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Ignorancia y necesidades materiales; sometimiento y fanatismo enfermizo, oportunismo abyecto y lealtad incondicional, se amalgaman en la movilización

La farsa
Hasta luego; bienvenido
Lectura de cartillas en el PRI

Ignorancia y necesidades materiales; sometimiento y fanatismo enfermizo, oportunismo abyecto y lealtad incondicional, se amalgaman en la movilización de este domingo en la Ciudad de México, convocada por el gobierno para apoyar al gobierno y para tratar de restaurar el maltratado ego del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Todo con exceso, nada con medida de parte del sector gobiernista luego de la movilización ciudadana del 13 de noviembre pasado, para con todo el poder del Estado, de recursos del erario, propaganda costosísima, insultos a diario desde el atril de la impudicia mañanera, dar este histórico ejemplo de autocomplacencia con una contramarcha inédita en el entorno mundial, donde un gobierno organiza evento para apoyarse asimismo.

Se habla que la movilización en proceso mientras retacamos este espacio, requirió un gasto de al menos mil 500 millones de pesos en cash, que independientemente de su origen, es mucho dinero, un exceso de dinero, pero no tanto como para que las habilidades contables en el sector hacendario oficial, aprovechen la impunidad que gozan para hacer parecer que el gasto por el masivo acarreo y servicios conexos como alimentación, hospedaje y viáticos, además de parafernalia como gorras, camisetas y afiches, fue por generosas aportaciones de particulares.

Damos por descontado que la contramarcha gobiernista superará la asistencia de la marcha ciudadana, ya que serían fregaderas que no ocurriera así luego de 15 días de propaganda y promoción y que prácticamente todo el gabinete, gobernadores y nomenclatura de MORENA, convirtieran a dicha movilización como la única prioridad y dedicaran su tiempo para su planeación sin importar costos y lo peor, es que hasta lo divulgan como lo hizo el titular de la Segob y corcholata, Adán Augusto López.

Muchos pero no tantos

Los motivos de la contramarcha son lo de menos; desde nuestra perspectiva, lo más importante es que de una vez por todas se reivindicó al acarreo como práctica correcta, honesta y transparente dejando atrás su satanización y rechazo, abriéndose así un luminoso panorama para quienes dispongan de efectivo para comprar y someter voluntades.

Pero antes que cualquier cosa, nuestros respetos para todas y todos cuya autoestima vale un cacahuate pero que gozan de la absoluta libertad para ponerla a disposición del mejor postor, para participar en una puesta en escena que replica lo que pensábamos eran prácticas anacrónicas del sistema político mexicano, que creíamos ya superadas.

A fin de cuentas, la contramarcha o la marcha del ego no cambia nada; la reforma electoral propuesta por el presidente seguirá muerta y la correlación de fuerzas en el Congreso de la Unión sigue siendo la misma, quedando en lo que simplemente es: un gigantesco gasto con propósitos electorales en favor del partido de Estado y su dueño, el presidente, tratando de reagruparse frente al sostenido crecimiento de la voluntad ciudadana y oposiciones con miras a los comicios del 2024.

Como sea, es menester destacar el estado anímico de una masa, que distinto a las manifestaciones de la marcha del 13 de noviembre, en la de este domingo de advierte exceso de falta de dignidad; enfermiza adoración y veneración hacia una persona que al aceptar dicho culto e incluso promoverlo, deja ver su poco o nulo respeto a la dignidad de las personas.

Odioso comparar

Pues somos testigos de lo más antinatural del comportamiento humano, resultando tema para el análisis antropológico, de cómo es que en México se repliquen conductas sociales y políticas públicas del gobierno, que dejaron marca histórica indeleble en la Alemania Nazi y la Italia fascista, cuando la baja de la autoestima de esos pueblos fue aprovechada por líderes populistas y demagogos, que condujeron a la mayor masacre desde el origen de la humanidad.

Miren, nuestros mejores deseos para que por una gran asistencia a su contramarcha, López Obrador encuentre la paz y recupere cierta cordura y de esa manera ya con su ego restaurado, haga poco más racional su ejercicio, que a fuerza de ser realistas, de eso se trata esa movilización gobiernista que de origen se convocó para responder a la de los ciudadanos, pero que para taparle el ojo al parche, dicen que fue para festejar cuatro años de la cuarta transformación, tres días antes de dicho aniversario.

