Una de tantas promesas que no cumplió el rey de palacio nacional es, que acabaría la contratación “outsourcing” y nada. El sexenio languidece y la pob
Una de tantas promesas que no cumplió el rey de palacio nacional es, que acabaría la contratación “outsourcing” y nada. El sexenio languidece y la población urgida de un empleo accede a someterse a esos esquemas de donde todo puede ocurrir. En el pasado las denuncias contra las empresas de seguridad privada se llevaban primer lugar, por abusivas y el trato leonino llegaba al extremo de no pagarles prestaciones, con todo y los riesgos que conlleva la actividad que realizan.
Se le outsourcing, a la contratación laboral por medio de terceros o tercerización, para dar servicio a otras empresas para el desempeño de ciertas actividades. Sobre el particular la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece en su Artículo 13. – Se prohíbe la subcontratación de personal que consiste en que una persona física o moral proporciona o ponga a disposición trabajadores propios en beneficio de otra.
La reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que incluyó nuevas reglas para la tercerización de servicios especializados entró en vigor en abril de 2021 y tras su publicación se presentaron una serie de amparos. Luego en 2023 hubo nuevas regulaciones sobre el particular, pero que en resumen permitía el outsourcing, en casos de profesiones u actividades especializadas.
Al cierre del año pasado me enteré de una desbandada de trabajadores de una empresa de seguridad privada que opera en un municipio pequeño al norte de Hermosillo, el personal se molestó a tal grado que renunciaron. Que no les daríanaguinaldos les dijeron a los que tenían hasta 3 años de antigüedad. Obviamente, si a éstos no les cumplieron con esa obligación legal, menos hubo para quienes tenían meses laborando.
Es temprano aún, falta la mitad de abril y todo mayo y esa dichosa compañía (daré el nombre en unos días más) ya le advirtió a su personal que no hay utilidades. Justo el jueves encontré a una empleada de una compañía de seguridad privada aquí en Hermosillo y le pregunté si ellos recibirían esa prestación y me respondió: no, jamás lo hacen las empresas de ese giro. Explicó que ella cambió de patrónporque en la anterior, la obligaban a trabajar horas extras y jamás se las pagaban. Tuvo que demandarlos e irse por consecuencia.
No hacen reparto de utilidades las empresas de seguridad privada porque son damas de la caridad, no generan riqueza. No cobran los servicios ¿los regalan? Secretaría del Trabajo presten atención, algunos se quieren pasar de listos, una vez más, espero que actúen contra todo ese giro empresarial.
El martes murió la mamá de un amigo muy querido, y ya sabe uno el nivel de sufrimiento que habrá en la velación, pero aquello estaba desbordado, porque los trámites para enterrar a une persona se han vuelto tan complicados, horrorosamente caros. En resumen: pagaron una exhumación en la tumba de bisabuela, para colocar el cuerpo y nada ¡estalló la bomba! En sus cartas de defunción no coincidían los apellidos de las damas y no permitió el ayuntamiento que abrieran esa tumba. La señora así lo había pedido y prohibió que la incineraran.
Tarde decidieron que entonces en la tumba de su esposo, pagaron el trámite y todo parecía ir más o menos hasta que otra vez, los problemas, ahora que el cajón no cabía en ese tamaño de fosa. Tuvieron que cambiarlo. Oí algo tan interesante, que no podían hacer mucha excavación en el panteón Yáñez porque se vendría abajo todo. Entonces se deben prohibir las exhumaciones en ese camposanto.
Además de la consternación natural ante la muerte de seres queridos, hay que lidiar con un mundo de cosas, detalles como el que bisabuela se cambiaba los apellidos cuando le daba la gana. Parece que no perjudicará, pero aquello causó estragos en sus deudos porque no pudieron cumplir a cabalidad con las instrucciones que mamá dejó para su funeral.