Viene lo peor, dicen

HomeEntretelones

Viene lo peor, dicen

Información de diversos países del mundo, en donde la variante Ómicron del Covid-19 es la dominante, indican que con mucho supera a la Delta por sus efectos en la economía y por su creciente amenaza de colapsar sus sistemas de salud

Obligado a reconsiderar
Informe
Agenda

Información de diversos países del mundo, en donde la variante Ómicron del Covid-19 es la dominante, indican que con mucho supera a la Delta por sus efectos en la economía y por su creciente amenaza de colapsar sus sistemas de salud.  

Pero no se alarmen, porque como ya se sabe, México se cocina a parte en materia de estrategias para contener la pandemia, ya que para nada han incidido experiencias que se han registrado a lo largo de la emergencia sanitaria en el resto del mundo, o sea, lo que ocurra con la economía y el sector sanitario de otros países, no implican ninguna señal de alerta para nuestras autoridades.  

Contrario a lo que aparentan creer especialistas y presuntos expertos en estos menesteres, desde la perspectiva de este ignorante reportero, nos parece totalmente lógico que la alta trasmisibilidad de esa variante derivará en un ya inminente cierre, suspensión o reducción sustancial de la actividad económica como medida elemental que permita contener la expansión del virus.  

Es que la única manera de evitar contagiar es el confinamiento de quien resulte contagiado, quien como recomiendan las instancias de salud pública y el sentido común, deberá limitar su contacto social al menos durante 12 días y ello implica no poder ir a trabajar y ponerse en manos de la ciencia médica para recuperar su salud.  

Ómicron, amenaza seria

Cierto, la vacunación y el hecho que la nueva variante no sea tan letal comparada con la Delta, ofrece la esperanza de que se reduzcan las fatalidades, lo cual representa una muy buena ventaja, pero la única, porque en el caso de los efectos en la economía serán mucho más graves, ya que incluso, en menos de dos meses de su aparición, esa variante ha detenido el proceso de recuperación económica en la mayor parte de los países del mundo.  

En Estado unidos y en países europeos hacen malabares para encontrar la forma de frenar el exponencial avance de los contagios sin perjudicar la actividad económica, y no, no lo han logrado y su red asistencial y hospitalaria ya se encuentra al límite, así como restaurantes cerrados por contagio del personal, funciones de teatro y citas deportivas suspendidas y miles de vuelos domésticos e internacionales cancelados por bajas en la tripulación, de lo cual México ya está teniendo probaditas.  

La prospectiva que exponen organismos internacionales es que vienen cosas peores y más complicadas que el 2020 y el 2021, no faltando incluso quienes de plano ya se rindieron y establecen la necesidad de normalizar la convivencia con el virus, así como con la gripe, sin pruebas ni conteos estadísticos.  

Pero tal criterio no encaja en las derivaciones de los efectos económicos y en la capacidad de respuesta del sistema hospitalario por el alto número de contagios, y entendemos que en México a penas transita hacia dicha realidad, para lo cual, valga reconocer, las autoridades de salud de este país le están poniendo muchas ganas para pavimentar el camino a la pandemia, mediante estadísticas amañadas, negativa a aplicar restricciones a la movilidad social e lo peor, convocando a actos masivos, quedando todo a simples sugerencias al autocuidado y atenidas al voluntarismo social.  

Hugo López Gatell

En fin, sabemos que las dos dosis de vacunación e incluso con la de refuerzo, no exime de riesgos de contagio y con ello el necesario confinamiento y tratamiento médico, por lo que desde esa perspectiva, nuestras ilustres autoridades deberían de aplicar cuando menos el socorrido criterio de ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre, porque lo más seguro es que al paso que vamos, en pocos meses estaremos lamentando cosas peores en materia socioeconómica y de salud, aunque de “consuelo” queda que en lugar de más de 300 mil muertos, podrían ser “solo” 50 mil en esta cuarta ola, faltando solo calcular las víctimas por la ruina económica, que también mata.  

Ojalá, Dios quiera que la descripción de lo que pudiera pasar solo sea tremendismo, exageraciones y propias de legos e ignorantes en dicho tema, pero luego de lo ocurrido durante ya casi dos años, nos resulta legítimo desconfiar de quienes han fallado en la protección de la salud y la vida de la gente, sin descartar que en el mediano plazo sean llamados a cuentas por negligencia criminal, colocándose en primera fila el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, como autor intelectual, acompañado por Andrés Manuel López Obrador, responsable de materializar la masacre.  

Por lo pronto, el siempre sufrido gremio de la reporteada que presta sus servicios en diversos medios de comunicación en Sonora, aporta su cuota estadística con alrededor de 30 contagiados en los últimos días, aunque en ninguno de los casos, al parecer, haya cuadros de gravedad, en el marco de una situación prácticamente generalizada en los diversos gremios de profesionales.  

