Entretelones Samuel Valenzuela El Ayuntamiento de Hermosillo debería ser como un plan piloto; un nuevo modelo en el ejercicio de gobierno dond
Entretelones
Samuel Valenzuela
El Ayuntamiento de Hermosillo debería ser como un plan piloto; un nuevo modelo en el ejercicio de gobierno donde la eficacia recaudatoria y la eficiencia y transparencia en la aplicación del presupuesto, se amalgama con una comprometida cooperación y colaboración mutua con el Gobierno del Estado.
Con el gobernador Alfonso Durazo Montaño y el alcalde Antonio Astiazarán Gutiérrez, atrás quedaron los tradicionales conflictos entre ambas instancias de gobierno, así como el vasallaje que por igual los pagadores de los platos rotos fuimos los habitantes del municipio capitalino, por obstáculos en el primero de los casos o por sometimiento en el segundo.
La ratificación para un segundo trienio decidida por la ciudadanía hermosillense compromete a Astiazarán Gutiérrez, y como el pueblo manda, también compromete a Durazo Montaño para reforzar al ayuntamiento en materia presupuestal y en obras de infraestructura con inversión directa estatal, al menos a la par de los recursos financieros aplicados por la comuna en obras de beneficio comunitario.
Por lo pronto, al menos sigue fluida la relación entre los dos palacios frente a la Plaza Zaragoza y según enterados de esas y otras cosas, no hubo mayores consecuencias derivadas de los naturales diferendos de orden electoral y el resultado de la votación adversa para uno y favorable para el otro, y si los hubo, los saldó la mayoritaria decisión ciudadana.
Para recordarse aquellos pleitos entre el gobernador Samuel Ocaña y Casimiro Navarro; la confrontación entre Guatimoc Iberry y Manlio Fabio Beltrones; el vasallaje de Gastón González ante el ahora senador de la República; los encontronazos entre Armando López Nogales y Francisco Búrquez; la distante relación entre Eduardo Bours y María Dolores del Río; la ríspida relación entre éste y Ernesto Gándara; las complicidades y corruptelas entre Guillermo Padrés, Javier Gándara y Alejandro López Caballero, el ahorcamiento futurista de Claudia Pavlovich contra Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez, para culminar con la ineficiencia administrativa de Célida López Cárdenas, desatendida por la aún cónsul de México en Barcelona y consentida por el gobierno federal cuatrotero.
Desde hace tres años, si no de terciopelo, la relación entre la instancia municipal y estatal ha sido muy bien llevada y si se han registrado diferendos estos han sido en niveles inferiores y sin mayor trascendencia mediática y solo así se entiende el despunte en el desarrollo del municipio y cómo es el factor fundamental en el índice estadístico a alza que distingue a Sonora en el entorno nacional, en generación de empleo, inversión extranjera y baja en el índice delictivo.
Por el bien de todos, ojalá se siga imponiendo en esa relación la visión de Estado del gobernador Durazo y la madurez y responsabilidad política y la vocación para el servicio público de Astiazarán Gutiérrez, frente a las ambiciosas proyecciones planteadas por ambos para los próximo tres años.
El municipio de Hermosillo vive sus mejores tiempos y mantener una relación constructiva con el Estado y el gobierno federal, los buenos resultados se replicarán en los próximos tres años, bueno, dos años, por las eventuales confrontaciones y distanciamientos que pudieran darse con motivos de la sucesión para la gubernatura de tres años, disputa en la que los que dicen saber de esto, El Toño ya tiene reservado un lugar, mientras que los del oficialismo tienen bastantes cartas con las cuales jugar, como son los casos de Heriberto Aguilar, Lorenia Valles, Karla Córdova, Adolfo Salazar, Javier Lamarque, la ya mentada Lola Tandeos, Omar del Valle Colosio, entre otras y otros.
En fin, los retos del Toño en Hermosillo no son cualquier cosa: avanzar hacia una ciudad más segura, con aire más limpio, con más convivencia familiar, con más espacios para la práctica del deporte, con más oportunidades de trabajo, con mejores calles, con mejores servicios públicos, menos tiempos de traslado, y sobre todo, con menos desigualdades.
