Entretelones Samuel Valenzuela Nadie podría negar los beneficios de los planes de justicia para las etnias seris, yaqui y guarijíos en Sonora,
Entretelones
Samuel Valenzuela
Nadie podría negar los beneficios de los planes de justicia para las etnias seris, yaqui y guarijíos en Sonora, como eje de una política pública del gobierno federal para rescatar de la marginación a los pueblos originarios.
Este fin de semana hubo gira presidencial en Sonora, con dos eventos sobre dicho tema y para nuestro gusto, relevantes las acciones en territorio seri, etnia incluso más dejada de la mano del gobierno que los yaquis e incluso los guarijíos.
Miren, por muchos años nuestra playa predilecta fue un paraje entre el estero Santa Rosa y Punta Chueca; hicimos amigos con integrantes de la etnia, que distinto a la yaqui son muy dados a socializar y de hecho adoptan nombres y apellidos anglosajones, les gusta y tocan rock metálico y sus tradiciones más bien tienen motivaciones de mercadeo turístico.
Hasta principio de los años 80, las principales comunidades seris, Punta Chueca y Desemboque estaban prácticamente aisladas y solo se podía acceder a éstas a través de destartaladas terracerías y fue en el sexenio de Samuel Ocaña cuando se le dio un buen entre con un programa de entrega de viviendas prefabricadas y obras de urbanización.
También se les instaló una plantita desaladora, entonces tecnología de reciente introducción al mercado; luego vendrían años de solo mantenimiento y esporádicas acciones gubernamentales, pero lo por lo regular siempre en el olvido, mientras proliferaba el consumo de drogas y si, también la práctica del taekwondo, kung fu y Karate
De memoria, también recordamos la pavimentación de la carretera de Bahía Kino a Punta Chueca durante el gobierno de Eduardo Bours Castelo y apoyos con artes de pesca como lanchas, motores fuera de borda y redes, planta de luz y cosas de esas.
A partir de 2018 el gobierno federal emprendió acciones más decisivas; en Sonora primero fue la tribu yaqui en cuyo territorio se desplegaron programas, primero lentos y ya después de 2022 de forma más acelerada; luego se incorporaría a la tribu serio y guarijíos en esos planes de justicia puestos de moda por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que asegura continuará la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Resulta extraño, pero como a los más o menos mil seris residentes de Punta Chueca y Desemboque dicen no gustarles el consumo de agua de mar desalada, se les procuró un abasto de agua del subsuelo extraída de un pozo que será trasladada a través de un acueducto de alrededor de 60 kilómetros.
Tampoco les gusta el pavimento y por eso el tramo que separa ambas comunidades se quedará como está, de terracería, pero con frecuente mantenimiento, destacando además el continuo apoyo de CONAPESCA y de su titular Octavio Almada para consolidar la organización para la pesca, con entrega de pangas, motores, planta congeladora y demás.
Fundamental en el avance del plan de justicia seri, la intervención del gobierno de Alfonso Durazo Montaño a través de la SEDESSON para fortalecer la familia, desarrollo de proyectos productivos, preservación de tradiciones y demás, faltando quizás solo una estrategia puntual para arraigarles la cultura del aseo de su entorno.
Pero el plan de justicia para los seris es una minucia en comparación del aplicado para la tribu yaqui, en donde de plano echaron la casa por la ventana y cuyos avances fueron evaluados durante la visita del presidente y su mascota este fin de semana y de cuyos detalles se enterarán en los comunicados oficiales correspondientes.
La tribu yaqui ha sido objeto de otras atenciones destacadas en el pasado por parte de gobiernos en turno y allá en nuestra memoria está aquella vez que vino el presidente Luis Echeverría y se quedó a dormir en Vicam Pueblo y para apantallarlo hasta se plantaron enormes palmeras a los costados del camino de acceso, con la novedad de que a los 10 días se habían secado por falta de atención.
El periplo del presidente incluyó una visita a la planta fotovoltaica en Puerto Peñasco, la que si bien se publicita como la más grande de Latinoamérica, poco o nada se sabe sobre si ha derivado algún kilowatt a la red para consumo de los sonorenses y más bien está enfocada para abastecer a Baja California y para exportarla al mercado gringo, además de que en su instalación subyacen millonarios negocios del grupo empresarial Vidanta, de los consentidos del obradorato.
