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El exilio Juana María Olguín Tarín ¿Secuestran menores para obligarlos a ser parte de bandas del crimen organizado? ¿Siempre sí? Pero ni una palab

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El exilio
Juana María Olguín Tarín

¿Secuestran menores para obligarlos a ser parte de bandas del crimen organizado? ¿Siempre sí? Pero ni una palabra son capaces de pronunciar para alertar a los padres, para que se excedan en la protección de sus hijos. Este delito de sustracción de niños para actividades delincuenciales es una cruda y dolorosa realidad en el centro y sur del país, donde éstos son levantados y a veces de puro milagro logran escapar en medio de refriegas mortales. En Sonora ya está la modalidad ¿Era de conocimiento del gobierno estos hechos?

Hay tanta basura en las redes sociales, tanta información falsa y dolosa que no creí las publicaciones que delataban la presencia de roba niños. Mencionaban un sedán, una camioneta panel, que levantaban menores y ahora sí que las autoridades se quedaron como momias, diría el costoso rey de palacio nacional.

Pero este martes se tuvo conocimiento de 4 menores, de entre 14 y 16 años, privados de la libertad el viernes 2 de febrero. Uno de los padres, recibió llamada de su hijo y así logro encontrar la ubicación donde estaban. Por verdadero milagro detuvieron a dos hombres como los presuntos responsables.

El boletín de prensa es una alegoría, un desenfreno verbal de la rápida, eficiente y pronta actuación de las autoridades para rescatar a los chicos y ponerlos a salvo. La locura de uno de los padres, que lo imagino enfebrecido por no localizar a su hijo, hizo posible saber dónde estaba. Que además vecinos de la zona reportaron el evento, pero lo real es que ninguna autoridad los buscaba.

Tan simple, que muestren las alertas Amber de estos cuatro menores secuestrados, las que están obligados por ley a publicarlas en los primeros minutos de su desaparición. Nada, no hicieron nada, como es la maldita costumbre, pero, además no alertaron a los ciudadanos lo que ocurría ¿Y será la primera vez?

En más de menores. La historia de la mujer que falleció en el Cereso 2, de Hermosillo. Dicen las “autoridades” fue a causa de un infarto fulminante, pues que el rumor que corre adentro de esa cárcel, es que la joven tenía 16 años, no 23. La madre de la víctima denunció más irregularidades que cometieron contra su hija. De punta a punta eriza la piel todo lo que subyace detrás de estos dos eventos ocurridos en esta ciudad y que tiene como protagonistas a niños y adolescentes.

El gobierno como momia, calladitos. Nadando de muertito, es lo que mejor les sale o lo único.

En otro asunto, en la vida de cualquier ser humano un derecho inalienable es gozar de quietud, de silencio, para su buen descanso, pero no que va. Que no se le ocurra al pinche vecino tener fiesta y el muy desvergonzado además de que no invita, invade todo el fraccionamiento con su música espantosa. El reglamento de bando, policía y buen gobierno, no era una apología al respeto al derecho ajeno, pero corregido y aumentado se podría haber mejorado el control de las fiestas.

Hago una pregunta simple ¿Por qué no aplican el reglamento sobre los decibeles a que se puede poner la música? Es elemental sentido común ¡es tu festejo, tu elección musical, trágatela tú, porque quieres invadir la colonia. Antes el ayuntamiento obligaba al sujeto a informar a los vecinos, que haría barullo, éstos tenían que firmar unos documentos que daba el municipio si aprobaban el festejo y después se pagaba el permiso.

Y salió la suprema corte de justicia de la Nación (SCJN) a decir que era inconstitucional los cobros por fiestas y entonces los ayuntamientos soltaron su responsabilidad de proveer orden y respeto. Y el desmadre priva. A un lado de la comandancia de San Pedro el Saucito, una fiesta se acabó hasta que se desmayaron los músicos. Nadie fue a exigirles que pararan. Señor alcalde, que no cobre por celebración, no lo exime de la obligación de salvaguardar el orden público ¿O qué?