HomeReflexión del día

Carta al linaje paterno.

Gracias papá, te amo, te aprecio, te acepto tal cual eres en todas las dimensiones espacio tiempo; te agradezco por tu presencia, tu luz y tu fuerza.

El estado ideal para tener un hijo no es estar en pareja, es ser feliz
Oración de un padre
10 señales de que tienes un marido extraordinario

Gracias papá, te amo, te aprecio, te acepto tal cual eres en todas las dimensiones espacio tiempo; te agradezco por tu presencia, tu luz y tu fuerza. Me responsabilizo de todo aquello que yo acepté e integré en mí como verdadero.
Reconozco que tú cumpliste tu labor de la mejor manera posible de acuerdo a tus propios recursos y dando cumplimiento al contrato de alma que ambos acordamos; perdono por cualquier sufrimiento que hayamos cocreado y agradezco las lecciones que de éste obtuvimos.
Libero de toda historia de dolor, de miedo, de enojo, de tristeza y su consecuente karma en nuestras vidas.
Se que me he convertido en quien hoy soy gracias a tu aportación a mi vida. Todo lo que necesite corregir y mejorar, es ya labor mía y me se acompañada por ti en cada paso, pues el cordón que entreteje tu corazón al mío es inquebrantable y siempre palpitante.
Es tu mirada la que me ha enseñado a ser mirada y reconocida; es tu amor el que me ha mostrado cómo merezco ser amada, la que me ha dado confianza para mostrar mi fuerza. Son tus caricias las que han dejado memoria en mi piel para sólo permitirse ser tocada por el otro en total amor y entrega.
Asumo mi proceso y la responsabilidad de sanar con los otros, todo lo que haya quedado pendiente contigo.
Te miro, y miro a todos los hombres que te anteceden.
Los honro.
Te miro, y miro tu historia.
La entiendo.
Te miro, y miro los duelos, las heridas.
Las comprendo.
Te miro, y miro las imposibilidades.
Las sano en mi corazón.
Porque cuando te miro, miro lo Masculino en mí y cuando mi mirada es en compasión, esta mitad en mi comienza a sanar y se hace la luz.
A partir de hoy confío en poder integrarte en mi masculino sagrado, verdadero, auténtico, también amoroso y presente.
Autor: Anónimo