La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el fin de la emergencia sanitaria global por COVID-19, declarada el 30 de enero de 2020. La decisión
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el fin de la emergencia sanitaria global por COVID-19, declarada el 30 de enero de 2020. La decisión se tomó tras una reunión del comité de expertos independientes que asesoran a la OMS sobre COVID-19. A pesar de esto, la OMS advirtió que la pandemia no ha terminado y que el virus seguirá siendo una amenaza para la salud global.
La OMS pidió a los países que hagan la transición del modo de emergencia a la gestión del COVID-19 junto con otras enfermedades infecciosas. Según la OMS, la enfermedad llegó para quedarse y debe ser gestionada como otras enfermedades infecciosas.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo que aunque la fase de emergencia había terminado, el virus sigue matando y cambiando. El riesgo de que surjan nuevas variantes que provoquen nuevos aumentos en casos y muertes sigue existiendo.
La epidemia de COVID-19 fue declarada una emergencia de salud pública de preocupación internacional el 30 de enero de 2020, aproximadamente un mes después de que China informara sobre la aparición de un extraño virus que estaba provocando neumonías de causa desconocida. La caracterización de pandemia llegó el 11 de marzo de ese año, ya que la epidemia se había extendido por varios países y continentes y rápidamente lo hizo a todo el mundo.
La OMS utiliza el término “emergencia de salud pública de interés internacional” (PHEIC, por sus siglas en inglés) cuando el brote de una enfermedad afecta a más de un país y se requiere una estrategia coordinada internacionalmente para enfrentarlo. La decisión final sobre si habrá o no una emergencia de salud pública de interés internacional recae en el director general de la OMS, que actualmente es el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Hasta ahora, la OMS convocó al comité de emergencia en contados casos. La medida se introdujo en 2004 para combatir la gripe aviar (H5N1) y en 2005 por el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). Este mecanismo también entró en vigencia en 2014 por un brote de poliomielitis, enfermedad que se creía erradicada, y por la fiebre del Ébola en África occidental. En 2016 se hizo por el virus Zika y en 2019 por la fiebre del Ébola en la República Democrática del Congo. En 2020 se decidió hacerlo para frenar el avance de la pandemia de COVID-19.

