Entretelones Samuel Valenzuela Segalmex solo es un caso; la corrupción en la llamada cuarta transformación es la marca registrada de un gobier
Entretelones
Samuel Valenzuela
Segalmex solo es un caso; la corrupción en la llamada cuarta transformación es la marca registrada de un gobierno que ha resultado en hacer todo lo contrario a lo comprometido y eso lo convierte en el más inmoral de la historia de México.
Desde el 2007, Andrés Manuel López Obrador aplicó incesante presión para regresar a las fuerzas armadas a sus cuarteles y a penas asumió la presidencia, no solo no cumplió ese gran compromiso con la sociedad mexicana; sacó a más militares a las calles y les entregó inmenso poder económico.
Ese puede ser considerado como la mayor inmoralidad, el mayor acto de corrupción de López Obrador, al maicear al ejército para convertirlo en instrumento de fuerza y respaldo frente al atentado en proceso en contra de la democracia mexicana y a la elección de estado que viene con el apoyo de las fuerzas armadas.
Ese acto de corrupción, justificado por el corrupto como cambio de opinión, ha costado más de 173 mil vidas, porque dicha presencia militar para nada ha inhibido a grupos del narco ni disuadido su criminal violencia, ya que los soldaditos más bien se mantienen en las calles para construir obra pública y proteger las riquezas de sus generales, quedando listos para la eventualidad de tener que defender el fraude del 2 de junio próximo.
Inagotable la capacidad para corromper de López Obrador, quien además cuenta con el apoyo de un equipo integrado por corruptos de grandes ligas, como son los casos de sus hijos José Ramón y Andrés López Beltrán, así como sus hermanos, su secretario particular, Alejandro Esquer, todos ellos enriquecidos de forma grosera.
Emblema de la corrupción cuatrotera es Manuel Bartlett, quien como director de la CFE puso a Sonora como una muesca más en su revólver de inmoralidades, en el tenebroso proceso de licitación de la mega planta fotovoltaica en construcción en Puerto Peñasco y que el gobierno de esta entidad se vio obligado a aceptar sin chistar.
Los programas del bienestar desde los cuales se operan miles de millones de pesos, chapotean en un atascadero de corrupción y hacen bueno eso de quien parte y reparte se lleva la mejor parte, resultando evidente en todo el país, las comaladas de nuevos ricos y que otrora proletarios, desde puestos de gobierno sean rápidamente parte en las clases medias aspiracionistas y que empresarios consentidos del régimen acumulen más capital.
Detrás de los millonarios sobrecostos de la construcción del Tren Militar Maya; la aeropista Felipe Ángeles y la refinería Dos Bocas hay evidente corrupción, así como hay corrupción en diversas obras que ejecuta el ejército en Sonora y asignadas a empresarios con reconocida trayectoria corrupta.
Pero los niveles de corrupción no se miden necesariamente con pesos y centavos, porque si bien intervienen pesos y centavos, no hay mayor corrupción que la aplicada para minar la aún incipiente democracia mexicana mediante la cooptación, infiltración y control de instituciones autónomas paulatinamente ocupadas por incondicionales al poder presidencial.
Criminal la corrupta embestida de López Obrador en contra de esos organismos autónomos por los que tanto clamó durante sus tiempos en la oposición y que obviamente ahora le estorban en su objetivo de dar continuidad a su nefasto proyecto; en el INE y la SCJN aún no logra a cabalidad sus propósitos pero ahí la lleva gracias a los buenos oficios de Guadalupe Taddei en el primero de los casos, en tanto que en el segundo, la imposición de una mujer integrante de sus servidumbre fue un buen golpe, pero aún insuficiente.
En el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sí se logró el propósito de ocupación y de control gubernamental y son tan desvergonzados que uno de los participantes de la corrupta operación, fue un corrupto muy conocido en Sonora: Sergio Gutiérrez Luna, del más rancio origen padrecista quien como responsable de echar a andar en esta entidad el nuevo sistema de justicia penal, se le asignó un presupuesto de 83 millones de pesos, sin que nadie sepa su destino, porque dejó en cero los avances de dicha implementación.
