Lo que faltaba, que el río Bravo sea contaminado por el drenaje de los estadounidenses y con aquella despreocupación que avisan, que hasta fin de año podrían resolver el inconveniente que por ahora provoca ese grave perjuicio
Juana María Olguín

Lo que faltaba, que el río Bravo sea contaminado por el drenaje de los estadounidenses y con aquella despreocupación que avisan, que hasta fin de año podrían resolver el inconveniente que por ahora provoca ese grave perjuicio. Ah y que no se acerquen a ese afluente recomiendan. Por su parte las autoridades mexicanas, apenas piensan mover un pie para ir a servirse café, luego se sentarán de nuevo para esperar a pacientemente. Lo mismo de siempre, les importa tres pepinos.
Las dos principales tuberías del El Paso, Texas, colapsaron lo que ha provocado que 10 millones de galones de agua contaminada se viertan cada día al Río Bravo desde el pasado 10 de agosto. La fuga pone en riesgo la salud de las personas y la fauna en ambos lados de la frontera.
Las clásicas palabras de: se llegará hasta las últimas consecuencias, volvieron a escucharse ahora luego del ataque armado del jueves en palacio municipal de Guaymas. Pero hubo que esperar muy poco para confirmar que una vez más se trata de un discurso hueco, vacío, cuando apenas habían transcurrido unas horas y se velaban los restos mortales de las dos víctimas fatales y no había presencia de corporación policiaca alguna. Nadie cubría la seguridad en el puerto.
Se harán las investigaciones para dar con los culpables, repiten las autoridades lo cierto es que, al otro día de ocurrido el ataque, el puerto lucía tan “normal”, como si nada hubiera ocurrido. No hubo patrullas de ningún nivel de gobierno. Así que una vez más, los discursos oficiales quedan en cuentos y muy mal contados.
Otra vez los alcaldes entrantes, hacen lo suyo ¿entretener a sus ciudadanos? Darles atole con el dedo, quien sabe, pero el presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán, o su contralor no ha establecido plan para traer a rendir cuentas, a los ex, Célida López, la flamante titular de la secretaría de turismo, así como su tapadera o que digo su suplente. Para que ambos digan a donde fueron a parar los recursos para trabajos de pavimentación, entre otros desaguisados.
Donde ya empezó el espectáculo es en Obregón a donde llegó el ex primer edil, Sergio Pablo Mariscalquien ordenó a sus cuestionadores a leer sus informes porque aseguró que ahí estaba toda la información. Por más que le insistieron sobre los 12 millones de pesos para la universidad de policía, de la que solo puso la primera piedra, el hombre se aferró a su tonta respuesta de que leyeran sus seis libros que publicó durante su gestión o los tres informes de gobierno.
¿A cualquier cosa le llaman libro? O esa es la razón por la que nunca atendió las urgencias de esa ciudad, porque el señor dedicó su tiempo de alcalde ¿a escribir? Ni como creerle. En el mismo tenor el que se niega a acudir a las comparecencias es el ex alcalde de Empalme, Francisco Javier Genesta y ante su cerrazón enviarán su expediente a la fiscalía estatal anticorrupción. Dónde harán nada, pues todos los señalados son del nuevo PRI, es decir de Morena, donde juran que todos los de enfrente son corruptos, menos ellos.
Los militares a los que se lleva para acá, para allá a donde suenan duros los carajazos, como ahora ocurre en el estado de Zacatecas, donde en solo dos meses de tomar protesta, David Monreal, acumularon 400 muertos, pero dicen los que saben, que la orden de no responder a las agresiones sigue firme para los miembros de las fuerzas armadas, así que todo el esfuerzo humano, económico
De llevarlos a aquel infierno servirá para nada, nada y nada.
Muy lejos se ve la posibilidad de pacificar al país, ahora más imposible que nunca. Ah pero mañana preste atención porque le contarán una versión de la nación perfecta, divina, en orden y muy feliz.