ÑEste sexenio, que presume de honestidad de incorruptibilidad es el peor ejemplo del dicho: dime que presumes y te diré de que careces. Tristemente le
ÑEste sexenio, que presume de honestidad de incorruptibilidad es el peor ejemplo del dicho: dime que presumes y te diré de que careces. Tristemente les brota la corrupción por todos lados y las pruebas fehacientes de cada trapacería mostrada por periodistas y académicos que tienen la manera de investigar a profundidad, sirve para nada. O más bien, para recibir furia y venganza descarnada de un presidente de la República que en más de 3 mil mañaneras ha querido hablar de un país que no existe o lo que es lo mismo una nación que cualquier mexicano de a pie, no encuentra.
Es posible que en cada una de esas tres mil mañaneras, de dos o hasta tres horas en las que Andrés Manuel López Obrador pretende crear la imagen de un país que no existe y vestirse él con los más grandes valores y virtudes, de las que carece, comete uno o más delitos. Es una violación sistemática a las leyes que rigen a todos los ciudadanos que habitan el país y que tendría que haber obligado a la fiscalía general de la República (FGR) a iniciar por oficio una investigación penal.
Es una violación flagrante a toda la jurisprudencia en materia electoral. Es el jefe de campaña de Morena desde hace 6 años. Y nomás, frente a los ojos de toda la burocracia de oro de la SCJN.
¿Qué hace el poder judicial? Nada. Deberían asumir responsabilidad y hacer su trabajo, que para eso se les pagan millonarias sumas de dinero. Pero no nada hace la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Solo están preocupados por lo suyo, por los fideicomisos que se les pretenden eliminar y que les quitaría algo así como un pelo de gato, ah, pero eso si les importa. No el desmantelamiento de esta nación que gateaba en una pasmosa e incipiente democracia.
Este lunes se aventó el dichoso discurso para justificar los 233 asesinatos en el primer fin de semana de mayo: “no hay más violencia, hay más homicidios”. Si, es para volarte la tapa de los sesos. Primero los datos provienen del informe elaborado por el SESNSP que establece que “del viernes 3 al domingo 5, se reportó 233 casos de personas asesinadas en el país, para llegar a 375 homicidios en mayo”. Guanajuato es la entidad con más homicidios con 28, para un promedio diario de 75. Le sigue el estado de México con 24, Baja California con 16, 13 en Nuevo León y 12 en Michoacán.
“No hay más violencia, hay más homicidios”. Lo que el mitómano quiso decir a su feligresía es que son homicidios pacíficos, el matón le pide permiso a la víctima para darle de balacitos, despacito. Pero no hay como bromear con dramas como el de Chihuahua en que un músico es acribillado la tarde del domingo junto a su esposa y dos hijos adolescentes. Un niño y la abuela sobrevivieron.
En otros lamentables asuntos, este lunes en Hermosillo, los choferes del transporte público pararon actividades. Desde las 4:00 de la mañana, tiempo de inicio de corridas, cerraronaccesos y salidas del centro pernocta, por lo que solo 21 vehículos lograron salir a prestar el servicio. Denuncian los trabajadores que hacen jornadas de hasta 18 horas, que no se les permite tiempo ni para hacer sus necesidades fisiológicas. Además, cada mes los concesionarios los cambian de “razón social”, inventan nuevas empresas. Es para evadir impuestos. Es la trapacería que cometen algunos patrones para que el empleado no registre antigüedad, no tengan derecho a prestaciones.
Y algunos ciudadanos acusan a los choferes de mala onda. Da una lástima que se desprecie el trabajo de otros. Nos hemos acostumbrado tanto a cuestionar a los demás. En una ciudad en que cada día es más difícil manejar por lopésimamente trazada. Hay cada bache de miedo. Los automovilistas no saben utilizar el direccional y si lo usan es porque ya están casi encima de uno.
Así que debe ser muy duro trabajar de chofer de autobús. Eso sin menospreciar la ira encendida de las personas, que no buscan quien se los hizo, sino quien se las pague. Al servicio de transporte le falta mucho, muchísimo, primero que los gobernadores y ex gobernadores dejen de estar metidos en este negocio ¿Qué es muy lucrativo? ¿No me digan? Tiene que haber una auditoría ciudadana profunda al transporte público para poder saber qué es lo que está podrido dentro y nadie lo quiere extirpar, porque ya son demasiados sexenios en que solo empeora la cosa tú.
Mientras el servicio esté sometidos a hampas largamente favorecidas, esto seguirá igual. Los choferes son el eslabón más débil de este problema. Arriba es donde está la pudrición. Vaya que sí.

