El hombre que intento matar a Ciro Gómez Leyva, Héctor Eduardo, alias Bart, fue entrevistado en la cárcel, por la activista Saskia Niño de Rivera y el
El hombre que intento matar a Ciro Gómez Leyva, Héctor Eduardo, alias Bart, fue entrevistado en la cárcel, por la activista Saskia Niño de Rivera y el sujeto con su más sofisticado lenguaje de sicario dijo: “esto es México mágico, mi peor error fue no haberlo matado”. Con toda desfachatez agregó que en el país no pasa nada cuando asesinan a periodistas. La entrevistadora le hizo hincapié si tomó en cuenta que el caso sería muy mediático por tratarse de quien era la víctima. Detalle muy importante para que la procuración de justicia se moleste en investigar.
Él insistió el sicario que no pensó que sería detenido, -porque como bien se sabe en México hay un 96 por ciento de delitos que se cometen y no hay investigación por ende no habrá sujetos procesados y mucho menos sentenciados-. Así que este criminal en conocimiento de esa realidad, describió su plan de vivir feliz con dinero que le pagó el autor intelectual, escondido un tiempo y luego libre sin ser alcanzado por la ley.
Depende el sapo es la pedrada, depende quién sea la víctima, a partir de ahí es que existe la posibilidad de que haya interés del sistema de procuración de justicia por atender el expediente o sea puesto en el bote de la basura como en el 96 % restante. El atentado al comunicador Gómez Leyva levantó ámpula, la realeza que ocupa grandes espacios en radio, televisión y medios impresos se solidarizaron con el comunicador y eh aquí que, con tal ebullición, hubo trabajo policiaco y obtuvieron resultados: ¡hay detenidos y justicia!
Depende del tamaño de la víctima que se mueve el enorme elefante con esclerosis múltiple que es el aparato de justicia. Ahora con tanta información de los presuntos responsables materiales del atentado, las facilidades del sistema carcelario para que entrevisten a uno de sus célebres delincuentes, será muy fácil entonces que den con el autor material ¿Quién podrá ser?
Hasta para ser víctima hay que tener “nivel” porque sí no, simplemente el caso se pudre en el ocaso, en el total y absoluto olvido. Así como el de tantos y tantos mexicanos.
Grande es en verdad el Señor, que vino a Sonora este fin de semana a dar luz a quienes necesitan tanto de él y trajo a su “empleada”, la presidenta electa de México, ni más ni menos ¿Y que trajeron? Parloteo, órdenes para la realeza de Morena, antes del PRI, del PAN, del PRD, del PT y el recordatorio de que son nadie, si el “dedito” de su alteza los manda al diablo, por no seguir de rodillas ante él.
Andrés Manuel López Obrador se parece tanto a Carlos Salinas de Gortari particularmente en venir una y otra vez a “inaugurar” lo mismo, que significa nada. El ex mandatario priista en su famoso programa Solidaridad, llegó a Sonora a inaugurar unas 4 veces si no es que 5 el centro de salud en la colonia Miguel Hidalgo en Hermosillo, ya era el paseo obligatorio en sus giras. En la era dorada de Morena también vienen a ver los mismos mogotes, que un día dicen será algo.
A la obediente señora que acompaña al jefe le dieron permiso de hablar y se comprometió a seguir con los apoyos a las comunidades indígenas. Los cuales sabe si sean ciertos y a estas alturas ya deberían haber impactado suficiente a esos grupos porque de lo último que se sabía es que estaban hasta el copete de drogadicción y alcoholismo y todas las desgracias que ello conlleva.
A propósito, este domingo muy temprano acudió Cruz Roja a la calle Emiliano Zapata, en la colonia Palo Verde a un centro de desintoxicación donde falleció un interno. Luego la calle lució abarrotada de policías y luego llegó medicina forense. Hasta avanzada a tarde no se sabe la edad de quien perdió la vida en ese lugar, dolorosamente a quienes dirigen a ese sitio son jovencitos tan pequeños, que no alcanza la comprensión humana para entender cómo tan niñitos son usuarios de drogas.
¿Nacen con problemas mentales no diagnosticados? Un adicto más murió en Hermosillo, donde como en el resto del país no hay un plan para recuperarlos. La desintoxicación entra con sangre, se decía en el pasado, ahora es una concatenación de eventos, donde la indolencia del Estado hace su parte, más la falta de médicos especializados en problemas psiquiátricos, más el mercado creciente de sustancias psicotrópicas al alcance de quien tenga para comprarlas.