Entretelones Samuel Valenzuela Alegó corrupción para acabar con el programa de Estancias Infantiles y también para desaparecer refugios para m
Entretelones
Samuel Valenzuela
Alegó corrupción para acabar con el programa de Estancias Infantiles y también para desaparecer refugios para mujeres víctimas de la violencia; por lo mismo dejó en ceros presupuesto para la ciencia, tecnología e investigación y de la misma forma lo hizo para la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador alega austeridad en su autoritaria agresión al Poder Judicial de la Federación, al ordenar a la caterva morenista y bazofia aliada en el Congreso de la Unión, que extingan 13 fideicomisos de ese poder del Estado Mexicano, en un atentado histórico en contra de su autonomía.
Por cuestiones de austeridad ha perpetrado diversas incursiones en contra de organismos autónomos para efecto de desaparecerlos y cuyos presupuestos vayan a financiar la francachela en que convirtió el proceso electoral en marcha, con el fin de dar continuidad a su destartalado proyecto de transformación regresiva.
No hay ni un solo procesado por los actos de corrupción que dijo había en la construcción del aeropuerto de Texcoco e incluso en la construcción del mediocre aeropuerto en Santa Lucía, participan en su mayoría los mismos proveedores y contratistas; tampoco hubo cargos ni consignaciones por actos de corrupción que dejó en el desamparo a madres trabajadoras, a mujeres víctimas de violencia, a académicos y científicos.
La austeridad es una cínica falacia que vomita a diario quien vive en un palacio, rodeado de lujos y servidumbre y cuya parentela se da vida de jeques árabes, traficantes de influencias y enriquecidos de la forma más burda y grosera, así como ocurre con toda la burocracia de mediano nivel para arriba, que goza canonjías que ni durante el priato y el panato se atrevieron a tanto.
Evidente el corrupto dispendio de recursos del gobierno en asuntos internos del partido oficial, tal como ocurría en el pasado y sin haber el menor indicio de austeridad republicana ni de pobreza franciscana, con un presidente falaz perpetrador de delitos electorales todas las mañanas ya que obviamente no aplica para él eso que también es corrupción, así como desviar recursos gubernamentales para apoyar a la otra corrupta, Claudia Sheinbaum.
Menos de seis años bastaron para el enriquecimiento de esta nueva casta gobernante que engaño a la mayoría del electorado con sus banderas de honestidad y de austeridad y resultaron en todo lo contrario, convirtiéndose en una nueva clase de proletariado no prevista por Carlos Marx, pero si por Adolfo Hitler en sus alucines populistas.
Falaz y visceral, ahora López Obrador va por su obsesiva venganza en contra del Poder Judicial, luego de sus frustrados intentos de doblegar a la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y al aparato encargado de la administración e impartición de justicia, agresividad y encono donde la austeridad no tiene absolutamente nada qué ver.
Pareciera que ya es común en la clase morenista gobernante el anunciar decisiones sin estar bien informados o estar completamente engañados y por eso el gazapo presidencial que tiene a casi 60 mil empleados del Poder Judicial Federal en pie de guerra, porque contrario a los dichos de López Obrador, ninguno de los fideicomisos extintos está relacionado con gastos de ministras y ministros ni se destinan para aspectos que tengan que ver con cuestiones personales.
De hecho, frente a la embestida presidencial, la SCJN emitió un comunicado en el que en cinco puntos le aclaran al agresor los propósitos, coberturas y sentido de los fideicomisos eliminados del presupuesto federal del año próximo:
1. Los fideicomisos NO están destinados para beneficio de 11 ministros en funciones y 22 en retiro.
Ni uno solo de los 14 fideicomisos con los que cuenta el Poder Judicial de la Federación (PJF) está relacionado con gastos de ministras y ministros. Mucho menos se destinan para aspectos que tengan que ver con cuestiones personales.
2. Cada fondo y fideicomiso tiene objetivos específicos que no permiten su uso para fines distintos a los establecidos para su creación.
3. Los fideicomisos se utilizan de manera complementaria para el pago de derechos laborales y sociales adquiridos por las y los trabajadores del Poder Judicial.
Al menos 6 fideicomisos tienen por objeto cumplir de manera complementaria obligaciones patronales que constituyen derechos de las y los trabajadores, tanto laborales como de seguridad social: pensión, vivienda, cobertura de salud y retiro.
El personal operativo del PJF, que representa más del 60% de la plantilla, es el principal beneficiario de las prestaciones laborales vinculadas a los fideicomisos.
