Noticia maravillosa, que se dio a conocer a través del presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán, que no dará permisos para la venta de cohetes, excelente decisión, pero que hará la autoridad con los consumidores de esos productos, porque desde hace semanas, ha sido constante
Juana María Olguín
Noticia maravillosa, que se dio a conocer a través del presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán, que no dará permisos para la venta de cohetes, excelente decisión, pero que hará la autoridad con los consumidores de esos productos, porque desde hace semanas, ha sido constante. Habrá castigo para quienes, a pesar de la medida dictada, sigan con sus “usos y costumbres” de utilizarlos. Se abrirá la venta clandestina.
Pero sí que harán los comerciantes de tanta pólvora, porque las carpas ya se encuentran instaladas en la carretera internacional -cerca del CIAD- también por el boulevard Antonio de Quiroga y un largo etcétera. Por lo pronto despertó mucha simpatía la decisión de no permitir la comercialización.
Es una excelente decisión tomada, porque para colmo de males con tantas armas de fuego accionándose vale más que haya claridad entre los ciudadanos, que no son cohetes lo que suena, sino que es el cántico de la muerte y corran con todas sus fuerzas o mínimo se tiren al suelo. Pero insisto ¿habrá castigos para los consumidores de cohetes?
Es increíble, los ciudadanos no creen que se vaya a cumplir esa orden, “si no son capaces de detener una fiesta ruidosa, de las tantas que hay en la ciudad, como podrán impedir la venta de cohetes”.
Ah que tremenda fiesta la de este primero de diciembre, debió ser por la popularidad que arrastra Andrés Manuel López Obrador, porque eso es lo único palpable, fehaciente, real. No volteen a ver el tema de la seguridad, economía, salud, la cosa es de esquizofrenia. Y por favor que no nieguen que hubo un colosal acarreo. Seguramente que hasta delitos se cometieron para complacer al dios sexenal y atascar la plancha del zócalo.
Y no son sospechas que se gastaron sumas cuantiosas de dinero para traer gente de todos los estados de la República, como lo pidió el dirigente de Morena en Veracruz, Esteban Ramírez quien con total desparpajo pidió a alcaldes, diputados que agarraran “poquito” de los ahorros y luego muy divertido soltó la carcajada, se festejó su propio chiste.
Hay gente tan idiota, que sería una de las razones, de porque ese desvergonzado pidió que robaran dinero público para acarrear gente a la ciudad de México o en su defecto, se creen dueños, amos y señores de todo, incluido los presupuestos de los municipios.
Con un gobernador como Alfonso Durazo, ex secretario de seguridad pública federal, con la experiencia en el ramo y los ayuntamientos repiten a tontas y a locas, las mismas recetas pulguientas, que están probadas sirven para nada. Por Dios que forma de desperdiciar los talentos en palacio estatal. Para eso querían el poder, para no poder.
En Nogales anuncian como si fuera la gran panacea que harán canje de armas por vales de despensas es una tontería que no da para más y así y todo, vuelve la burra al trigo.
Que hasta 8 mil pesos podrían conseguir con la entrega de armas largas automáticas y semiautomáticas, como carabinas calibre nueve milímetros, .223 y 5.56, así como 7.62 o superiores. Dioses del Olimpo, ojalá que no provoquen la codicia de alguna persona que, por ganarse ese capital, se meta en un lío gordo o sea la siguiente víctima mortal.
Mientras los gobernantes siguen en la fiesta por los tres años de poder, de su líder y mecenas, la cuenta de homicidios dolosos sigue. Hoy una mujer fue localizada en un canal en Obregón, torturada y con el tiro de gracia, una de dos cuerpos localizados y en Hermosillo también se localizó otra persona sin vida.
Sí ya sé ayer, se dibujó un país hermoso, diáfano, puro, pero la cruda realidad es muy cabrona.