Por cierto, el gremio de la comunicación de esta entidad ha sido muy golpeado a lo largo de la pandemia, ya que además de abundantes contagios, al menos han muerto 20, entre columnistas, reporteros, fotógrafos y camarógrafos, entre otros, en lo que representa una dolorosa aportación a la funesta estadística.  

Con los yaquis no se juega

Además tenemos muchos reportes de dependencias de gobierno donde la ola de contagios ha obligado al llamado home office, repercutiendo además en fuerte demanda de atención médica en el Hospital Chávez del Isssteson, y mire Usted, que se trata de personas mayormente con el esquema de vacunas completo, resultando paradójico que a pesar de ello se mantenga la decisión de seguir con las clases presenciales para estudiantes de nivel básico, quienes como se sabe, en su gran mayoría carecen de dicha protección.  

En fin, Dios nos proteja, ya que mientras tanto reportan muy enrarecido el ambiente en territorio yaqui luego del torpe intervencionismo de representantes del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas en las elecciones y usos y costumbres en dicho proceso que se lleva a cabo cada 6 de enero, intromisión que por lo regular ha derivado en autoridades tradicionales duales a lo largo de los años y abonado a la división interna de la etnia.  

Pues las cosas no son diferentes con los que prometieron ser diferentes, pero como se les creyó, ahora la reacción ante los agravios es mayor, y por eso, urge que el titular de esa dependencia federal Adelfo Regino Montes intervenga y sosiegue a sus muchachitos y sus ansias impositivas.  

Junto con pegado, se ha desplegado una campaña de intimidación en contra de liderazgos de la tribu por su atrevimiento de recurrir a la protección de la justicia federal, al interponer y conseguir un amparo en contra de la operación del Distrito de Riego 018, que según se dice, tal proyecto fue hecho con las patas y es notoriamente inviable.  

Jesús Ramón Moya

César Cota Tórtola y Fernando Jiménez, voceros de la etnia, denunciaron ser víctimas de hostigamiento e intimidación por parte de funcionarios del INPI, además desolicitar la intervención de elementos de la Guardia Nacional, de la Policía Estatal de Seguridad Pública, así como de Derechos Humanos, para solucionar esta problemática y de ser necesario se buscará un acercamiento con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.  

Ya deberían de saber que con los yaquis no se juega y que les resultará muy costoso la falta de respeto a sus usos y costumbres en la elección de los nuevos gobernadores y el levantón y secuestro de varios liderazgos, entre ellos el secretario del pueblo de Huírivis, Juan Pedro Maldonado.  

Por lo demás, en nuestra cotidiana revisión de asuntos del Poder Legislativo de Sonora, nos encontramos con que el pasado seis de enero, nuestro buen amigo Jesús Ramón Moya Grijalva entregó su renuncia con carácter de irrevocable al cargo de Auditor Mayor del Instituto Superior de Auditoria y Fiscalización del Estado de Sonora, con efectos a partir del día 16 de enero del presente año.  

Sabíamos que luego de más de 30 años de intachable y destacada participación en el servicio público, el Moya había decidido iniciar el trámite de jubilación, motivado además por su indiscutible madurez y formación institucional, ante las nuevas condiciones planteadas a partir del 13 de septiembre pasado.  

Suponemos que ya hubo acuerdo en las alturas y su paso a retiro será sin contratiempos, quedando pendiente el que la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales que preside el diputado Jacobo Mendoza Ruiz, dictamine lo correspondiente para que en sesión de pleno se haga efectiva la renuncia.  

Alvaro Bracamonte 

Fueron casi cinco años en la responsabilidad de establecer todo un marco de referencia nacional para garantizar la correcta aplicación de los recursos del Estado, de ayuntamientos, organismos autónomos y hasta sindicatos, aunque la vamos a dejar de ese tamaño por ahora y nos concretaremos a enviar nuestro afectuoso saludo al renunciante, deseando además su pronta sanación, ya que es uno más de los contagiados por el Covid-19 en estos días.  

Sobre su relevo no tenemos indicios, aunque sabemos que la decisión de renunciar era del conocimiento del secretario de Gobierno, Alvaro Bracamonte y por supuesto del gobernador Alfonso Durazo, por lo que seguramente ya hicieron las previsiones correspondientes, tomando en cuenta que en la Ley de Fiscalización Superior del Estado de Sonora no se establece ningún mecanismo para el nombramiento.  

Sabemos que en el caso de Moya Grijalva dicho trámite fue a través de la Comisión de Desempeño Legislativo, instancia que evaluó y analizó cinco perfiles de la propuesta que tenemos entendido se envió desde el Ejecutivo, dictaminó y propuso al pleno una terna para decidir en definitiva.  

El caso es que por el momento la Comisión de Desempeño Legislativo no existe, lo cual no debería ser ninguna limitante para integrar una por la vía fast track o suplirlo con algún otro mecanismo que dé legalidad al nuevo titular de ese estratégico organismo, con la ventaja de que el secretario de gobierno ha sido observador cercano de ese tipo de trámites cuando tenía espacios por su condición ciudadana.