Ovacionar a quien hasta ahora ha sido el gobernador más corrupto de la historia de Sonora, resulta un acto cínicamente temerario, cuando además, hasta innecesaria debió considerarse su presencia en la Asamblea Estatal del PAN el pasado domingo

Ovacionar a quien hasta ahora ha sido el gobernador más corrupto de la historia de Sonora, resulta un acto cínicamente temerario, cuando además, hasta innecesaria debió considerarse su presencia en la Asamblea Estatal del PAN el pasado domingo.
Considerada como el relanzamiento de esas siglas en Sonora luego de las penurias de los últimos años, el evento para renovar el Consejo Estatal, para efectos de la percepción popular y de opinión pública, la presencia de Guillermo Padrés Elías y el júbilo manifestado por la nomenclatura, se convierte en pesada ancla que los mantiene en ese turbio pasado
Como que no quieren, como que se resisten a salir del callejón sin salida en que los metió el principal responsable de que el PAN haya caído de la gracia del electorado sonorense y que haya hecho buena esa consigna preventiva que popularizaron los santones de ese partido: que ganar el poder no represente perder el partido.
Resulta ofensiva la ovación que hasta de pie le brindaron al exgobernador al ser mencionada su presencia, que más allá de lo que represente para la gente decente de este estado, sólo muestra que la nomenclatura blanquiazul es agradecida y que muchos de ellos siguen seducidos por quien los hizo copartícipes de sus corruptelas.

En efecto, en el comunicado institucional del evento no se deja constancia de la presencia del corrupto, omisión que se nos figura un exceso toda vez que por el entusiasmo vocinglero que causó su presencia, debió ser hasta la entrada del boletín oficial, o sea, aunque poca, aún queda cierta vergüencita de por esos rumbos, faltando sólo habilidades para que esa desfachatez no trascendiera.
Por lo demás, bueno el mensaje de Gildardo Real Ramírez y sus propósitos de seguir construyendo una oposición real al partido oficial, sí, ahí donde medran muchos quienes fueron activos del padrecismo que cobran como diputados locales y federales, así como integrantes del gabinete legal y ampliado del gobernador Alfonso Durazo Montaño.
Pero los nuevos aires del PAN, su renovación de imagen luego de las debacles en los últimos dos procesos electorales, no será posible si se mantienen ataduras con sujetos impresentables, cuyos antecedentes delicuenciales son irrebatibles y cuya inmoralidad como servidor público está plenamente demostrada y a la vista.
Kafkiano el retrato donde Padrés aparece flanqueado por un Héctor Larios que se dio de baja de ese gobierno a causa del acoso de Roberto Romero López, lugarteniente y sicario de dicha mafia sexenal y por Javier Gándara Magaña, receptor directo del rechazo ciudadano en la elección del 2015, como cobranza por las trapacerías perpetradas a lo largo de seis años.
Lo peor del caso es que ese trato preferencial de la asamblea para el exgobernador confirma la percepción de que está detrás de la dirigencia de Real Ramírez y que ahí sólo sus chicharrones truenan, tutelaje que para nada ayuda para ese soñado relanzamiento de esas siglas en la entidad y mucho menos para constituirse en una oposición competitiva, que además limita las posibilidades de construir alianzas con otros partidos políticos frente a los retos de la elección del 2024.

Por cierto, lapidaria y cáustica la diputada Natalia Rivera Grijalva al ratificar la absoluta imposibilidad que Movimiento Ciudadano pudiera pactar una alianza con un partido cuya nomenclatura sigue supeditada a los designios del corrupto exgobernador y tiene el descaro de reconocerlo con ovaciones.
De por sí el MC no es proclive a las alianzas, lo ocurrido el domingo en el PAN esa opción dejó de tener algún futuro si es que lo había y lo dice una mujer que como priista fue quien documentó y denunció las corruptelas del multi citado sujeto, quien dicho sea de paso, no está en la cárcel por su costosa representación legal que sigue pagando con el dinero que le robó a los sonorenses.
Habrá qué ver si lo que queda del PRI, representado por Rogelio Díaz Brown y los restos del PRD, que preside Joel Ramírez, tienen estómago para unirse a ese neopadrecismo representado por Real Ramírez, sin importar que si se quiere evitar la permanencia de MORENA en la presidencia, se requiera constituir un frente amplio de partidos.
Por lo demás, concluyó el trámite la calificación de las cuentas públicas del Estado, ayuntamientos y entes autónomos del ejercicio fiscal 2021, en el marco de un ejercicio histórico, tanto por la amplitud de los montos del gasto revisado, como por los mecanismos de fiscalización ejecutados y los mecanismos establecidos por la legislatura para hacer que dicho análisis y conclusiones estuvieran al alcance del entendimiento de la gente común y corriente o sea, los no versados en técnicas contables.