De acuerdo a la agenda de don Narciso López Obrador, luego del recorrido, los millones y millones de sus súbditos se acomodarán en El Zócalo para escuchar lo que todos los días dice en sus mañaneras que nada tiene que ver con el hecho de que en estos cuatro años se han generado casi ocho millones de nuevos pobres en México; que sus estrategias asistencialistas no han sacado a nadie de la pobreza y que este año la inflación alimentaria superará el 20 por ciento.

De seguro no mencionará uno de sus logros más notables a lo largo de su gestión: más de 500 mil fallecidos por su negligencia criminal durante la pandemia del Covid-19; ni sobre los casi 140 mil homicidios dolosos, casi 90 mil desaparecidos, casi cuatro mil feminicidios y casi tres mil infantes muertos por falta de medicamentos oncológicos.

De mal pelo

Por supuesto que hablará y hablará de esperanzas y de fantasías sobre como ha erradicado la corrupción en el gobierno rodeado de corruptos; de la estrategia que ha logrado la paz en el país mientras las balaceras entre bandas del crimen organizado y de estas contra elementos de las fuerzas armadas son cosa de todos los días prácticamente en todo el territorio nacional.

Hablará de la fortaleza del peso frente al dólar sin que la inmensa mayoría de los mexicanos tengamos acceso a esa moneda extranjera y que la fortaleza del peso dependa de las remesas de mexicanos en Estados Unidos que saben del alto grado de deterioro de la economía en México, cuya expectativa de crecimiento se mantiene en -0.35 por ciento del PIB.

Por supuesto que fueron muchos miles los asistentes a esa marcha gobiernista, lo cual para nada sorprende, como tampoco sorprende que el grueso de la asistencia haya sido de empleados de gobierno e incluso de las fuerzas armadas; que muchos fueron extorsionados y amenazados; que fueron movilizados en vehículos rentados con cargo a instancias oficiales, y que no fue espontánea.

No somos duchos en eso de cuantificar multitudes, pero hemos estado muy atentos al seguimiento de la mentada marcha del gobierno y a ojo de buen cubero, a pesar de ser una movilización de Estado, para nada opaca la que realizaron ciudadanos libres el 13 de noviembre pasado, y así lo muestra el material gráfico que circula en redes y subido por súbditos e incondicionales del presidente, que de quedar así la cosa, se entiende su gesto hosco en medio de la gente.

Durazo en la marcha

Por supuesto que encabezado por el gobernador Alfonso Durazo Montaño, Sonora aportó un buen contingente, con la asistencia de prácticamente todo el gabinete legal y ampliado, así como unos tres mil contratados por cuatro días a cambio de traslado, alimentación, hospedaje y 300 pesos de viáticos diarios, oferta de trabajo que generó mucho interés principalmente en comunidades de la zona rural, en donde hubo un buen número que fueron rechazados por falta de cupo.

Hubiera resultado más impactante y por supuesto más barato el que ese contingente que fue acarreado al Zócalo se hubiera manifestado y marchado en ciudades de la entidad, que para efectos de número de personas no hay mejor lugar que en la capital del país, aunque a decir verdad, por esos lares hay desengaño y decepción masiva por MORENA y el gobierno de la 4T y por eso tuvieron llenar ese gran vacío con acarreados de los Estados.

Por cierto, que distintas resultan las expresiones que motivaron su asistencia a esa marcha, de entre otros por ejemplo, Adolfo Salazar Razo, coordinador del gabinete y la titular de turismo, Célida López. El primero con una razonada exposición y compromiso de lealtad con el actual régimen y la otra, de la expanista y originaria de la más rancia ultraderecha latinoamericana, quien proporcionalmente a la inversa de sus ataques al ahora presidente, ahora destila melcocha reivindicatoria.

Adolfo y Célida

En fin, podemos decir que todos los servicios del gobierno estatal y de municipios morenistas de Sonora fueron puestos en pausa sencillamente porque sus titulares se fueron a pasear a la Ciudad de México y los que se fueron en avión, pues a lo mejor regresan esta misma noche para desquitar la chuleta a partir de mañana lunes, que en el caso de los viajaron en autobús, su contrato se prolongará por lo menos hasta la madrugada del martes, aunque seguramente se trata de desempleados, becarios, amas de casa con familia grande y así.