¿Es delito traer un cuchillo? O depende del cristiano o del criterio del agente de policía. Hace rato que cuentan como cosa buena, de gran alcance, qu
¿Es delito traer un cuchillo? O depende del cristiano o del criterio del agente de policía. Hace rato que cuentan como cosa buena, de gran alcance, que detuvieron a dos docenas y en esencia la razón es porque traían consigo un arma blanca ¿y cuál es el punto? Hay una ausencia horrorosa de juicio, de sentido común y hay que repetir ¿hay comisión de un delito, porque molestas a la persona? ¿es prejuicio por pobre? ¿es por la zona donde habita?
La repuesta es que sí está prohibido ir por la calle con un arma blanca y de fuego ni se diga: “En la legislación mexicana, el porte de armas está regulado por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Solo se permite el porte de armas blancas con fines de trabajo, deportivos, recreativos o de colección, siempre y cuando se cumplan los requisitos y trámites legales correspondientes”.
Hay navajas que están permitidas siempre y cuando sean no automáticas cuya hoja exceda de 11 centímetros, cuya tenencia solamente se permite en el propio domicilio, con fines de ornato y /o de colección.
Igual las detenciones son arbitrarias acaso porque ¿tienen pintada en la frente el consumo de drogas? Será el sereno, pero en un país con leyes, con una seria y eficiente procuración y administración de justicia no habría estos abusos que cometen las corporaciones policiacas. No, no es posible te detengan, te esculcan la ropa y ahí localizan un arma blanca. Aquí hay una diferencia con quien traslada sus herramientas en un vehículo, entonces el problema es ir a pie.
Con mucha fanfarria presumen las docenas de detenidos y en medio de tantas dificultades solo debería haber sentido común, no hay razón para causarle más prejuicio al ciudadano ¿se guían por la facha? Ese sería un delito de quien lo detiene porque es por racismo, discriminación.
Hay que recordarle a las “autoridades” aquella frase lapidaria: ni todos los que están en la calle son inocentes tampoco todos los que están presos son culpables. Aquí lo que hay es un abuso descomunal en el ejercicio del poder y querer joder al jodido, por si eso no fuera suficiente acá hay una comisión de derechos humanos pintada en la pared, que no tiene mucho quehacer por lo visto, primero porque tiene que educar a los ciudadanos sobre las garantías que los acogen y de cuándo pueden ser sujetos a detención por parte de las autoridades.
Si necesitas cuchillo, machete o instrumentos de esta naturaleza para realiza un trabajo ¿a quién diablos pides que te de una carta? a manera de justificación de porque lo portas. Deberían los distintos niveles de gobierno hacer un trabajo serio, responsable, pero para encontrar la cantidad horrorosa de armas de fuego, de todo tamaño y dimensiones ah, pero esas no las tiene en su poder un ciudadano de a pie ¡A qué lástima! ¿verdad tú?
En otros asuntos mitoteros sí que extraña que tan bueno que es Andrés Manuel López Obrador para estar jode que dale con el pasado, porque de nada es culpable él. Además, es la única y principal víctima de todo el país, por eso resulta por demás extraño, que ahora que por fin llegó extraditado, el argentino, Carlos Ahumada no saben qué hacer con él. Pero cómo, la politizada fiscalía de justicia de la ciudad de México, quienes son excelentes para fabricar culpables, inventar delitos, espiar ciudadanos porque se les hinchan ¿no saben que a hacer con el señor?
Oh realmente se les arrisca el asterisco, profusamente luego que Ahumada, amenazó con sacar mas videos de su colección, en la que ya hace algunos ayeres exhibió la clase de rufianes de que se hizo acompañar López Obrador, cuando fue jefe de gobierno de la ciudad de México. Las imágenes no dejan mentir, no hay mejor prueba de la clase de ladrones que estaban en su administración cuando fueron filmados mientras se atragantaban con pacas de billetes que no hallaban donde metérselas.
Uno de los rufianes era ni más ni menos que el entonces esposo de Claudia Sheinbaum, Carlos Imaz, quien era jefe delegacional de Tlalpan, en 2004.
El aclamado cineasta, Carlos Ahumada fue acusado por transas monumentales en la ciudad de México, de las clásicas obras públicas pagadas y no ejecutadas, pero especialmente el personaje fue quien dio dinero en efectivo a manos llenas a los funcionarios de López Obrador (el rey del cash) y ahora resulta que no quieren saber nada de él, los gobiernos de Morena. El miedo no anda en burro o siguen catatónicos por la detención de aquellos dos “buenos amigos” de ya saben quién.
Con lo que le gusta el pleito, exhibir, vejar y humillar a todo el que se le atraviesa ¿y no toca ni con el pétalo de una rosa a Carlos Ahumada? Está raro el asunto ¿No? A lo mejor le dan un cargo público en el próximo gobierno federal a cambio de los videítos que todavía tiene. Nomás falta.