Tal como se venía manejando, deja de ser mera especulación y este lunes la Secretaría de Relaciones Exteriores anunció que efectivamente, la gobernadora Claudia Pavlovich ha sido designada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como titular del consulado de México en Barcelona

Tal como se venía manejando, deja de ser mera especulación y este lunes la Secretaría de Relaciones Exteriores anunció que efectivamente, la gobernadora Claudia Pavlovich ha sido designada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como titular del consulado de México en Barcelona.
En comunicado oficial, la SER dio a conocer diversos nombramientos para consulados y embajadas, los primeros sujetos a la consideración del Senado de la República y los segundos al beneplácito de los gobiernos de los países de adscripción.
Por supuesto que el caso de la exgobernadora de Sonora levantará ámpula en sectores chairos del morenismo, así como entre los chairos de sectores priistas, quienes por diversos motivos cuestionarán la decisión presidencial, unos, mientras otros, que haya aceptado representar a México en la capital catalana, allá al noreste de España.
Desde nuestra perspectiva, nos da mucho gusto por la exmandataria el que haya sido distinguida con su incorporación al servicio exterior mexicano, lo cual representa un sonoro bofete en la jeta de quienes hasta el último momento han pretendido cubrirla de infamias, sea por presuntas traiciones a su partido el PRI en el pasado proceso electoral o por presuntos actos de corrupción en su administración estatal.

Tierrita volada y ahora a dar lustre a Sonora y México en su nueva responsabilidad, en ejercicio de tareas que no le son ajenas, dada su posición por varios años en la presidencia de la comisión de Asuntos Internacionales de la Conferencia Nacional de Gobernadores y a la experiencia en la relación binacional entre Sonora, Arizona y Nuevo México.
Sabe en qué quedó aquel condicionante que se supone impuso el CEN del PRI para sus militantes que fueran invitados a posiciones en la administración de López Obrador, consistente en obtener una licencia temporal, la cual dicho sea de paso le fue negada al exgobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, quien no aparece en el paquete de nombramientos de este lunes.
También desconocemos cuál sería el costo partidista que deba cargar la exgobernadora por obviamente no pedir permiso a su partido, que suponemos, si lo pidió, también le fue negado, quedando en todo caso eso de que vale más pedir disculpas que permiso.
Como sea, a esperar los sesudos análisis respecto a que ese nombramiento va en contra de la integridad de la Alianza Va Por México y que su caso debe ser tema para la Comisión de Justicia Partidaria del CEN del PRI, para someterla a proceso de expulsión, en tanto que desde la esquina contraria harán lo propio, personajes de MORENA que se consideran desplazados.

En fin, lo que sí sabemos es que ya hacen maletas integrantes del círculo cercano de la exgobernadora, aunque el único confirmado hasta ahora es su fiel ayudante personal por tantos años, Gilberto Salazar, quedándonos al pendiente de saber de quiénes se sumarán en los siguientes días, y sí, ya brotan como plaga los afectados con chorrillo, los carcomidos por la envidia, los que se lamentan por supuesta traición a lo que siempre han traicionado, y así.
En nuestro caso, felicitamos con afecto a la Señora Claudia Pavlovich Arellano, con el deseo de que tal como lo ha hecho en distintas responsabilidades en el servicio público, mantenga sus altos estándares de calidad en el desempeño de las tareas encomendadas.
Por lo demás, dejar legados históricos en materia de obra pública pareciera ser parte fundamental del manual de gobiernos de MORENA, lo cual los lleva a formular prospectivas grandiosas de megaproyectos para el largo plazo, mientras que en el presente, en lo básico y en lo inmediato, se incurre en omisiones o simplemente no se le da la importancia presupuestal debida.
Miren, por más optimismo que se despliegue desde el oficialismo morenista, Andrés Manuel López Obrador deberá esperar más de tres años para ver algún buen resultado, si es que los hay, de su nuevo aeropuerto, de su refinería y de su tren turístico en la región maya y tampoco pudiera preverse cosa buena por el inmenso poder que ha otorgado a las fuerzas armadas.