Se asegura que al concluir todas sus etapas, la Central Fotovoltaica de Puerto Peñasco tendrá capacidad de generar 1 GW de energía eléctrica, lo que equivale a evitar la emisión 1.4 millones de toneladas de dióxido de carbono o sacar de circulación 270 mil automóviles, pero en contrario, más al sur en Puerto Libertad, se construye una planta de licuefacción de gas natural fósil, cuyo proceso de centrifugado para condensarlo y trasladarlo al mercado del pacífico se emitirán a la atmósfera 56.8 millones de toneladas de dióxido de carbono, además de los contaminantes por el tránsito de grandes buques por el golfo de california o sea, unas por otras pero mucho más copeteado. O por un lado descarbonizamos el medio ambiente y por el otro lo carbonizamos.
En el programa de la gira también estuvo la evaluación del avance de las obras para convertir al puerto de Guaymas en la puerta logística del noroeste de México, obras ya que se supone quedarán listas antes de octubre próximo, y si persistieran dudas de tal objetivo, ahí está el compromiso de la presidenta electa de mantener el apoyo presupuestal de la federación para concluirlas, así como en los casos de los planes de justicia para las etnias.
Por otra parte, a pesar de los nefastos resultados de su gestión como presidente de su partido, Alejandro Moreno Cárdenas consiguió ser reelecto en la dirigencia nacional del PRI, mediante una reforma estatutaria por la vía rápida, en el marco de una asamblea general ordinaria fantasmagórica y casi en lo oscurito.
Inconcebible el gandallismo de un sujeto que solo ha rendido malas cuentas, derrotas y bajas históricas en votación, que en otros tiempos implicaban casi en automático la renuncia voluntaria del dirigente, tal como lo hizo en su momento Manlio Fabio Beltrones, cuando el PRI sufrió un revés mucho menor que el del pasado 6 de junio y que en el caso del alito se suma el histórico descalabro de 2021.
No valieron las contundentes posiciones en contra de la reelección por parte del citado exgobernador de Sonora y senador electo, así como de Beatriz Paredes, Dulce María Riancho y otras voces influyentes entre los del PRI, para aplicarle ese retroceso histórico al otrora poderoso partido cuyo logo conjunta los colores patrios.
Por aclamación y a mano alzada los asambleístas presentes en esa juntada aprobaron la reelección de quien en los últimos años los tiene rumbo al sótano en las preferencias electorales y que la reelección seguramente será como la puntilla en la base de la nuca del expartidazo.
Pues el que por su gusto es buey hasta la coyunta lame, dice el refranero popular y por eso las lamidas deberán convertirlas en un arte quienes decidan mantenerse en las filas de ese partido bajo las actuales condiciones, no descartándose fuertes repercusiones en las dirigencias estatales, particularmente en la de Sonora en cuya asamblea estatal se manifestaron en contra de la reelección.
Además, está el pesadísimo posicionamiento de Beltrones Rivera quien, en pocas palabras calificó como una mala broma las pretensiones de aprobar la reelección de dirigentes en un partido cuyo origen trae la marca del antirreeleccionismo.
Vienen cosas muy serias desde ese partido en Sonora luego de una decisión de gran calado y que ameritó una consulta previa y reflexión sensata para que no fuera tomada en función de los caprichos y necesidades políticas de una sola persona, esa misma que ha llevado a la debacle a ese partido.
Mientras tanto, como una chingonería quedó el remodelado y reconstruido muelle de Bahía de Kino, espacio emblemático que lució en todo su esplendor al ser reinaugurado por el presidente municipal Antonio Astiazarán Gutiérrez y su esposa Paty Ruibal.
Con un costo de casi 50 millones de pesos, la obra estuvo a cargo de la Coordinación de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Ecología, e incluye marco de entrada, pérgolas de descanso en rotonda, alumbrado público, bancas, barandal perimetral de acero alrededor del muelle y construcción de rampa de acceso a explanada en tierra firme, acceso al mar y baños.