Un calor intenso es el que tienen que soportar los asistentes que caminan desde distintos puntos hacía la cuarta curva del Autódromo Hermanos Rodrígu
Un calor intenso es el que tienen que soportar los asistentes que caminan desde distintos puntos hacía la cuarta curva del Autódromo Hermanos Rodríguez para celebrar el regreso del Corona Capital. En el ambiente se puede sentir una atmósfera extraña. El nerviosismo de la nueva primera vez de un festival y la emoción de poder estar nuevamente compartiendo está experiencia con sus bandas favoritas. Eso sí, con un fuerte dispositivo de seguridad que superó a los mil elementos de la policía.
Una emoción y en éxtasis que no solo está hecho para los mexicanos ya que Kelly y Brad, dos estadounidenses que vinieron a la Ciudad de México para poder asistir comparten lo felices que son “es una gran experiencia, estamos super emocionados de poder estar aquí y ya queremos ver a las bandas, en especial a Tame Impala”.
Una vez dentro la euforia baja y comienza el disfrute. Las puertas del recinto abrieron a las 13 horas y los presentes tuvieron que ponerse a disposición de un control sanitario que exigía el certificado de vacunación covid de las dos dosis o, en su defecto, una prueba negativa realizada en horas recientes. De ahí a las medidas más regulares que nos dejó la pandemia como la toma de temperatura, el uso de gel y, finalmente, la validación del boleto.
En el interior, los diferentes sonidos que ofrece cada escenario hacen crecer la experiencia ya sea con la música electrónica de Hana en temas como “Underwater” y “Cowgirl Bebop”, o el indie pop de Alfie Templeman combinado con funk en “Wait, I lied” o el vintage de “Film scene daydream”, quienes abrieron los escenarios Corona y Doritos respectivamente. Por su parte el escenario Viva Aerobús se vivió la interpretación de Goss quien abrió el escenario y Fakear que continuó el show. Poco a poco la audiencia fue creciendo y perdiendo el miedo al contacto.
El sol comenzó a descender en el horizonte y la gente no dejaba de ingresar y llenar cada vez más los escenarios, después de la apertura de Hana, Elliot Moss fue el encargado de continuar inyectando energía en el público del escenario principal, ya sea con electrónica minimalista en “Off by one” o la paranoica “Untroubled mind”, mientras SG Lewis puso a bailar a todos los presentes a ritmo de “Chemicals” y “One more”, y Boy Pablo hacía lo mismo, ambos en sus respectivos escenarios.
Mientras tanto en el escenario Bosque la vibra y tranquilidad de Ritt Momney con su música indi lo fi, que invadió al público con ritmos melódicos que acompañaban a letras llenas de conflictos interiores que perseguían los sonidos de la audiencia y conectaban con ella haciéndola bailar.
Cabe destacar que hace un par de días se dio la cancelación de St. Vincent y este sábado, con el festival ya en desarrollo los que cancelaron su participación fueron los miembros de The Kooks: “Luke (Pritchard), el vocalista de The Kooks, está a punto de ser papá y nos informan que va volando de regreso al quirófano para alcanzar a su esposa”, publicó el Corona Capital en sus redes.
Sin embargo la audiencia ha seguido ávida de volver a los eventos en vivo. Con esto, entre humo de cigarrillo, cerveza y buena música dio inicio uno de los festivales más importantes de México. Hasta el cierre de esta edición aún faltaban las presentaciones de figuras importantes como All Time Low, Cheap Trick, Disclosure, LP y Tame Impala, por mencionar algunos, pero lo que no faltó fue el constante grito de “¡Estamos de regreso!”.