Dimos seguimiento a la kilométrica sesión del Congreso del Estado a través de su plataforma, durante la cual, para no variar se dio la tradicional catarsis, que a manera de propaganda partidista se expone en los distintos posicionamientos de los grupos parlamentarios, que a pesar del informe de resultados y dictamen que finalmente se aprobó por unanimidad, se lanzaron con todo en contra de la “anterior administración” y exigieron que se agoten las instancias para sancionar a quien lo merezca por observaciones no solventadas.
No sobra decir que tal exigencia es inherente al cumplimiento de las atribuciones del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, quien por oficio, por decirlo de alguna forma, deberá aclarar observaciones de auditorías por obra pública de 25.5 millones de pesos y 539.3 millones de pesos por auditoría financiera, todo de un universo fiscalizado por casi 70 mil millones de pesos.
En términos muy resumidos y a reserva de darle un entre más a profundidad al dictamen presentado por la Comisión de Fiscalización que preside la ya mencionada Natalia Rivera Grijalva, el informe de resultados presentado por el ISAF, respecto al ejercicio presupuestal 2021 de los tres poderes del estado y entes autónomos fue del 87 por ciento, destacando el 100 de calificación a la administración directa del titular del poder ejecutivo.
De los 82 entes públicos auditados, solo fueron reprobados el ISSSTESON, la Comisión Estatal del Agua, Fondo de Operaciones Sonora Sí y la Universidad Tecnológica de Etchojoa, todo producto de 103 auditorías de gabinete a la información financiera trimestral y de Cuenta Pública; 362 auditorías financieras, 97 auditorías presupuestales; 20 técnicas a la obra; 81 auditorías de legalidad, 2 auditorías sobre la deuda y 85 sobre el desempeño, arrojando en total mil 750 observaciones, de las cuales 641 están en proceso de observación.

Valga destacar que el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, no emite la propuesta de calificaciones de manera arbitraria, sino que obedece a un análisis derivado de las observaciones realizadas durante los procesos de auditoría, en los que cada componente tiene un valor distinto, de acuerdo al grado de importancia dentro de la rendición de cuentas y el posible perjuicio o riesgo que representen para el manejo de las finanzas públicas, metodología aceptada por la legislatura.
En la catarsis mencionada, destacan las peroratas de por ejemplo la diputada Paloma Terán, que en lugar de entrarle al punto del orden del día, se vio ansiosa por quedar bien con MORENA y con el gobierno de Durazo Montaño, con arengas de plazuela repletas de lambisconería, contrario al comedido abordaje de la coordinadora del grupo parlamentario de MORENA Ernestina Castro, o al siempre analítico y experimentado Fermín Trujillo, faltando como se entenderá el posicionamiento de los del PRI por carecer de representación en el Congreso del Estado.
A vuelo de pájaro escuchamos el resto de los posicionamiento, pero en lo sustantivo nada afectan a lo que finalmente fue aprobado por unanimidad, a no ser muletillas con pretensiones críticas a “la anterior administración” y exigencias de justicia frente a lo que a pesar del acucioso trabajo del ISAF, no le encontró a la exgobernadora Claudia Pavlovich.
En el caso de los ayuntamientos, 55 de ellos recibieron calificación aprobatoria en tanto que 17 resultaron reprobados, destacando ese 99.32 conseguido por la administración de San Luis Río Colorado o el 90.64 de Hermosillo, en tanto que entre los reprobados resaltan Empalme, Huatabampo y Alamos, con la aclaración que el ejercicio de fiscalización 2021 sea de ayuntamientos o del Estado, fue compartimentado en dos partes: de enero a septiembre de las administraciones anteriores y de las actuales que cerraron ese año.
Ahora lo que sigue para la titular del ISAF, Beatriz Elena Huerta Urquijo es que las observaciones sean solventadas, que muchas o pocas dará seguimiento hasta que todo quede aclarado, so pena de iniciar procesos sancionatorios, con el subrayado de que más bien se trata asuntos de orden administrativo en la mayoría de los casos, toda vez que en lo que se refiere al posible daño patrimonial “sólo” son 564 millones de pesos, y decimos “solo”, si se compara con los más de 10 mil millones de pesos que arrojó como daño patrimonial el cierre de la administración 2009-2015.

Y no es el caso del presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán, pero si incumbe al de Cajeme, Javier Lamarque Cano el que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya deslindado al gobierno federal de la solución al problema de baches y quedar en nada el presunto compromiso de apoyar con recursos especiales para atenderlo.
Se explayó el residente del palacio presidencial para explicar que no es su asunto, sino que corresponde a autoridades estatales y municipales ver por esa problemática o sea, no habrá nieve de ningún sabor a pesar del cantaleteado compromiso de apoyo en la gira de fines de agosto por Ciudad Obregón, que en el caso de Hermosillo, Astiazarán ha dispuesto de recursos propios para entrarle a ese torito.