Entretelones Samuel Valenzuela De todas las relatorías sobre los dramáticos acontecimientos en Texcaltitlán, nos quedamos con la que describe
Entretelones
Samuel Valenzuela
De todas las relatorías sobre los dramáticos acontecimientos en Texcaltitlán, nos quedamos con la que describe como casi un centenar de habitantes de esa comunidad “encapsularon” a una docena de criminales y les dieron su merecido.
Hartos de la extorsión, atendieron la convocatoria para reunirse en el campo de futbol en donde pagarían al grupo de narcos un peso por cada metro cuadrado de siembra, pero en esta ocasión ese ritual periódico tuvo algunas variantes.
En lugar de acatar las exigencias, de forma simulada, en efecto, encapsularon al grupo criminal que, a pesar de estar fuertemente armado, fue sometido a punta de azadones, machetes, hoces, guadañas, entre otros instrumentos de labranza, así como un par de pistolas de bajo calibre y una escopeta.
El saldo fue de 11 mañosos prácticamente linchados por la muchedumbre, resultando muertas tres personas de la comunidad; siete lesionados, tres de ellos integrantes del grupo criminal, en el marco de un episodio histórico a contracorriente de los abrazos en lugar de balazos que recomienda el principal responsable de la ocupación de grandes regiones del país por el crimen organizado.
La autogestión, la autodefensa y justicia por propia mano, son las alternativas de millones de mexicanos abandonados a su suerte por un gobierno, cuyas instancias son incapaces, torpes y a veces coludidas con el millonario negocio del narcotráfico.
Y como nuestras gloriosas fuerzas armadas andan ocupadas construyendo vías ferroviarias, centrales avioneras, aeropistas, refinerías, administrando aduanas y puertos y sus altos mandos convertidos en exitosos empresarios, es la abandonada sociedad civil la encargada encapsular a criminales en una reacción de elemental autodefensa.
Es más, debería ponerse de moda la conjugación del verbo encapsular y extrapolar el sentido aplicado por comuneros de Texcaltitlán en el ejercicio de nuestros deberes cívicos, para en lugar de utilizar instrumentos de labranza para someter y anular a los malosos, atacarlos a punta de votos para que no sigan haciendo daño.
Sí, hacerles montón para evitar se arraigue en este país el nefasto modelo de gobierno encabezado por corruptos, cínicos, simuladores y demagogos que dispersan minucias para comprar voluntades, mientras ellos, sus familias y socios se roban la mayor parte, viven como aristócratas y a la vez predican las bondades de la austeridad republicana y la pobreza franciscana.
A esos hay que encapsular en la elección del 2 de junio del año próximo, hacernos justicia por propia mano negándoles su nefasta continuidad y por la vía democrática, aplicarles el mismo rigor aplicado a los narcos en la comunidad del Estado de México, que aislados de esa forma, ni con las armas de grueso calibre que representan a un INE cooptado, un TEPJF y una SCN en proceso de ídem y la intención de una elección de Estado, ni así esa minoría rapaz, avariciosa e inepta, podrá contra la multitud portando machetes, hoces, azadones, traspanas y demás instrumentos de labranza convertidos en votos.
Ya van cinco años y más de 170 mil homicidios dolosos y más de 100 mil desaparecidos; ya son cinco años de escuchar la misma verborrea demagógica; de repetitivas catilinarias de un presidente embebido en sí mismo y en sus estupideces, esas mismas que dijo horas después del acto de justicia en Texcaltitlán sobre la eterna guerra entre neoliberales y conservadores contra el pueblo bueno y sabio, ese mismo que tiene en el abandono.
Así como ocurre en esa amplia región del Estado de México, en Sonora no se cantan mal las rancheras en eso del cobro por derecho de piso, lo cual es reconocido incluso por el presidente municipal de Caborca, Abraham “El Cubano” Mier, quien incluso gestiona ante sus cuates del narco que no le cobren a tal o cual empresa.
Sabemos que en comunidades de la sierra sonorense el cobro de piso se traduce en entrega de cabezas de ganado y que debido a su aislamiento a la gente decente no le queda de otra, mientras que elementos de la Guardia Nacional se la pasan acuartelados y solo abandonan sus instalaciones para lo estrictamente necesario siempre y cuando no haya a la vista quienes dominan esas plazas.
El narco es omnipresente y uno de los mejores ejemplos en lo que ocurre en el citado ayuntamiento al igual que el de Nogales y Cajeme, que en el de Nogales hasta se dieron el lujo de colocar a uno de los suyos en la dirección de Imagen Urbana, Miguel Ángel Morgan Huerta, resultando evidente que el alcalde Juan Francisco Gim estuvo en esa polla o acuerdo.