Lo bueno es que en todos esos objetivos ya hay camino andado y rutas trazadas con probado buen destino, tal como lo proyectó en su mensaje luego de rendir protesta para su segundo mandato: “En materia de obra pública repetiremos la dosis de los primeros tres años: inversión histórica sin precedente, sin endeudar a la ciudad; en 2025 invertiremos mil millones de pesos en obra pública. Nos enfocaremos en obras que agilicen el tráfico vehicular, como un paso a desnivel en Colosio y Solidaridad, los dos nuevos libramientos proyectados para sacar de la ciudad a más de un millón de vehículos al año, pero también para promover la movilidad sustentable”, anunció.
También, adicional a la magnífica rehabilitación y remodelación del Parque Madero, habrá un nuevo pulmón para Hermosillo con el Parque de la Vida, que será un memorial permanente a quienes, donando sus órganos, le dieron vida a alguien más, y donde se sembrarán 50 mil árboles nativos.
De la misma forma se construirá una unidad deportiva como la del Cárcamo, pero ahora en el norte, cerca del Cerro Colorado; y más adelante habrá otra al poniente; además de la unidad deportiva para el deporte adaptado, todo sin contraer nueva deuda y con recursos financieros propios, además que la bolsa de CRECES aumentará a 80 millones de pesos, cuyo destino será para obras propuestas por la gente de Hermosillo.
Por el lado del gobernador Durazo y lo que hace para impulsar el desarrollo de Sonora, de plano la información es abrumadora, destacando para nuestro gusto esas 111 obras en 19 municipios en las que se aplican dos mil 100 millones de pesos del crédito gestionado con la autorización del Congreso del Estado, que en agosto pasado ya habían sido concluidas 31, en comunidades por lo regular olvidadas de la mano del gobierno.
En ese paquete de 111 obras, nueve son de orden social con una inversión de 137 millones de pesos; para vialidades se le meten mil 57 millones; para obras hidráulicas se aplican 771 millones, además de tres carreteras, las cuales requerirán de una inversión de 135 millones pesos, paquete que para agosto pasado llevaba un avance del 28 por ciento.
Además, está el ambicioso programa de becas estudiantiles en todos los niveles educativos cuyo monto para el 2025 será de mil millones de pesos, así como la dispersión de recursos a través de programas sociales a cargo de la SEDESSON y el DIF estatal para el combate a la pobreza y la marginación.
En comparación, la aplicación de recursos en tales rubros serían minucias frente a la multimillonaria inversión federal aplicada para la ampliación y modernización de la carretera Guaymas-Chihuahua, en la cual, con una inversión de mil 520 millones de pesos, se impulsará la actividad turística y beneficiará a las comunidades de la región al proporcionarles una rúa más segura,
También está el gigantesco esfuerzo presupuestal en materia de salud, ese sector en manos de IMSS-Bienestar con importante aportación de recursos presupuestales estatales con un monto conjunto de alrededor de 40 mil millones de pesos en los últimos tres años.
Y qué más decir de los más de 15 mil millones de pesos aplicados en los planes de justicia a etnias o de los 15 mil millones de dólares de inversión privada en proceso en Puerto Libertad para la planta de Licuefacción de gas natural o de la inversión de la CFE para la planta solar en Puerto Peñasco, o de la inversión para hacer el puerto de Guaymas la puerta logística del noroeste y así.
En todo este contexto, solo queda la inquietud, la incertidumbre y la congoja por los irremediables efectos en todos los órdenes de la vida nacional por la reforma judicial aprobada y que dejará en manos de diputados y senadores judiciales –por haber sido electos por el voto popular—la impartición de justicia de este país, con resolutivos de acuerdo al interés del partido hegemónico y el gobierno.
Obvio se vienen tiempos complicados, de inestabilidad, y dichas circunstancias por lo regular tienen efectos nocivos en cualquier país del mundo, particularmente en sus economías y quienes aseguren que no habrá ningún problema pues están jodidos, cuando ya se afilan cuchillos para defender la independencia del Poder Judicial tanto en México como en organismos internacionales, que procedan o no, generarán un ambiente nada propicio para la inversión nacional y extranjera.
Y luego está la empoderada clase política ligada al narcotráfico, cuyos brazos armados siguen dándose con todo, con grandes regiones del país fungiendo como poderes alternos y afectando gravemente la movilidad de personas y mercancías en buena parte de la red carretera del país.







