Baja California, quiera en Dios que su tránsito por Sinaloa esté bien pactado entre las bandas criminales en disputa y las instancias de gobierno aliadas, sea con chapitos o con mayitos y los contingentes de acarreados  vayan y regresen con bien.

Ya a partir de los próximos despachos le entraremos a los temas locales, como es el caso del boom del desarrollo integral del Guaymas y las históricas obras de infraestructura en proceso y las expectativas en torno al destacado perfil de la alcaldesa Karla Córdova con proyección para dentro de dos años y medio, y el mismo caso con el presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez quien también podría aparecer en la papeleta para la gubernatura de tres años, pero que por lo pronto despliegan efectivas acciones procurando el bienestar y mejor calidad de vida de guaymenses y hermosillenses.