Incluso, si bien no se sabe del paradero de Morgan Huerta luego de tirarse a perder al ser vinculado por el Departamento del Tesoro y del departamento de seguridad nacional de Estados Unidos, la semana pasada se dio a conocer que elementos federales llegaron a Nogales desde la Ciudad de México y detuvieron al menos a un alto mando de la policía municipal, y según se dice en altos círculos del gobierno estatal, la lumbre está por llegar hasta el presidente municipal.
Pero antes que se nos pase, no podemos dejar de mencionar la gran velada que con motivos navideños sostuvimos integrantes de la mesa del Colectivo de Reporteros Sonorenses, Asociación Civil, espacio de reflexión y análisis que en esta ocasión se complementó con excepcional camaradería; excelente menú y mejor atención en que Doña Magui, ahí atrasito del Palacio Municipal.
Ahí Alfredo Ochoa, Gerardo Ponce, Fernando Oropeza, Marco Antonio Romero, Manny León, Octaviano Rojas, Francisco Cota, Gabriel Benítez, Ramón Olea, Tadeo López Rojas y este tunde teclas, todos protagonistas de intenso intercambio de cartitas, información, anécdotas, experiencias en este apasionante ejercicio del periodismo, en fin, una divertida interacción que se prolongó por varias horas.
Y como este fue un ensayo y como salió muy bien, ya estamos en la organización de otra ahora posadita, esta sí en serio, aunque por lo pronto no nos queda más que agradecer a quienes hicieron posible esta tertulia y mejor, que nos hayan invitado.
Dicho encuentro nos permitió además solazarnos con el ambiente familiar en todo ese sector del Centro Cívico capitalino, con luces multicolores por todos lados y un escenario espectacular recreado por expertos al servicio de Don Antonio Astiazarán Gutiérrez en el que se privilegia la convivencia de las familias hermosillenses, que hasta muy entrada la noche colmaban desde la Plaza Alonso Vidal hasta la Plaza Bicentenario, el corredor Hidalgo y áreas circunvecinas.
Por lo demás, increíble el blindaje del presidente López Obrador en contra de cualquier limitante que se le quiere imponer para evitar se siga entrometiéndose en el proceso electoral, insistiendo en hacer propaganda en favor del partido de su propiedad y su monigote postulado para su relevo.
Doña Guadalupe Taddei Zavala y compañía brillan por su ausencia frente a los evidentes posicionamientos presidenciales en temas fuera de su incumbencia y lo hace de forma desfachatada; invita a votar por MORENA; se solaza de su impunidad, despotrica en contra de partidos de oposición y en resumen, actúa como si además de dirigente nacional de ese partido, también fuera coordinador de la campaña de la inocua señora de apellido extranjero.
Y como chango dice chango hace, ya ven cómo se las gasta el gobernador de Nuevo León, Samuel García, quien ahora puede considerarse como lo más caduco del ejercicio de la política de este país y que ahora se da el lujo de mandar a su esposa como candidata a la alcaldía de Monterrey, para cerrar ese circo de frivolidades, desde su alocado zipizape, al no poder ser candidato presidencial y a la vez, seguir como gobernador.
Y a una semana del cierre de la frontera Sonoyta-Lukeville, el gobierno de Estados Unidos amaga con el cierre de la garita de San Luis Río Colorado frente a la avalancha de migrantes que ingresan sin documentos y se entregan a las autoridades migratorias para solicitar asilo humanitario y que no se dan abasto para procesar.
Solo por ese punto fronterizo han sido procesados alrededor de 15 mil detenidos y según observadores al menos ingresan mil 800 o dos mil cada día, conducidos por coyotes que les cobran entre 500 y cinco mil dólares y que operan abiertamente y con total impunidad en el lado mexicano.
Entre todo el cochinero abandonado antes de cruzar la línea, es común encontrar documentos en los que el Instituto Nacional de Migración les autoriza su estancia legal e incluso hasta para trabajar, aunque se subraya que, entre ciudadanos de países de áfrica, del medio oriente, de la India, de Centroamérica y de Sudamérica, hay muchos mexicanos desplazados por la violencia del narco y por las difíciles condiciones económicas.
No se advierten posibilidades de solución en el corto ni en el mediano plazo e incluso podría empeorarse la cosa, mientras que desde Puerto Peñasco informan de la dramática soledad de establecimientos comerciales y de las bellas playas bordeadas de hotelería para el gran turismo, que, según esto, ya sufre la cancelación de 500 mil dólares de cancelaciones.