Entretelones Samuel Valenzuela Muy confusa y contradictoria la información respecto a la ejecución de tres jóvenes en Ciudad Obregón por eleme
Entretelones
Samuel Valenzuela
Muy confusa y contradictoria la información respecto a la ejecución de tres jóvenes en Ciudad Obregón por elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal de la Fiscalía General de Justicia del Estado, quienes de inicio informaron que se trataba de sicarios fuertemente armados.
Según esa versión, Omar Ernesto, de 36 años, licenciado en Enfermería, trabajador del Seguro Social; Raúl, de 19 años, entrenador de box; y Carlos, de 28 años, oficial activo de la policía municipal, les dispararon y al repeler la agresión fueron dados de baja, o sea, los mataron.
También se detalla el hallazgo de armas largas en el automóvil tripulado por los fallecidos luego que la unidad fue acribillada con más de 200 balazos, sin que haya más información al respecto, aunque el mismo gobernador Alfonso Durazo Montaño asegura no haber dudas sobre lo ocurrido y que incluso las familias de los muertos ya fueron informadas.
Algo está podrido por esos rumbos y de no ser por las declaraciones del gobernador, nadie más ha dicho nada, sin saberse de alguna comunicación oficial de parte del jefe operativo de la AMIC, el expolicía municipal Gilberto Díaz Martínez, quien a penas a fines de noviembre recibió dicho nombramiento de parte del fiscal Gustavo Salas Chávez y que, por carecer de experiencia de mando, sin rango de comandante, no debe tener velas en esos entierros.
Urge clarificar esos hechos, tanto a familiares y amigos de los fallecidos que califican como montaje para esconder la barbarie de la actuación de los agentes, así como también a la sociedad cajemense ya muy escamada por la conducta agentes municipales, estatales, de la AMIC, de la Guardia Nacional, por la sospecha de contubernio con los mañosos.
Urge aclarar esos acontecimientos porque hay muchos datos que no cuadran y según nos comentan de por aquellos rumbos, es creciente la sospecha de una mortal equivocación de parte de los ondeados amics, que además deben traer acumulado mucho estrés y miedo por la ola de asesinatos en ese municipio de Sonora.
Se asegura que la investigación se ha llevado a cabo con absoluto rigor metodológico por parte de los titulares de Homicidios y Servicios Periciales y que no existen indicios que desvirtúen la teoría del caso, esto es, que los muertos agredieron a los agentes y estos repelieron el ataque, así como que las familias de los occisos han tenido pleno acceso a la investigación y fueron atendidos en presencia de la autoridad municipal el domingo por la noche.
Como sea, en materia de seguridad las cosas están del cocol en esta sufrida entidad: de la región serrana nos informan de reconocidos personajes ligados al narco se pasean y hasta interactúan con mandos de policías municipales y de la Guardia Nacional y que se sabe de la ubicación de campamentos de tal o cual grupo con influencia desde la región de la sierra de Álamos, hasta Agua Prieta, pasando por Rosario, Yécora, Sahuaripa, Tepache, Huásabas y así.
En la sierra baja, costas y desierto no cantan mal las rancheras, porque están a la vista los controles regionales a cargo de la maña en municipios del Río Sonora y más al sur, en Ónavas, San Pedro de la Cueva entre otros, además del permanente actuar y explosiones de violencia en la región de Magdalena, Ímuris, Santa Ana y municipios del desierto de Altar.
Incluso, nos aseguran que, para evitar riesgos y víctimas colaterales, en algunos municipios como Átil, Oquitoa, Sáric, Tubutama, entre otros, no hay clases presenciales por acuerdo de maestros y padres de familia, decisión que fue apoyada por el titular de la SEC, Aaron Grajeda.
Esa región está de moda como puente masiva movilización de migrantes operada por bandas que además de drogas, se dedican al tráfico de personas, aunque lo mejor de eso es que los distintos grupos se han puesto de acuerdo y por lo pronto hacen en paz su millonario negocio.
El Estado, la Federación y los municipios no se dan abasto frente a la embestida del crimen organizado; obtienen resultados en un lugar, mientras en otro la tropa de sicarios se pasea tan campante haciendo de las suyas; arreglan ese desorden y donde estuvieron días antes vuelven a las mismas en un trágico cuento de nunca acabar.
