El Exilio Juana María Olguín Tarín A nadie le pega tanto la inseguridad en las carreteras como a los sonorenses, un costal de papas por poner un e
El Exilio
Juana María Olguín Tarín
A nadie le pega tanto la inseguridad en las carreteras como a los sonorenses, un costal de papas por poner un ejemplo, sale de una central de abastos en el centro o sur del país con valor de 5 pesos el kilo, pero tiene que atravesar todos los peligros nacionales. Entonces para cuando llega a la mesa del consumidor final, aquello tiene un valor exagerado, ridículo, con un precio que lo vuelve inalcanzable.
¿Cuánto dinero se pagó en mordidas en la carretera entre las policías municipales por donde viajó ese tráiler? Agreguen los retenes que instala el narcotráfico y es un largo etcétera. Es solo cuestión de sumar y entender de porqué los altos precios de productos elementales para la dieta alimenticia como frutas y verduras, que ahora se han convertido en privilegios demasiado caros.
La suma de los costos tan altos en productos que alguna vez, los gobiernos demagogos le llamaron canasta básica, están fuera del alcance de un obrero. Para colmo el productor que sufrió plagas en el cultivo, la falta de agua, el clima, más el trabajo arduo que reclama cuidar la parcela, se queda con muy poca ganancia.
A todo esto, que he mencionado se le llama costos de producción. Para el ciudadano común tiene otro nombre y se llama corrupción de todas las instituciones, más la inseguridad que priva en las carreteras. Al final ¿quién paga por el gran desastre y todos los peligros en las carreteras? El consumidor final.
Eso sin minimizar la codicia de los empresarios. Me he preguntado cantidad de veces ¿cuánto cuestan los alimentos? Durante los últimos dos años el kilo de papa se ha mantenido arriba de los 40 pesos, con picos de 47 pesos. Es al alza, pero de ahí no baja en los grandes almacenes. Pero resulta que, en comercios modestos, comercializan el producto en 32 pesos. La cebolla blanca, estaba en 46 pesos el kilo, acá en un mini super en 8 pesos.
Este lunes los transportistas hicieron una manifestación en el centro y sur del país, para exigir seguridad en las carreteras y que los trabajadores del volante no expongan su vida en cada viaje. En los cinco años y dos meses del actual gobierno federal se registran 84 mil 963 asaltos a vehículos de carga, 46 al día, con un monto de 20 millones de pesos diarios y contando.
Como es costumbre en comunidades rebosantes de toda clase de delitos ¿y todavía quieren más? Me dice con cara de susto una persona: “ya supo que andan levantando niños” y uno tiene que ir a hechos claro y precisos pregunté ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cuántas víctimas van? Efectivamente la niña de 12 años que asesinaron y luego tiraron en una carretera. Otros tantos jovencitos que se van de sus casas, por “voluntad propia”, que, en su mayoría regresan vivos. No sé que tan sanos estaban antes y en qué condiciones volvieron, pero bueno.
Vi las advertencias que circulan profusamente en redes sociales y de plano escuetos los mensajes. No traen información real. Vuelvo y repito sigan propagando esa basura y la gente morirá de miedo antes que desgracias de esa naturaleza toquen a sus puertas.
Efectivamente el horno no está para bollos, veo que un hombre fue detenido por secuestrar a un menor de 15 años, con el estado de psicosis la gente llamó rápido a las autoridades y lograron rescatar al muchacho, detener al sujeto. Aparentemente el asunto fue justicia por mano propia, ya que el detenido reclamaba al menor, propiedad que le fue robada.