A la hora y día que sea, los gobernantes de morena anteponen su vida partidista que sus obligaciones constitucionales, por lo que se les paga sueldo y
A la hora y día que sea, los gobernantes de morena anteponen su vida partidista que sus obligaciones constitucionales, por lo que se les paga sueldo y una cantidad insólita -y desconocida para el ojo público de privilegios- y aún así les vale si el pueblo está hundido en aguas negras como Chalco, estado de México, ah, pero Delfina Gómez la titular del poder ejecutivo, tiene prioridades. Ella en la presentación del libro de la reina sin corona, desbordada en la apología a la primera dama. Igual las urgencias en cada punto de la República.
Al otro día con otro pretexto, otro asunto les reclama la atención a los ejecutivos estatales y allá van presurosos al llamado de su Tlatoani, sin mayor preocupación de abandonar la plaza que deben atender y proteger, porque así se los demanda la ley ¿A qué horas trabajan para atender necesidades de sus ciudadanos? Por la víspera se saca el día. Nunca.
En punto de las 12:00 horas, tiempo del centro de México, el jueves 15 de agosto, Claudia Sheinbaum acudió a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ¿día hábil? ¿En horario laboral? El gabinete en pleno y los gobernadores ahí presentes ¿Ya no hay para que despistar que viven para su partido? Se han perdido todos los límites de lo correcto, peor aún, de lo legal.
Por lo menos en la teoría se estimaba que el gobernante, efectivamente llegaba por uno o más partidos políticos -modo mafioso- al cargo y entonces abandona su filiación partidista, para dedicarse a atender a los ciudadanos de su estado o municipio -cual sea el caso- de manera equitativa. Para nada, es modo desvergonzado y sin recato alguno en que ahora funcionan.
En los hechos queda claro que este país no ocupa de esa desvergonzada burocracia llena de funcionarios que no llenan los requisitos, porque no conocen el valor de su trabajo. Para colmo es un costo excesivo para la población que solo sabe del Estado mexicano cuando le exige, le reclama, le amenaza, le demanda o en el peor de los casos, la peor violencia que puede ejercer el estado, lo mete preso por disentir, por pensar diferente.
Hay una realidad que se impone fuertemente y es que los gobiernos no son necesarios, ni siquiera los presidentes municipales, con un administrador o gerente alcanzaría. Si ahora mismo se van a seguir con su fiesta perenne y eterna porque ganaron y volvieron a romper la elección reciente, la realidad es que no pasa nada ¿Algún obrero deja de acudir a su empleo? Los médicos, enfermeros ¿no van a atender a sus pacientes, en los hospitales atiborrados, porque no está el titular del poder ejecutivo en el estado? A nadie le importa si está, si sigue atendiendo prioridades de su partido ¿Entonces, no sería hora de ahorrarse sus sueldos?
El director de una empresa gustaba de ausentarse con mucha frecuencia, largos periodos, los pretextos variaban. En una ocasión se fueron los tres jefes. Al regresar el de más alto rango preguntó ¿cómo está todo? la respuesta fue: ¡excelente! Todos y cada uno hizo lo suyo en tiempo y forma y todavía casi de reclamo agregó: “pero si nos fuimos los tres funcionarios”, por eso, no había quien molestara con tonterías y la energía del personal fluyó maravillosamente. Tal cual los gobernantes, son solo gasto y decisiones fallidas para su beneficio y a sobreprecio.
A propósito de desgracias, las fiscalías en franca decadencia, su uso político ha llegado a los extremos, ya es imposible reconocer quien sí es culpable y quien perseguido político. Por ahora la de Sinaloa y la ciudad de México se llevan el primer lugar en corrupción, colusión, fabricación de culpables y de pruebas.
Renunció la fiscal de Sinaloa, Sara Bruna Quiñones, pero cómo así, ¿peladita y ya se va a su casa? No señor, tienen que abrirle un expediente por lépera y zángana. Pero, además, así como le inventó delitos al alcalde de Culiacán y de Mazatlán, para echarlos de las presidencias municipales respectivamente, que le sigan la hebra hasta que den con el que movía las cuerdas, el gran titiritero, que no es otro que Rubén Rocha Moya, gobernador.
La de ciudad de México rescató al ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral y ahora lo ha llamado perseguido político. Ese es el ejemplo más deleznable de para que quiere Morena tener bajo su imperio el poder judicial: salvar a los suyos, fabricar pruebas y culpables a todo aquel que se atreva a disentir de las versiones oficiales o de “los otros datos”. Terror puro.
En casi como la muerte anunciada. Las familias van a Bahía de Kino y los adultos a lo suyo: beber alcohol, comer, descansar, pero ¿quién cuida a los niños? Ayer domingo un menor de 5 años de edad perdió la vida luego que nadie se dio cuenta que se metió al mar, las olas lo arrastraron y se ahogó. La criatura jugaba a la orilla de la playa luego “lo perdieron de vista”. Ah.
El sábado una niña de 5 años falleció luego que cayó del onceavo piso en un hotel en Puerto Peñasco, la explicación es enredosa, inentendible. La menor bajó del elevador y se resbaló ¿por dónde? La fatal coincidencia que con diferencia de un día dos criaturas de la misma edad murieron. Algo falló en su red de protección: familiar, seguridad en edificios, cobró sus jóvenes vidas.