4. La Auditoría Superior de la Federación NO ha hecho observaciones sobre la legalidad de los fideicomisos. En 2019 la ASF realizó dos auditorías específicas a los fideicomisos del PJF, pero en ninguna de ellas observó irregularidades en la constitución o administración de los fondos.
5. Los fideicomisos NO son “guardaditos” y si bien fueron constituidos inicialmente con recursos públicos, esto no significa que el presupuesto no ejercido año con año se destine a estos instrumentos.
El ejercicio de estos recursos se da bajo reglas de operación previamente emitidas y con plena transparencia, rindiendo cuentas de manera trimestral como lo puede comprobar cualquier ciudadano al consultarlos.
Hasta ahí las aclaraciones que dejan al presidente como un desinformado, o falaz y abusón, contra quien miles de trabajadores del Poder Judicial Federal se manifestaron en todo el país este jueves, y van a un paro nacional hasta el martes, en tanto que ya los ministros en retiro y en activo ya interponen amparos contra dicha extinción, así como lo hacen trabajadores de base, ya que dichos fondos son la garantía del pago de sus pensiones, servicios médicos, entre otras prestaciones.
Bien la representante del sindicato de trabajadores del Poder Judicial Federal en Sonora, Diana Villegas al explicar los objetivos de esas movilizaciones que no es otro que el defender la autonomía de su ejercicio como impartidores de justicia, así como prestaciones a las que tienen derecho y están respaldadas por los fideicomisos de referencia.
Al menos en Hermosillo en donde operan ocho juzgados y otras oficinas donde laboran alrededor de mil 400 personas entre de confianza y sindicalizados, luce muy sólido y muy en alto el espíritu gremial, que al ser en la mayoría de los casos con formación académica están plenamente informados y están vacunados contra las tradicionales engañifas y catilinarias del sociópata que vive en Palacio Nacional, en cuyas alcantarillas maquina todos los días cómo joder a México y a los mexicanos.
Incluso, la ministra en retiro y vergüenza del gremio de profesionales de la impartición de justicia, Olga Sánchez Cordero ha seguido la política pública del avestruz en esos aciagos días para el Poder Judicial, uno de los tres del Estado Mexicano, que en su momento representó con dignidad y con decoro y cuya investidura ahora arrastra por el fango cuatrotero, a pesar de haber sido promotora, impulsora y cocreadora de dichos fideicomisos.
Y ante lo que se le viene encima, López Obrador salió con la vacilada de asegurar que es un hombre de palabra, de compromisos y por ello garantía para que los trabajadores del PJF no sean afectadas sus prestaciones, cuando es público y famoso por carecer de palabra y no cumplir compromisos o simplemente postergarlos de manera indefinida, pasando simplemente su vida llenando bateas de babas como esa cantaleta desde el 2020 que México tendrá un sector salud como el de Dinamarca y que cada vez se parece al de Haití , entre muchos ejemplos de ese sujeto engaña bobos.
El hecho es que el presidente ni su corte de incondicionales son honestos ni austeros; son falaces, vengativos y corruptos; solo a pendejos engañan con sus poses de austeridad y honestidad y para no ir muy lejos acá en Hermosillo es fácil ver a esa bola de piojos resucitados, que en tan poco tiempo visten ropa de marca; se mueven en lujosos vehículos con el apoyo de servidumbre; mandan a sus hijos a estudiar al extranjero; asisten a eventos de alto costo; de las caguamas pasaron a vinos de reserva y de los tacos a restaurantes de alta cocina, y en muchos casos ya se mudaron del barrio a cerradas residenciales y hasta cambiaron de esposa.
Que haga lo que le de la gana a López Obrador y si logra aplastar al Poder Judicial, pues ya tendrá manga ancha para impunemente violar la ley, pero que no lo haga a nombre de la austeridad ni de la honestidad, porque está mintiendo; que lo haga por la avaricia del poder; por la urgencia de disponer recursos para las campañas electorales del partido oficial; para empresarios consentidos a cargo de la construcción de elefantes blancos o simplemente para garantizar un buen futuro financiero para él y su corrupta familia.
Y nos avisan que todo está listo para entrarle a la modernización del Parque Madero en Hermosillo, para hacer de ese emblemático espacio capitalino un lugar abierto, con instalaciones dignas y garantía de seguridad para las familias hermosillenses.
Se trata de quitar el feo cerco que le puso Javier Gándara; disponer de un mayor alumbrado y llevarse la estatua de Jesús García al Cerro de la Campana ahí al lado de la monumental bandera nacional, faltando solo constituir una fórmula que le garantice los presupuestos indispensables anuales para su mantenimiento, conservación y vigilancia las 24 horas, detalles que seguramente ha previsto el presidente municipal Antonio Astiazarán.