El Exilio Juana María Olguín Tarín Me encanta oír a las personas expresar: “al fin se acabaron las campañas políticas” y no puedo menos que sonreí
El Exilio
Juana María Olguín Tarín
Me encanta oír a las personas expresar: “al fin se acabaron las campañas políticas” y no puedo menos que sonreír. Legalmente no empiezan. Pero jamás ni en la peor pesadilla uno pudo imaginar este nivel de desvergüenza, de agravio a la sociedad y a las leyes, que se ha gestado en este sexenio federal. Este desborde de actividad proselitista los 365 días del año las 24 horas del día. Ayer nada menos andaba la candidata oficial de palacio nacional en Hermosillo. No me interesa saber a qué vino, a no ser que hubiera resuelto alguna urgencia estatal ¿No? ¿Nada?
La primera palabra que viene a la mente cuando se observa ese desborde electoral, que es un asco. Gobernadores olvidaron obligaciones constitucionales, para hacer lo que les ordenan desde palacio nacional y es obvio gastar dinero en lo que necesiten sus partidos, sus candidatos y eso es todo. Párenle de contar y la pregunta obligada es de dónde será tanto recurso económico.
No hay una sola palabra que ayude a describir el estado de desorden, de caos institucional. Cada quien se manda solo, no hay ley, estatuto, reglamento, normativa que detenga las cofradías que se han apoderado de la verdad absoluta de la nación y no se diga más.
Ah, pero por cierto las campañas electorales apenas empezarán y es de locos pensar en las sumas millonarias que se han dilapidado en un primer momento para colaborar con las mal llamadas corcholatas del presidente, Andrés Manuel López Obrador, aquello fue la cosa más nauseabunda: funcionarios y gobernantes sumados con total desenfreno al proselitismo. Ni en los días más oscuros del PRI se vio tanto dispendio.
Pues, así las cosas, apenas empezarán las campañas. Ojalá que por lo menos halla un poco de civilidad. Menos violencia matona, cuando ya van algunos precandidatos asesinados.
Siempre me pareció de mal gusto que los mexicanos que viven fuera del territorio nacional, votaran, sí porque literal eligen a los verdugos de los que se quedaron; pues resulta que esta locura de vivir solo y para proceso electoral trae otra extraña situación: por primera vez cerca de 93 mil personas que se encuentran en prisión preventiva podrán votar.
¿Para quién sospechan será el beneficio de esas 93 mil boletas? Con el sufragio “libre y secreto” de los mexicanos acarreados, que reciben dinero, “apoyos” por su credencial de elector, será muy difícil determinar a quién beneficiarán esos votos. Já.
Lo malo es que los gobernantes se olvidaron de las necesidades supremas de sus estados, a los que juraron atender, hacer progresar y un largo bla, bla. En algunos, que ya mencionaré, solo entregan becas escolares, hasta cuando no hay actividad académica, o cortan listones para una calle a pavimentar en un pueblito allá lejos. Pero no tienen tiempo más que para comer y beber grilla.
¿Es sorpresa para Sonora que se hable de sequía? Ah y que será la peor en este naciente año de 2024. Que será severa y excepcional en porciones de Sonora, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Los impactos se resienten en el 76.21 por ciento del país, la más grave de al menos los últimos 12 años.
Oh mi Dios si hubiera alguien en territorio nacional atendiendo la devastación de las zonas arboladas, cuidando de los bosques, vigilando el buen estado de ríos, mares, la protección de la flora y la fauna. Creando una agenda para combatir el calentamiento global ¡no hay nada! De nada.
Desolador panorama y empeorará aún más el escenario. Esperen un poco y verán que sí.

