En una sola palabra puede resumirse la respuesta que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador a la información respecto a que su hijo José Ramón López Beltrán es un fifí aspiracionista nada acorde con a la austeridad que predica: mantenido

En una sola palabra puede resumirse la respuesta que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador a la información respecto a que su hijo José Ramón López Beltrán es un fifí aspiracionista nada acorde con a la austeridad que predica: mantenido.
Ante la contundencia de exhibida, al presidente no le quedó de otra que recurrir al cinismo y a la mentira, además de reconocer, que así como lo ha hecho él a lo largo de tantos años, se puede vivir y vivir muy bien, a costa de otros y sin fuentes de ingresos producto de un empleo, oficio u ocupación.
“Porque al parecer la señora tiene dinero”, dijo López Obrador al referirse a su nuera Carolyn Adams y así justificar la vida de lujos de su vástago en Huston, quien aprovecha el que su mujer sea millonaria, supuesto falaz al no tener ningún referente sobre el origen de su fortuna.
Más bien lo que sí está documentado es que la señora Adams es cabildera de varios años de empresas contratistas de PEMEX y que una de las residencias ubicada como su domicilio en la ciudad gringa, es propiedad de Keith L. Schilling, alto ejecutivo de Baker Hughes, la cual tiene contratos vigentes con el gobierno por más de 151 millones de dólares en obras para dicha paraestatal.

Además, hasta la señora que mantiene al hijo mayor del presidente, ha publicitado en sus redes sociales, su participación como cabildera en el proceso de adquisición de la refinería Deer Park ubicada en la misma ciudad donde López Beltrán se desempeña como padrote y mantenido por su doña.
Por supuesto que no nos equivocamos en los Entretelones anteriores al pronosticar que el presidente saldría con su consabido “no somos iguales” y descartar de plano que se trate de tráfico de influencias y más bien considera normal que su hijo no tenga que trabajar para vivir como rico y darse los gustos que sataniza así sean a nivel de aspiración, del resto de la gente.
Incluso, hasta matizó sus condenas contra quienes quieren tener más de un par de zapatos, tener llena una buena despensa y el refrigerador y tratar de adquirir un vehículo en buenas condiciones, al reconsiderar que no todos los que tienen dinero son malvados ni todos lo tienen producto de actos de corrupción, cuidándose de no profundizar en el hecho de que su discurso sobre la austeridad republicana no aplica para su familia y a fin de cuentas es una farsa.
Tiene razón López Obrador: no son iguales, son peores, quedando para la hilaridad las prédicas sobre como los mexicanos nos debemos conformar con la pobreza porque el dinero es el diablo mientras él vive en un palacio que representa un gasto mensual de seis millones de pesos; su hijo va a esquiar a lujosos resorts en Aspen, Colorado; viaja en aviones privados, en tanto que otros de sus vástagos comercializan chocolate VIP en exclusivo sector de la Ciudad de México.

Al menos el otro parecito tiene el parapeto de una empresa legalmente constituida, pero el Monchi de plano sí que es una astilla de su progenitor en eso de costearse su lujosa existencia con recursos financieros de dudoso origen y sin oficio ni beneficio.
Obvio que en lugar de aclarar puntualmente la información sobre dicho desaguisado, arremetió en contra del periodista Carlos Loret de Mola, quien como no está manco, de bolada ripostó denunciado la nueva calumnia presidencial en su contra y precisar lo que ya sabemos: no desmintió ni una sola palabra del reportaje que desnuda la falsa austeridad del presidente.
Es más, no faltan quienes sugieran que así como ataca a comunicadores y a medios de comunicación, con ese mismo odio y coraje debiera atacar a los capos del narcotráfico, en lugar de ofrecerles besos y abrazos, gestiones y facilidades para seguir en libertad.
A fin de cuentas, en nada queda eso de para qué tener más de un par de zapatos, para qué tener coches caros, comer cosas exóticas, para qué estudiar en el extranjero, entre otras estupideces que están quedando para el anecdotario, con un presidente enredado en sus propias contradicciones que criminaliza, desprecia y sataniza prácticas que condena, pero que alcahuetea si se trata de su familia.

