Niñez en riesgo

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Niñez en riesgo

Cada niño extraviado, sin localizar, menores asesinadas como la pequeña de 12 años que apareció tirada a la vera de una carretera en Hermosillo, siemp

¿Existe la clase media o solo son menos pobres?
El éxito tiene muchos padres, el fracaso es huérfano ¡No hay medallas!
Pobrecita lamenta su desgracia de reina ¿sin cetro y corona?

Cada niño extraviado, sin localizar, menores asesinadas como la pequeña de 12 años que apareció tirada a la vera de una carretera en Hermosillo, siempre nos lleva a querer hurgar en las condiciones familiares, emocionales que privan en donde habitaban estos menores. Para saber quien o quienes los tenían que haber protegido. La fragilidad mental, emocional actual se empezó a cultivar desde hace mucho, pero ahora hace crisis en todas direcciones. Los seres humanos no pueden dar a otros lo que no recibieron.

El relato que me da un empresario es un espejo en el que se pueden ver muchos, en el que se reflejarán otros tantos y que se negarán a aceptar los más pedantes. Explicó que tiene una cafetería en una plaza comercial y entre otros clientes estaba una mamá con su hijito de 4 años. Aquel naturalmente inquieto, curioso y necesitado de ¡ATENCIÓN! Pero la señora estaba endiosada con su teléfono. No pasó mucho tiempo para en que el niño se levantara y se fuera.

El dueño que observaba la escena siguió al pequeño y empezó a hacerle plática, luego lo invitó a una nieve. Que pasaron entre 15 y 20 minutos sin que la madre se enterara que el menor estaba lejos de ella. El pequeño volvió se sentó y entonces el buen samaritano le tocó el hombro y le preguntó ¿Sabe dónde ha estado su hijo? La mujer apenas si despegó los ojos del celular para indicar donde estaba -ahora de nuevo- sentado.
Podría abundar más en esto, pero la obviedad está a la vista: hijos huérfanos con padres vivos. Y ahí algunas de las razones de tantos niños sin protección, cuando esa es justo la obligación suprema de todo aquel que trae a un ser humano a la vida, darle seguridad, amparo. Pero ¿en esta era de la distracción y los vicios?

Cualquiera se da el susto de su vida, si pierde de vista a la criatura ¿a dónde se fue y con quién esta? Es lo mismo cuando los hijos se adentran en redes sociales y viven y respiran esos contenidos, ante la falta de vigilancia de los adultos. Los peligros abundan ¿quién los ayuda?
Por eso creo que, no hay peor y dolorosa tarea que la de ser padres y no hay una regla única, no hay una receta secreta que seguir para que los hijos sean seres humanos saludables. Imaginen ahora a los niños sin padres.

En estos días una horrorosa crisis de salud mental amenaza a la niñez y juventud y es por causa de la pandemia de Covid, dicen unos; otros infieren que fue a consecuencia de esas vacunas, hechas al vapor, aplicadas en medio de la psicosis. Con una avaricia de las farmacéuticas e incapacidad de los gobiernos para proteger a los ciudadanos. Es de tal magnitud la situación que en Hermosillo ver médicos psiquiatras, significa una lista de espera de hasta tres meses.

La deserción escolar, la reprobación en las escuelas es otra cruda realidad de la que nadie habla, nadie se interesa y menos ayudan. Es la suma de todas las crisis de salud mental, que jamás se atendieron aunado a ello, la falta de una cultura de atención, provoca amenazas serias de suicidio en los jóvenes.

Así que, si preguntamos cómo y porqué perdemos a la niñez y juventud en todos esos frentes de peligrosos escenarios, otra vez las respuestas son múltiples. Por un lado el periodo post-covid al que nadie prestó atención y aquí estamos colmados de dificultades. A eso solo hay que sumar los niños huérfanos con padres vivos.

En las dos entregas anteriores conté parte de los infiernos vividos en la empresa de cable, de la que hace 18 meses fui despedida, pero hare un paréntesis en el asunto, parece mentira, pero recordar al final si me causó molestia. Así que pondré distancia de por medio.

Hay cosas más importantes que recordar desgracias personales, además son lecciones que por alguna razón debo vivir, a la preciosa espera, que ninguno de mis descendientes tenga que lidiar con eventos semejantes. Así que mejor pido al universo que drene y fluya en mis esas dificultades laborales. Sin apego al resultado.