Pero para poder financiar su fantasía de pasar a la historia por construir esos megaproyectos, ha tenido que desaparecer, eliminar y dejar sin recursos a múltiples programas de apoyo a la educación, investigación, atención a emergencias, a mujeres víctimas de la violencia, a madres trabajadoras, al abasto de medicinas, a sectores de la producción primaria, a pequeñas y medianas empresas y a todo ese espectro de acciones de gobierno de todo lo que interesa a la gente en su cotidianidad.
De los grandes compromisos del presidente, el combate a la corrupción ha resultado en monumental fracaso, así como también eso de primeros los pobres, ya que su filantropía con el reparto de becas y pensiones es devorada por la escalada inflacionaria y para nada ha incidido en abatir la pobreza, ya que al contrario, de fines del 2018 a la fecha, el número de mexicanos que padecen precariedad económica se ha incrementado.
O sea, el trato preferencial del presupuesto federal a megaproyectos ha tenido un alto costo para la calidad de vida de los mexicanos y la situación va para largo y con tendencia a empeorar, no quedando más que la esperanza de que los beneficios, si es que los hay, los reciban futuras generaciones, aunque de acuerdo a conocedores de los temas de aeronáutica, energía, turismo y democracia, no prevén un buen futuro, así como tampoco a la distribución de las ya pulverizadas becas y pensiones.
Mientras tanto, el presidente tiene tres años asegurando que ya habrá suficiente abasto de medicamentos en el sector de la salud pública y la carestía se acentúa; se la ha pasado anunciando el fin de la violencia del crimen organizado e igual, sin que la militarización de la sociedad mexicana haya significado en un avance en la solución; la tacañería presupuestal tiene a México en los primeros lugares del mundo en letalidad del Covid-19 y las implicaciones económicas a causa del virus son de pronóstico reservado.

Dar preferencia presupuestales a las prioridades presidenciales, también ha pegado muy duro a las finanzas de los estados, que en el caso de Sonora, en el 2021 implicó una reducción del 7.6 por ciento del recurso de inversión federal proyectado, sumado a los efectos por la caída de la recaudación y la recesión económica a causa de la pandemia del Covid-19.
Ahora hay que esperar que esas circunstancias a nivel federal no se repliquen en el ejercicio de gobierno de Alfonso Durazo Montaño y no por emprender obras de gran magnitud y alto costo, se descuide eso importante que en lo inmediato representa mejoría en la calidad de vida de los sonorenses y que con inversión federal o estatal no represente dejar sin recursos a lo sustantivo.
Impresiona la inversión proyectada para modernizar el puerto de Guaymas, mientras la mancha urbana es inundada por aguas negras, falta de agua potable, calles destrozadas y demás, cuando por otra parte dicha mega obra es a largo plazo.
Vean lo que ocurre con la modernización de aduanas, que incluye sacar las vías del tren de centro de Nogales, proyecto que todo indica no tiene el aval de las autoridades gringas y también es de muy largo plazo, al igual que la gigantesca planta solar sobre dos mil hectáreas, además de la construcción de una carretera de cuatro carriles de cuota entre Guaymas y Tecoripa, complementada con carriles de rebase de la carretera entre Tecoripa y Yécora.
En dicha tesitura podemos ubicar el reciente anuncio sobre la construcción de un rastro TIF en Agua Prieta, que ha generado más dudas que certeza en cuestiones de viabilidad entre los productores agropecuarios de la entidad, entre otros muy buenos anuncios del gobernador Durazo, en los que se apuesta a que la Federación y capitales privados tendrán disponibilidad de recursos en los próximos años, cuando la contracción económica señala lo contrario y más cuando López Obrador tiene como prioridades sus propios megaproyectos y el tiempo se le acaba.

Desde esa perspectiva, urge rediseñar estrategias del gasto público en esta entidad, así como determinar un destino en función del interés de las clases medias y populares que exigen resultados inmediatos o al menos en el corto y mediano plazo y que no debieran ser parte de intenciones para satisfacer egos y les vale sorbete legados históricos.
Otro nombramiento que nos da mucho gusto, es el de Alejandra López Noriega, quien este lunes rindió protesta como Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN en la 63 Legislatura de Sonora, relevando así a Kiko Munro, quien se desempeñó en dicha posición desde la segunda quincena de septiembre, por decisión de su papá, el entonces dirigente estatal del PAN, Ernesto Munro.
Pues Gildardo Real Ramírez, nuevo meramente de esas siglas puso el agua en el nivel que debe estar al decidir nombrar a la experimentada legisladora en esa responsabilidad, tal como debió ocurrir desde el inicio de la legislatura y haciendo buenos los pronósticos de retomar la lógica en el manejo de los asuntos del PAN-Sonora.

