Porqué Perú si y en México no

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Porqué Perú si y en México no

En México la corrupción se ha convertido en deporte nacional extremo y las encuestas, boletines de prensa, premios que compran los gobernantes para pu

No son dueños, representan al 28 por ciento de mexicanos
¿Qué pasó en los 38 ranchos y la mina que recuperó la fiscalía?
Hay tianguis de mentiras ¡Son tiempos en que todo se arregla con saliva!

En México la corrupción se ha convertido en deporte nacional extremo y las encuestas, boletines de prensa, premios que compran los gobernantes para publicitar su presunta “honradez” no conducen a nada bueno, que no sea generar más sospechas. Cualquiera hoy en día conoce a un mequetrefe que le dieron un cargo público y el “bendecido” lucía una economía bastante precaria y a los cuantos meses ya presume carro de alta gama, casa en la zona de más alta plusvalía ¿en que trabaja pues?

O el claro y obvio ejemplo del funcionario aquel que fui a ver, porque su esposa nos envió para que él comprara las enciclopedias -que en aquella época de duros aprendizajes- vendía. Así que llegamos y afortunadamente no nos hizo esperar mucho, tampoco se hizo del rogar para comprar los costosos libros. El detalle es que pagó en riguroso contado 18 mil pesos, allá en el año 1994 con cheques de nómina, que tenía en su escritorio, los que no ocupaba.

El sujeto estaba en proceso de divorcio, así que financiaba la casa de su esposa e hijos, su naciente vida de soltero y a la novia, que ya se había agenciado. Dicho de otro modo, fluían bastante bien sus ingresos al grado de que podía guardar sus cheques de pago ¿y de que vivía?

Un caso que fue y vino en la prensa fue el procesamiento del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, quien fue tratado como príncipe, que lo es, su padre del mismo nombre pertenece a la realeza que no se toca en el país. Pero la actual administración federal lo hizo de interés nacional y propaganda política que mostraba las infamias y corruptelas del sexenio de Enrique Peña Nieto, hasta que lo liberaron ¿Por falta de pruebas? ¿Por qué así fue el trato?

Un caso cercano fue lo ocurrido en el sexenio de Guillermo Padrés en Sonora, de quien había registro de sus bienes acumulados, docenas de empresas fantasmas, donde además hubo personas fallecidas bajo circunstancias extrañas y quienes, pese a sus condiciones paupérrimas, aparecían como prestanombres del ex gobernador. Este es uno de los peores ejemplos de que no hay castigo para la clase política acusada de malversar fondos públicos. Contra el mandatario por el Partido Acción Nacional (PAN) había demanda por secuestro y lesiones. Todo quedó en total impunidad.

Del gobierno de Claudia Pavlovich surgieron acusaciones de que había incurrido en saqueos descomunales, así que cuando ganó Alfonso Durazo por el partido Morena, fue ¡Excelente, que vuelen pelucas, que se sepa todo! Y nada que el Dios sexenal le perdonó todos los abusos y excesos cometidos a cambio, de que entregara la plaza y aquella tan obediente y sumisa, abandonó el cargo desde 2018. Ahora como todos saben goza de su premio en Barcelona, España ¿Y si hubo delitos?

Hago referencia a estos casos paradigmáticos de los abusos y excesos en que se revuelca la alta burocracia en el país, que se perpetuaran independientemente del partido político que acceda al poder, justo por lo que sucede en Perú, donde su presidenta, Dina Boluarte es sometida a un allanamiento tanto en Palacio de Gobierno como en su casa, en la que buscaban relojes de lujo no declarados por la mandataria, cualquiera se preguntará cómo puede suceder allá y no aquí, la respuesta es que en aquel país sudamericano, poseen un sistema judicial independiente al poder ejecutivo.

En esas condiciones pueden ejercer una procuración de justicia contra el presidente de la República, no como aquí, que ni a un alcalde ratero son capaces de someter a proceso judicial, mucho menos a un gobernante o un mandatario federal. Así las pruebas sean obvias, espeluznantemente cínicas y un rastro de evidencias físicas, de audio, videos, fotografías, imposible. El profeta dice que él es santo y todos se tiran de alfombra, incluida el poder judicial ¿Esperanzas de enjuiciar a los saqueadores de la riqueza nacional? No por ahora.