En siete meses del actual gobierno estatal, cada martes se hacen tremendos planes, gastos de miles de millones de pesos aquí, allá. A nivel de tierra todo sigue igual, en serio ¿igual? No, hay una percepción de miedo que no puede acreditar encuestas, ni nada
Juana María Olguín

En siete meses del actual gobierno estatal, cada martes se hacen tremendos planes, gastos de miles de millones de pesos aquí, allá. A nivel de tierra todo sigue igual, en serio ¿igual? No, hay una percepción de miedo que no puede acreditar encuestas, ni nada. Pero hay un sentimiento malo, enfermizo de los riesgos que se viven a diario. Entonces cómo está la cosa, habrá dinero para mejorar la vida de los sonorenses o de lengua habrá puros tacos. Es pregunta.
Ayer se aventó dos muy buenos anuncios, primero que habrá una policía estatal ejemplar y la mejor de todo el país. Porque un gobernador, como Alfonso Durazo, quien como titular de la secretaría de seguridad pública federal, despreció con singular alegría a las corporaciones municipales, las responsabilizó de todas las desgracias que ha traído la inseguridad en el país.
Este martes se comprometió con todo para que las policías estatales sean tremendos elementos en la protección de los ciudadanos y desdeñó una vez más a las municipales, cuando es su obligación constitucional interesarse por todo lo que sucede en la entidad y entre ello que los cuerpos de seguridad entren en un sistema de mejora continua. Con la experiencia presunta que tiene, debe crear mejores condiciones para las corporaciones, sin excluir ninguna. Seguirá el desprecio para estos 72 cuerpos municipales ¿O solo olvidó mencionarlos a ellos?
El anuncio sobre el tema del agua fue espectacular ¡habrá abasto de agua por los próximos 30 años!
Si el anuncio de abasto de agua para el estado no viene acompañado desde ya con el tema de desaladoras, las que sean necesarias, en qué puntos del litoral sonorense se pondrán, no hace sentido la declaración rumbosa y queda en otro discurso estrambótico que lleva a nada. Porque dejar a la naturaleza que nos bendiga con lluvias y que a través de eso se salvará a esta pequeña patria, huele a rollo viejo, obsoleto.
Conste que la sola mención de desaladora, no evita recordar las trapacerías del gobierno de Armando López Nogales y el entonces titular de la Comisión Estatal del Agua (Agua) César Lagarda, quienes le dieron la vuelta al mundo, para lo cual se gastaron millonarias recursos, buscando una compañía y ¿oh sorpresa? una empresa española que sentó sus reales en el ejido La Manga ¡resultó ganadora de una presunta licitación! Con dos dedos de frente se sabía que esa firma estaba lista para iniciar los trabajos y traer agua tratada desde el litoral. Luego se canceló por la suma de sospechas que había.
Lo que ocurre en Obregón a propósito del vital recurso es inadmisible. Como que Pepsico, adeuda 94 millones de pesos al organismo operador del agua, desde hace 5 años. Ese es el problema mayúsculo de la sociedad tener políticos y no administradores especializados al cargo de sus riquezas. Y tan rejijos con el usuario promedio a, pero se les arrisca el asterisco con potentados.
Ya ven Hermosillo sin agua, pero que nunca falta para la industria cervecera, refresquera y ensamblado de autos. Hay prioridades ¿verdad alcaldes?
Asesinaron a un preso y entró la maquinaria policial a hacer “limpieza” ¿Y se roban las herramientas de los internos, que trabajan en la elaboración de artesanías para ayudarse? Siempre lo mismo, quieren fingir que se hace mucho adentro de las cárceles, pero los familiares salen y platican la porquería que sufren para ir a ver a los suyos. Y la rehabilitación nada, no hay, se trata de escuelas del crimen. Mejoras en el sistema penitenciario, parece que ahora tampoco sucederán.