Hay una enorme inconformidad y desazón en los jóvenes que hicieron el examen para ingresar a la Universidad de Sonora, por lo que pude escuchar en las ventanillas de servicios escolares, que lo mismo estudiantes de preparatoria, que sus padres que viajaron a Hermosillo, todos a la búsqueda de respuestas y de una nueva oportunidad para que se les aplique la evaluación
Juana María Olguín

Hay una enorme inconformidad y desazón en los jóvenes que hicieron el examen para ingresar a la Universidad de Sonora, por lo que pude escuchar en las ventanillas de servicios escolares, que lo mismo estudiantes de preparatoria, que sus padres que viajaron a Hermosillo, todos a la búsqueda de respuestas y de una nueva oportunidad para que se les aplique la evaluación. Que hubo graves problemas de conectividad y la prueba que se realizó virtual, los postulantes tuvieron fallas. Lo mismo se les cerró por problemas de internet o inestabilidad del sistema de la máxima casa de estudios.
Un joven preguntaba todo angustiado si no le podían validar los resultados muy buenos que había obtenido en un examen anterior que ya había hecho, pero que por alguna razón no utilizó, ya que en el que volvió a hacer, no pudo terminarlo porque la falla que aparentemente fue generalizada le impidió la terminación del mismo.
Unos padres de Nogales, con la misma queja, en ambas ocasiones preguntaban insistentemente en que, si habría una nueva oportunidad para la reposición del examen, el joven que atendía la ventanilla solo les tomó amablemente los datos de unos y otros, les proporcionó teléfonos. Serias obligaciones tienen la gente responsable de la aplicación de la evaluación, primero porque no es gratis, se paga
Y los problemas lamentablemente han sido recurrentes desde la llegada de la pandemia y la necesidad de establecer los programas académicos de forma virtual. Es decir, ya saben en la institución de la fragilidad de su plataforma y no arreglan el problema, pese a que cobran por un concepto de “uso de instalaciones”, arriba de los 3 mil 500 pesos por alumno, lo que hace tremenda cantidad de dinero.
Sabe de qué tamaño sea el perjuicio en contra de los jóvenes de recién ingreso, pero mañana martes a las 10:00 horas, habrá una marcha. Es el Frente por la democracia en la Universidad de Sonora, el que invita a todos los aspirantes rechazados. Se comprometen a hacer una lista de los alumnos descalificados para presionar a las autoridades para que se les dé una oportunidad. Ojalá que además se atiendan las deficiencias que hay en la plataforma de institución y se revise caso por caso para tener en cuenta a los que por fallas técnicas, se les cerró no solo la página de examen, sino su oportunidad de estudios.
Cuidado con orinar ahí justo afuera de tu casa, en la vía pública, no señor, salvo que estés deseoso de gastarte cien mil pesos, 6 meses de prisión ordinaria. Eso le ocurrió a un ciudadano de esta ciudad quien nunca pensó que su vecino tenía cámaras de vigilancia que apuntaban a su casa, así que lo demandó el pasado 23 de marzo del 2022 y así igual como atienden de manera vertiginosa, rápida y veloz todas las denuncian que interponen los ciudadanos, así mero atendieron este expediente, el mismo al que ya dictaron sentencia, como si fuera delito de alto impacto.
Que el asunto lo aceptó el sistema judicial ya que se encuentra plenamente comprobado el delito de exhibiciones obscenas, previsto y sancionado en el artículo 167 del código penal para el estado de Sonora. Así que lejos de solo contemplar la falta administrativa y correspondiente al ayuntamiento de Hermosillo, en el marco del bando de Policía y buen gobierno, este no y tanto la eficiente fiscalía como el juez que atendió el expediente se le tiró a la yugular y sancionaron al “culpable” con 92 mil pesos con 22 centavos para con ello financiar la reparación del daño emocional, psicológico que les provocó ver aquello tú. Parece chunga, pero no lo es. Así se aplica la procuración de justicia de manera selectiva y oscura.
Ah y el problema no se detuvo, ahora la “victima” acosa a sus vecinos con palabras altisonantes y humillantes. En fin, a ver qué hace la fiscalía con su tremendo caso, antes que el agua llegue al río.