Mientras el presidente se entretiene atacando a representantes de medios de comunicación, dicha disposición es aprovechada por quienes quieren cobrar agravios reales o imaginarios y ya ven que este lunes fue asesinado en Zitácuaro, Michoacán, el periodista Roberto Toledo, a pesar de haberse acogido al esquema de protección federal luego de recibir amenazas de muerte.
Por supuesto que si desde la más alta tribuna del país se falta al respeto, se insulta, se denigra, se sataniza y se descalifica a comunicadores, se da alas al sicariato dispuesto a apoyar a quien tanto le deben y no por nada México es considerado uno de los peores del mundo para el ejercicio periodístico.
Es por lo anterior, que luce lógica, oportuna y adecuada la denuncia interpuesta por el activista Bryan Le Barón ante la Fiscalía General de la República, contra López Obrador por agresiones en contra de los medios de comunicación y periodistas en su conferencia matutina, además de solicitar medidas cautelares para que tanto él como Ana Elizabeth García Vilchis, encargada de la sección “Quién es quién en las mentiras”, dejen de hacerlo.
Considera que dichos ataques representan hacer apología de delitos que pueden derivar en violencia contra comunicadores y exige a la FGR se aperciba a los denunciados para “que se abstengan de calificar, agredir o estigmatizar a los medios de comunicación y periodistas, y se ordene que tomen un curso para reconocer la importancia de los medios de comunicación y periodistas dentro de la vida democrática del país”.
Se nos ha hecho chueca la boca de tanto insistir en que el discurso de López Obrador sobre la prensa y sus representantes tiene que cambiar ya que en los actuales términos ha propiciado inquietante escalada de agresiones, que incluyen ya cuatro asesinatos de periodistas en lo que va del año y que su entorno de trabajo sea cada vez más peligroso.

Seguramente el Fiscal Alejandro Gertz Manero aplicará el artículo sesto de la basura a dicha denuncia y obvio que el presidente solo será motivado para arreciar sus ataques, porque si algo distingue al inquilino de Palacio Nacional, es su imprudencia y falta de solidaridad para quienes realizan todos los días el borrador de lo que será la historia.
Por lo demás, de reconocer el carácter del gobernador Alfonso Durazo Montaño que en gira consecutiva va y se mete a la cueva del lobo al presidir la Mesa Estatal de Seguridad en San Luis Río Colorado, luego de haber hecho lo mismo en Ciudad Obregón, con el fin de formular nuevas estrategias para combatir la inseguridad pública, luego de la escalada de violencia que sufren los habitantes de esas comunidades.
Suponemos que ir en persona al mero meollo del asunto tiene propósitos disuasivos con miras a que las belicosas bandas en disputa le bajen rayitas, aunque lo más seguro es que los sicarios ni se den por enterados porque no ven redes sociales ni leen periódicos.
La gira de este lunes también cubrió el tema de la modernización del puerto fronterizo, que con una inversión de 626 millones de pesos, dinamizará el comercio entre ambos países, agregándose además la construcción de un libramiento bajo la figura de la concesión que saque el tráfico pesado de la mancha urbana y que requerirá de una inversión de 500 millones de pesos, obras que estarán concluidas en diciembre del año próximo.
Dicho tema también se extendió hasta Nogales, en donde también realizó un recorrido por donde se supone se llevarán las vías del tren para resolver el añejo problema de una ciudad partida por la mitad cada vez cada ves que el llantas de fierro transita por su actual ubicación.
Es de esperarse que en torno a ese proyecto haya mayor información a la actualmente disponible, que indica que las autoridades de aduanas, del gobierno de la ciudad de Nogales del otro lado y de inmigración, desconocen de qué se trata e incluso lo consideran incosteable e innecesario.

E independientemente a que en el Congreso del Estado inició el proceso para su renovación, en el Instituto Sonorense de Transparencia se sigue sacando chamba y sus integrantes Arely López Navarro, Andrés Miranda Guerrero y Francisco Cuevas Sáenz, cumpliendo con sus responsabilidades.
Este lunes entregaron el informe anual de trabajo a la instancia legislativa.
Miren, a pesar del Covid-19, durante el 2021 hubo casi 18 mil solicitudes de información pública en Sonora, manteniéndose así entre los estados del país donde más se ejerce el derecho al acceso a datos del gobierno, posicionándose este año en el séptimo puesto a nivel nacional, e incluso es el primero entre las entidades de la región norte del país, que además de la ubicación geográfica coinciden en la cantidad de habitantes, como es el caso de Sinaloa, que tuvo 16 mil 489 solicitudes y Chihuahua con 14 mil 985.
En cuanto a la atención que los entes obligados a rendir cuentas dan a esas solicitudes, el informe del ISTAI subraya que 14 mil 377 recibieron la información requerida y sólo 14 se clasificaron como reservadas, 22 fueron confidenciales, 47 inexistentes y 256 eran improcedentes.