Bastó mudarse a MORENA para obtener impunidad y gozar de prebendas políticas dada su reconocida capacidad para perpetrar actos de corrupción y para corromper a su entorno, lo cual no convirtió en un mal muy necesario en las filas de ese partido, así como es su mujer que cobra como diputada local en el Congreso del Estado de Sonora, a quien como panista y regidora capitalina, el entonces alcalde de Hermosillo, Manuel Ignacio Acosta le rentó su voto en el cabildo para que aprobara concesionar a empresa privada el servicio de alumbrado público.
Es evidente la corrupción, esa que, junto a regresar a la milicia a sus cuarteles, se comprometió a erradicar quien ahora puede ser considerado como el principal promotor de la corrupción de la historia de este país y que se documenta prácticamente a diario y que se extiende desde el primer peldaño de la escalera con guardias nacionales esquilmando a paisanos que transitan carreteras nacionales para visitar a sus familiares o que pactan con bandas del narco.
Simular es corrupción porque van implícitas mentiras y es en base a mentiras como López Obrador ha ejercido su encargo, y su más reciente simulación es inaugurar su trenecito obra cuya conclusión dista mucho tiempo y al menos 120 mil millones de pesos más; simular es inaugurar hace unos meses una refinería que aún no produce un litro de gasolina refinado y un aeropuerto que desde su apertura se mantiene desolado.
Desprecia a medios críticos e independientes, mientras corrompe a otros tantos aduladores a cambio de millonarios convenios publicitarios y lo peor del caso, a pesar de representar a un gobierno corrupto hasta el tuétano, MORENA puede mantener la presidencia de México a través del forúnculo conocido como Claudia Sheinbaum, gracias al poder militar a su servicio y a la destrucción de la autonomía de organismos otrora independientes.
De toda esa podredumbre se trata el proceso electoral en marcha; unos haciendo su máximo esfuerzo para mantenerlo y copetearlo hasta el 2030 y la gente decente de este país obligada a organizarse y actuar para evitarlo con su voto el próximo 2 de junio.
La oposición conoce de sobra contra quien se enfrenta, toda vez que como se sabe, MORENA y el gobierno de López Obrador se convirtieron en resumideros de lo más rancio de la corrupción del PRI, del PAN y del PRD y también conocen a las verrugas alquiladas, PT, partido verde, y lo que queda de las bazofias del PES y el panalito.
Miren, frente a la pretensión absolutista y autócrata, clasista, de concentración de poder en una sola persona, sin equilibrios constitucionales, un país gobernado por corruptos e incompetentes, está el modelo de gobierno y de un país que desde la arremetida presidencial contra las instituciones autónomas ha sido puesto sobre la mesa y es denominado como gobierno de coalición como propuesta de toda una variedad de voces.
Una de ellas es la de Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien en evento celebrado en el PRI-Sonora, de forma por demás coloquial articuló toda una exposición para detallar el diseño de esa forma de gobierno como instrumento para la participación democrática entre iguales, sean partidos políticos, gobiernos y ciudadanos.
Esa propuesta es totalmente viable, pero puede ser frustrada por la elección de estado pretendida por López Obrador víctima de la avaricia por el poder a costa de lo que sea y sujeto a complicidades corruptas con militares y aliado a intereses empresariales corruptos donde la consigna de primero los pobres solo es parafernalia cínica e hipócrita.
Y en esta dinámica, inquietante el protagonismo de personajes de Movimiento Ciudadano embebidos en fantasías triunfalistas sin pies ni cabeza, que, desde nuestro punto de vista, lo mejor de por esos rumbos lo representan Luis Donaldo Colosio Riojas en el plano nacional, en tanto que en el plano local lo es Natalia Rivera Grijalva.
Él, congruente, sereno en el análisis, correcto en sus puntos de vista que lo distinguen de las alucinantes consideraciones y bravuconadas de Jorge Álvarez Máynez; de las locuras de Samuel García y a las ínfulas de mafioso de Dante Delgado, y ella, que privilegia el activismo de tierra, la solidaridad social; que fortalece la comunicación, interrelación y organización en las clases populares y no espera que le pongan candidaturas sobre la mesa para hacer lo que desde hace muchos años ha hecho por la gente.
Por cierto, multitudinaria la posada navideña que ofreció nuestra amiga y diputada local en populoso sector de la capital de Sonora, en donde reunió a cientos de personas y así mostrar su sobrado músculo que la tienen perfilada como un valioso activo del MC en este proceso electoral.