¿Y ganaron la elección así arrasando? Curioso, hay premio para los ciegos.

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¿Y ganaron la elección así arrasando? Curioso, hay premio para los ciegos.

Lo cierto es que, en los medios editoriales, entre periodistas hay una profunda discusión de la sobre representación que dice el partido oficial que g

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Lo cierto es que, en los medios editoriales, entre periodistas hay una profunda discusión de la sobre representación que dice el partido oficial que ganó, primero por el poder absoluto que lograrían los Morena, lo que es de miedo, se oye terrorífico, -después de la dictadura priista-más porque si en estos 6 años hicieron casi cuanto les dio la gana para destruir la República y reducir la incipiente democracia a ruinas, no es menor preguntarse en modo “dueños” del país ¿a qué más se atreverán? ¿A quién dejarán de pie y a quienes destruirán?
La discusión ensordecedora de la sobre representación que reclama Morena, que justifica todos los días el jefe de campaña desde hace 6 años, Andrés Manuel López Obrador, entre otras infamias, es tan compleja y como parte del entramado legal, por ende, es interpretativo. Quien gana, el que tiene todas las fichas. Así que el tema ni siquiera entra en los conglomerados sociales. Al común mortal no le importa el asunto.
El ciudadano promedio no está interesado en nada que involucre asuntos políticos, con todo y que el jefe de campaña de Morena, les habla a sus masas en modo popular. La escasa educación que tiene López Obrador no le da ningún bagaje cultural que eleve su léxico, entonces su vocabulario es apto para cualquier persona. Con todo y eso, no se aventuró López Obrador a entrar en materia y explicar el asunto. Se concretó a decir que es lo que el pueblo votó y entonces pidió.
Cuando cursaba la preparatoria, en la materia historia del arte, le tocó impartir la clase, a la profesora, Inés Martínez de Castro, ella hablaba y los estudiantes pelaban los ojos, asustados, no le entendían ni papa. Como buenos rijosos, se le pidió a la docente “que hablara en castellano, para sus alumnitos, porque hasta ahora parecía que lo hacía en chino mandarín”. Palabras más palabras menos esa fue la discusión, la respuesta fue simple: quieren entender lo que hablo, lean suficiente y empápense, cuando menos piensen, imitarán mi lenguaje.
Alguna vez la encontré en una reunión 30 años después y no había abismo alguno en su lenguaje académico que casi nos voló los sesos a los 17 años. Nuestra comunicación fue fluida, natural. Eso sí, quedó un prejuicio por la forma ordinaria en que hablan egresados de universidades, quienes detentan maestrías y hasta doctorados. Tiene que notarse la educación formal en la manera en que se expresan o dan a entender que simplemente no sucedió la transmisión cultural que reclaman sus títulos “nobiliarios”.
De la sobre representación lo único que queda por decir es que es un peligro para el país, La misma nación que está prendida de alfileres, que nunca -ni antes ni ahora- ha tenido espacio para su defensa. Un ejemplo de esto, -obvio hasta la saciedad-, los edificios que tiró el temblor de 1985 en la ciudad de México, eran cientos de planteles escolares y dos multifamiliares en la unidad de Tlatelolco, uno de ellos ya reportado al entonces Fondo Nacional de Población (Fonapo). Les dijeron a los vecinos que no pasaba nada por problemas que había dejado otro sismo en 1981.
Los edificios que más se cayeron eran los construidos por el gobierno, los que eran de capital privado, casi nada les pasó. No muy lejos el terremoto de 2017, volvió a tirar escuelas y ahora hasta un colegio privado, al que le había dado el gobierno permiso para construir un tercer piso.
¿Y si ganó la elección, así arrasando el partido oficial? En este sexenio con la propensión a las dadivas oficiales, siempre con la premisa de que el que reparte, le toca la mejor parte. Se prenden todas las alertas.
Pero nadie de los órganos encargados de investigar, judicializar y castigar ilegalidades actúo -antes como antes, ahora como ahora- para contener a los desquiciados que sin pudor alguno apoyaron desde todas las instituciones.
Nadie vio nada, menos a los gobernadores al frente de las regiones bajo su poder, quienes en apología al viejo priista que llevan dentro, tuvieron ejercicio de virreyes, dispusieron del recurso público para las elecciones. Pues que creen ya apareció el premio para los ciegos y sordos funcionarios del Tribunal Electoral del poder Judicial de la Federación (TEPJF) ellos, solitos solos, no serán tocados por la “reforma al poder judicial”. Nada pajarito.
Serán los únicos de la reforma a los que no se obligará a renunciar para someterse a una elección popular. Además, verán extendido el periodo de su gestión. Los magistrados Mónica Soto, presidenta del Tribunal, Felipe de la Mata, Felipe Fuentes y Janine Otálora, quienes debían dejar el cargo en octubre de 2025, así como Reyes Rodríguez Mondragón, en un año, ellos los ciegos, sordos ante las ilegalidades cometidas por el rey de palacio, permanecerán hasta agosto de 2027.
Lo otro pelear contra Goliat sin siquiera la resortera de David, para que la oposición presunta tenga más curules, es de risa loca, si algo sabe la clase política es traicionar, así que solo venderán caro su amor al que la compre. Además, dice el rey de palacio es lo que quiere el pueblo, entonces que los ciudadanos se traguen sus decisiones, Sin llorar.