Está por ejemplo el caso de Benjamín Hill, municipio que de pronto se ha convertido en un codiciado punto de control y desde hace semanas es escenario de balaceras y atentados, incluido el cuerpo de la persona quemada en plena vía pública hace días y la bulevareada de un convoy con civiles fuertemente armados este lunes, luciendo pavorosa Barret calibre 50 montada en un pickapón.
Algo no se está haciendo bien o si insisten en que lo están haciendo bien, pues deben ponerse más pilas para que se note, resultando un total fiasco esos cantaleteados programas sociales dirigidos a jóvenes para evitar sean reclutados por los narcos, porque de acuerdo con detenciones y ejecutados, en su gran mayoría son jóvenes a los que de plano no les llegó el maiceo gubernamental y si les llegó es muy poco frente a la oferta de la maña.
Es que los programas sociales no sirven de nada si no sirve el resto; de qué sirve una beca, una pensión, unas piñatas y bicicletas, unas despensas; de qué sirve el notable incremento al salario mínimo si con lo que ahora gana un trabajador le alcanza para menos de lo que le alcanzaba en el 2018 por la carrera alcista de precios de bienes y servicios, en el marco del tobogán donde batallan millones de clasemedieros de este país, mientras que tales dádivas pichicatas a penas palian necesidades básicas en clases populares.
De regreso a asuntos del crimen organizado, emblemático el compungido gesto de consternación del presidente Andrés Manuel López Obrador, al manifestar sus condolencias por el fallecimiento de Doña Consuelo, la mamá de Don Joaquín Guzmán; destiló humanismo al punto del sollozo; se compadeció de los familiares de la fallecida y profirió su tradicional discurso sobre el amor al prójimo y su solidaridad para quienes pierden a un ser querido.
Contrastante lo fácil que le resultó recrear el dolor por la muerte de la matriarca del sanguinario clan, mientras que como se sabe los niños muertos por falta de medicinas contra el cáncer son golpistas, las víctimas del huracán Otis en Guerrero solo le mientan la madre, los familiares de desaparecidos que reclaman su atención solo son instrumentos de viles ataques políticos; las 800 mil víctimas por el COVID-19 debido a sus torpezas, muertos quedaron; los muertos por la caída del metro y tantas desgracias colectivas, sus familiares solo han sido objeto del desdén presidencial.
NI modo, eso es lo que hay; eso es lo que tenemos en Palacio Nacional, aunque, por otra parte, hay cosas buenas para reportar a casa, como es el caso del gran avance en la distribución de uniformes escolares y calzado que de forma gratuita reciben estudiantes de nivel básico de toda la entidad que coordina el subsecretario de administración y planeación de la SEC, Rodrigo Flores Hurtado.
A partir de este martes y hasta el sábado próximo recibirán esas prendas estudiantes de Navojoa; a partir de este martes y hasta el viernes en Huatabampo, y desde el jueves y hasta el sábado, la entrega será en Etchojoa, mediante una muy bien estructurada estrategia que evita aglomeraciones, retrasos y molestias entre padres de familia.
Ha salido chingón el Rodrigo para operar ese programa de tan profundo sentido social, habilidad que seguramente permitirá poner al día a ese programa para que, desde el mismo inicio del próximo ciclo escolar, toda la población estudiantil de nivel básico de la entidad porte ese distintivo de identidad.
Por cierto, vaya el dilema de servidores públicos quienes, por sus habilidades, lealtad y efectividad en el cargo, bien pudieran quedar fuera del reparto de candidaturas porque son necesarios para sacar adelante el plan de gobierno en curso y es el mero jefe de ellos el que pudiera ejercer su liderazgo para mantenerlos o bien, premiarlos con la búsqueda de alguna posición con el riesgo de perder.
En esas debe andar Flores Hurtado, pero el más emblemático es el secretario de gobierno, Adolfo Salazar Razo a quien lo han traído de la seca a la meca y como ajonjolí de todos los moles por su alto perfil en el desempeño en su actual cargo, así como por su trayectoria y experiencia en el activismo político y depositario de todas las confianzas de Durazo Montaño.
Aún falta mucho desgrane de mazorca, pero por lo pronto, el de extendido lomo no se distrae por nada y se ocupa 24/7 de su delicada encomienda, distinto a otros y otras compañeras de gabinete que se la pasan deshojando margaritas tratando de escalar en las fantasmagóricas encuestas, que como se sabe, solo son eufemismos de MORENA para simular democracia interna, porque las candidaturas se definen en otro lado.